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domingo, 19 de febrero de 2012

Humanismo de consigna.*


Si hoy fuera mi último día en esta vida y tuviera que hacer un recuento de mi vida, Cuba sería el capitulo más largo. Lo triste es que al haber nacido bajo el régimen de los Castro, la mayoría de mis recuerdos me entristecen.


Tuve que emigrar por muchísimas razones. Desde que mi madre temía que yo tuviera problemas con el gobierno por mi cada vez más irreverente actitud ante la impunidad y la desidia, hasta mi falta de perspectivas de futuro en un país gobernado por un gobierno que ha tenido 53 años para probar su arrogancia e incapacidad de revolucionar nada que no sea la intriga y el chisme.
Y he aquí donde quiero detenerme ahora. Los Castro han intentado siempre "vender" la imagen de un régimen justo y humanitario. Pero, ¿que humanidad hay en reprimir al disidente? No hablo de sacar policía antimotines contra una turba descontrolada, que ya para eso ensayan con las famosas "Brigadas de Respuesta Rápida". Me refiero al acoso sicológico a sus víctimas y allegados, al despido de sus trabajos con las consecuencias que ello conlleva. A las detenciones express, o a los secuestros domiciliarios a los que les someten. Golpes, calumnias e intimidaciones no forman parte de ningún proceso basado en lo humano, como concepto.

No puedes presumir de baja natalidad infantil si no permites que una agencia independiente, lo confirme. ¿Cuál es la razón de presumir de baja mortalidad infantil, si permites que cientos de miles de esos niños que "sobreviven" no pueden vivir con al menos uno de sus progenitores? Porque, señores, por si no lo sabían, el estado cubano suplanta la Patria Potestad de los padres. Los menores cubanos, hijos de aquellos que salieron de Cuba sin el Permiso de Residencia en el Extranjero (PRE), no pueden visitar a SUS padres en el extranjero. ¿Donde está el derecho? 

¿Con qué derecho el gobierno cubano le priva a uno de sus ciudadanos la posibilidad de prosperar en el extranjero en caso de tener la oportunidad? No hablo de convictos, hablo de ciudadanos de a pie que no han cometido más delito que haber nacido en una macro prisión. Y si son aquellos que, como Yoani Sánchez, la más famosa de todos los casos disidentes, más vale ahorrarse el trámite.

Donde queda el humanismo si se impide el regreso a Cuba a aquellas personas que han osado desafiar al prepotente régimen con palabras o canciones. Es conocido el ejemplo de Celia Cruz que no pudo viajar a Cuba antes de morir. ¿Es humanismo o abuso de poder?

Sé que hay muchos ilusos que aún ven en el Castrismo una forma romántica de sociedad. Yo les recomendaría unos 5 años en la isla, viviendo como cualquier cubano medio. No creo que sobrevivan 5 meses sin ir presos.

La opinión sobre los cubanos, tanto dentro como fuera de Cuba, no es la mejor. Nos salva el impertérrito desparpajo, pero nuestra nacionalidad, en muchos casos, va asociada a la carencia de valores: "aprovechados", vagos, mentirosos, petulantes, arrogantes, incultos, cobardes, oportunistas... ¿Ese es el Hombre Nuevo que ha creado el humanismo "revolucionario"? Desde luego que no son justas las generalizaciones, pero a los que no encajamos en esos estereotipos nos cuesta tiempo demostrarlo.

Lamentablemente, es evidente la pérdida de valores en la sociedad cubana. Esa en la que "humanitario" se intenta asociar con lo que le conviene al gobierno, pero que no es más que una palabra vacía como muchas otras que se han ido desgastando entre tanta consigna.

Abadel Fijo.

* Publicado también en mi blog: ajiguaguao.blogspot.com

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