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domingo, 27 de mayo de 2012

Mariela en Nueva York con diamantes. Por Alexis Romay

La Biblioteca Pública de Nueva York recibirá el próximo martes a Mariela Castro Espín, quien ha venido al norte revuelto y brutal a marear la perdiz, dorar la píldora y continuar su labor de encantadora de serpientes, en aras de recabar apoyo y fondos para la dinastía totalitaria encabezada por su señor padre.
La flexibilidad de la que la administración Obama ha hecho gala en el célebre y desequilibrado “intercambio cultural” entre ambas naciones —que ha posibilitado a la hija del dictador cubano su gira por Estados Unidos— contrasta con el hermetismo de la institución neoyorquina, que se ha decantado por cerrar laspuertas al público, a pesar de ser una institución pública, financiada con los impuestos que paga este donante y otros tantos que ya no podrán, desde la audiencia, presentar un contrapunto verídico a las falacias que, desde el podio, repetirá Castro Espín.
La susodicha es sobrina de un orador desaforado y heredera de una estirpe que, por ser dueña de los micrófonos, domina a la perfección el arte del monólogo, pero que, por falta de práctica, carece de los rudimentos básicos que asisten a cualquier polemista dispuesto a debatir en igualdad de condiciones. Por ello, ante su incapacidad para la controversia y para evitar preguntas incómodas del respetable, la biblioteca pública le ha concedido el deseo a la infanta Mariela de hacer su propaganda en paz, sin la intervención de esos exiliados cubanos que llevan más de medio siglo repitiendo que el rey está desnudo.
Siento vergüenza ajena en nombre de la Biblioteca Pública de Nueva York, al ver como la misma permite que un recinto consagrado precisamente al intercambio de ideas se deje amordazar por el largo tentáculo de la censura castrista.
Es pertinente resaltar que sea Mariela Castro Espín, heterosexual hasta donde se tiene noticia, quien esté a cargo de defender los derechos de la comunidad cubana de LGBT (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales), sin pertenecer a ninguno de dichos grupos. Este detalle no ha de extrañar a quienes venimos de aquella desgraciada isla, pues en su momento vimos a un ya anciano Fidel Castro —o a su vetusto hermano menor— presidir los congresos de la Federación de Mujeres Cubanas, la Unión de Jóvenes Comunistas y la benjamina Organización de Pioneros José Martí.
Si alguien pregunta qué es una broma de mal gusto, he aquí la respuesta: que la sobrina del artífice de las Unidades Militares de Ayuda a la Producción —aquellos campos de concentración en los que eran confinados y forzados a trabajar los homosexuales (junto a rockeros, religiosos y otros grupos con “problemas ideológicos”)— sea quien esté a cargo de defender los derechos de la comunidad LGBT cubana. Pero para broma pesada concerniente al castrismo hay una exquisita: hace unos años, un par locutores radiales radicados en Miami, haciéndose pasar por Hugo Chávez y sus asistentes, llamaron al entonces dictador cubano. Después de tres minutos y medio de hablar cantinfladas, los bromistas revelaron su identidad. En Youtube aún se puede escuchar la respuesta del Homófobo en Jefe una vez que los locutores le confesaran que había caído en la broma: “¿Caí de qué,mariconzón?”.
Con ese notable antecedente, solo me queda enviar una invitación pública: contra la farsa de Mariela Castro Espín, ¡LGBT de todos los países del mundo, uníos!


http://belascoainyneptuno.com/2012/05/26/mariela-en-nueva-york-con-diamantes/

1 comentarios:

  1. Alguien, especialmente de los estados de New York y New Jersey sabe si ha planeada alguna protesta contra la princesa Mariela en New York.
    Por favor si hay algo avisar. Aqui en los comentarios o atraves de twitter.

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