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domingo, 21 de febrero de 2021

"Cuba" El comunismo declara la guerra a la humanidad misma, incluidos los valores humanos y la dignidad humana.

 

 The Epoch Times en español

A pesar de que los regímenes comunistas de Europa del Este se desintegraron, el espectro perverso del comunismo no ha desaparecido. El colapso de los regímenes comunistas de la Unión Soviética y Europa del Este marcó el fin de medio siglo de Guerra Fría entre el ala capitalista y la comunista en Oriente y Occidente. En ese momento, muchos fueron optimistas, creyendo que el comunismo se había convertido en una reliquia del pasado. 

No obstante, la triste verdad es que una ideología comunista metamorfoseada se arraigó y atrincheró por todo el mundo. Están los regímenes abiertamente comunistas como China, Corea del Norte, Cuba y Vietnam; está Europa del Este, donde la ideología y las costumbres comunistas aún ejercen una influencia significativa; están los países africanos y sudamericanos, que intentan el socialismo bajo la bandera de la democracia y el republicanismo. Luego están las naciones de Europa y Norteamérica, que se han convertido en anfitriones de influencias comunistas sin que la gente sea consciente de ello.

 El comunismo engendra guerra, hambruna, matanza y tiranía. Estos en sí mismos son lo suficientemente aterradores, pero el daño infligido por el comunismo va mucho más allá. Es cada vez más claro para muchos que, a diferencia de cualquier otro sistema en la historia, el comunismo declara la guerra a la humanidad misma, incluidos los valores humanos y la dignidad humana.

 ¿Cuál es la naturaleza del comunismo? ¿Cuál es su objetivo? ¿Por qué toma a la humanidad como su enemigo? ¿Cómo podemos escapar de él?

lunes, 5 de octubre de 2020

"Cuba" Militantes del Partido Comunista no podrán emigrar a Estados Unidos

La militancia en el Partido Comunista es «inconsistente e incompatible» con el ‘Juramento de Lealtad de Naturalización a los Estados

 militantes del partido comunista 

 El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés) limitará el acceso a migrar a la nación norteamericana a militantes del Partido Comunista y otros partidos totalitarios, por considerar su permanencia en el país como una amenaza para la seguridad nacional.

El USCIS, mediante una guía de políticas emitida por esta agencia del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, comunicó que esta alerta también alcanza a los miembros del Partido Comunista de «cualquier Estado Extranjero o de cualquier subdivisión política o geográfica en cualquier Estado extranjero».

Esta guía es parte de una compilación de leyes aprobadas por el Congreso para enfrentar las amenazas a la seguridad de Estados Unidos. Al respecto, se alude en el documento que la membresía o afiliación con el Partido Comunista o cualquier otro partido totalitario es «inconsistente e incompatible» con el «Juramento de Lealtad de Naturalización a los Estados Unidos de América».

«En general, a menos que esté exento, cualquier inmigrante que sea o haya ha sido miembro o afiliado al Partido Comunista o cualquier otro partido totalitario (o subdivisión o afiliada), nacional o extranjera, es inadmisible en los Estados Unidos», se lee en el comunicado.

Este motivo de inadmisibilidad solo se aplica a los extranjeros que buscan el estatus de inmigrante, como los extranjeros dentro de los Estados Unidos que solicitan ajustar el estado al de un residente permanente legal.

Un nuevo paso en el distanciamiento entre Washington y Pekín

La decisión emitida desde la USCIS es una medida que engrosa la lista de acciones que aumentan el distanciamiento entre Estados Unidos y China. El Partido Comunista Chino es la tolda política con mayor poder del gigante asiático. Los temas del comercio, el coronavirus, la legislación de seguridad de Hong Kong y el trato de Pekín a su minoría religiosa en la Región Autónoma Uigur de Xinjiang, son otros tópicos de choque entre estos país.

Ejemplo de ello son las iniciativas para enfrentar las políticas del régimen comunista de Xi Jinping y la persecución a esta tribu musulmana. Recientemente la Cámara de Representantes de los Estados Unidos aprobó la Ley de Prevención del Trabajo Forzoso Uigur.  Esto comprende la activación de una serie de medidas contra la importación de prendas de vestir, así como otros productos provenientes del noreste de China.

Dicha legislación marca un precedente a favor de esta minoría ubicada en China y que ha sido presa de vejámenes por varias décadas, producto de las persecuciones del régimen comunista que les acusa de separatistas y ha llevado a gran parte de esta etnia a «campamentos de reeducación», acción que fue señalada con preocupación por la ONU en 2018, de acuerdo con  BBC Mundo.

La legislación aprobada en el Congreso estadounidense crea una «presunción refutable», la cual asume que todos los bienes fabricados en Xinjiang están hechos con trabajo forzoso. Por tal motivo, tanto su distribución como comercialización en Estados Unidos está prohibida y será considerada ilegal a menos que el importador demuestre lo contrario, reseñó el portal Just Style.

Asimismo, esta ley exige el monitoreo de los eslabones de la cadena de suministro en otras partes de China que estén vinculadas con Xinjiang o involucran transferencias de mano de obra.  Se estima que al menos 80 % del algodón de China se produce en la región Uigur, lo que representa 22 % del mercado mundial.

Se espera ahora una votación en el Senado tras la aprobación en el Congreso de la Ley de Prevención del Trabajo Forzoso Uigur. No obstante, esta discusión podría retrasarse debido a las elecciones presidenciales de noviembre.

Tomado de: https://panampost.com/milagros-boyer/2020/10/04/militantes-del-partido-comunista-no-podran-emigrar-a-estados-unidos/

 

 

sábado, 4 de julio de 2020

"Cuba" UN Watch denuncia que Cuba y dictaduras cómplices intentaron silenciar a Ruiz Urquiola en la ONU

UN Watch/Facebook

La Organización No Gubernamental UN Watch, criticó ayer el intento de silenciar al biólogo y activista cubano Ariel Ruiz Urquiola durante su intervención frente a la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Ginebra, Suiza.
Ruiz Urquiola intervino este viernes frente a la Comisión aunque fue interrumpido al menos cinco veces por el representantes oficial de Cuba, el diplomático cubano Jairo Rodríguez, y las delegaciones de Venezuela, Eritrea, China y Corea del Norte durante su comparecencia de apenas un minuto y medio. Solo Australia salió en su defensa. 
"El biólogo cubano y ex preso político, Dr. Ariel Ruiz Urquiola habló en Naciones Unidas. Cuba y dictaduras cómplices --China, Corea del Norte, Eritrea y Venezuela-- intentaron silenciarlo. Al final Ariel dirigió la atención del mundo hacia los abusos de derechos humanos en Cuba. ¡Bravo!", escribió UN Watch en su página oficial de Facebook, junto con los hashtags #JusticiaParaAriel #Justice4Ariel.
El director de la ONG, Hillel Neuer, también se hizo eco del mensaje en su cuenta de Twitter.
 
El biólogo cubano y ex preso político, Dr. Ariel Ruiz Urquiola habló en Naciones Unidas. Cuba y dictaduras cómplices - China, Corea del Norte, Eritrea y Venezuela - intentaron silenciarlo. Al final Ariel dirigió la atención del mundo hacia los abusos de derechos humanos en Cuba. ¡Bravo!


El activista cubano obtuvo la posibilidad de intervenir en el foro tras realizar una huelga de hambre, sed y medicamentos a las afueras del Palacio de Wilson, donde Neuer lo visitó antes de cederle su espacio para la audiencia pública.
Durante su intervención, Urquiola comenzó hablando de los convenios médicos del gobierno de Cuba, que ya han sido denunciados en la ONU por los abusos a los derechos humanos de los galenos, pero un representante de la isla en Ginebra alegó que Urquiola no pertenece a la ONG Ingenieros del Mundo, no podía seguir su alocución y pidió al vicepresidente revisar su acreditación. 
El vicepresidente de la comisión respondió que la acreditación fue hecha de manera correcta y devolvió la palabra a Urquiola, quien continuó denunciando que "los médicos cubanos son enviados con condiciones de trabajo desventajosas, violando el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. El impacto de esta explotación sobre el sistema de salud pública de Cuba..."
Por segunda vez fue interrumpido por la delegación cubana en Ginebra, quien en esta ocasión alegó que Urquiola se refirió "a cuestiones ajenas al tema del Consejo de Derechos Humanos... estamos en el diálogo sobre la trata de personas" y tildó de "inaceptable" lo expuesto por el activista. "Resulta improcedente que se intente manipular el trabajo de este órgano para cuestiones ajenas al mismo basadas en acusaciones sin fundamentos", agregó.
El Gobierno de Cuba niega que los convenios médicos sean catalogados como trata de personas, pese a que especialistas de la salud que se quedaron en otros países denunciaron que es "un sistema de esclavitud moderna", así como hay pruebas documentales de que las autoridades de la isla se quedan con hasta el 70 por ciento de lo ganado por cada uno de los galenos exportados.
Un diplomático de Venezuela se sumó a la petición de Cuba contra Urquiola y dijo que está fuera del orden del día y utiliza la sesión "para proferir indebidos señalamientos contra un Estado miembro", ante lo cual reiteró la revisión de las palabras del científico y en caso de no ajustarse quitarle la misma. También los representantes de China y Eritrea se sumaron a las delegaciones que no querían dejar hablar al activista.
Como resultado de la interrupciones, la intervención consumió 13 minutos.
Urquiola aseguró hablar en nombre de todos los cubanos que han sufrido los horrores de la dictadura cubana a todos los niveles. También recalcó, en el video grabado por Léo Juvier-Hendrickx y cedido a CiberCuba, "las formas increíbles que tienen de silenciar".
El Consejo de Derechos Humanos es un organismo dentro del sistema de las Naciones Unidas compuesto por 47 Estados responsables de la promoción y protección de todos los derechos humanos en todo el mundo.
Se creó en 2006 para sustituir a la Comisión de Derechos Humanos, afectada por diversos escándalos y una severa crisis de legitimidad.
Ambas instituciones han perdido prestigio a nivel internacional desde que incluyen entre sus miembros a representantes de regímenes totalitarios como China, Rusia y Venezuela. Precisamente el año anterior, el régimen de Nicolás Maduro, con una amplia lista de violaciones de DDHH fehacientemente comprobadas, logró reelegirse para seguir formando parte del CDH por otros tres años, con 105 votos a favor,
Estados Unidos decidió abandonar el Consejo en 2018 argumentando que no comple con su propósito, y sólo sirve como un "escudo para los violadores de los derechos humanos". La Administración Trump consideró que su retirada pondría de relieve la "urgente necesidad de una reforma estructural" del órgano.
Tomado de: https://www.cibercuba.com/noticias/2020-07-04-u200807-e200807-s27061-watch-denuncia-cuba-dictaduras-complices-intentaron









martes, 9 de junio de 2020

"Cuba" China estafó a diez países con insumos médicos defectuosos

En medio de una crisis sanitaria sin precedentes a nivel global, los países necesitan adquirir insumos médicos de forma masiva para combatir a la pandemia y varios se han visto estafados con mercancía proveniente de China

 


Las mascarillas se han vuelto un insumo básico para evitar la propagación del virus. (Efe)
 

Son diez los países que hasta ahora se conocen, han sido estafados por insumos médicos provenientes de China: España, Reino Unido, Colombia, Canadá, Alemania, Holanda, Finlandia, República Checa, Bélgica y Turquía.
En esta pandemia, las naciones del mundo deben apoyarse entre sí para poder resolver las falencias que tengan los diferentes sistemas de salud. En esta faceta, China no se ha portado como un aliado confiable, ya que ha estafado a varios países con insumos médicos defectuosos.

España, el escandalo de los test inservibles

España, tal y como otros países de Europa, recibió cientos de miles de test de diagnóstico rápido desde China. A finales de marzo, el Ministerio de Sanidad Consumo y Bienestar Social de ese país, distribuyó 8 000 kits de diagnóstico rápido para detectar al COVID-19. Los resultados fueron catastróficos: Los test solo tenían una sensibilidad de 30 %, cuando los lineamientos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que deben tener 80 %.
Si ya de por sí la situación es escandalosa, todo se agravó cuando la Embajada de China en España aseveró que entre la lista de empresas certificadas y que tenían licencia para la exportación de insumos médicos, no estaba Shenzhen Bioeasy Biotechnology a la que el gobierno español le compró los kits.
Cuando salió el escándalo de los test fallidos, Shenzhen afirmó que no eran problemas de los test, sino del uso inadecuado. Mientras tanto, una fuente del gobierno chino le indicó a EFE que “no han detectado irregularidades en esos kits por el momento ”, pero que continuarán las investigaciones.
El asunto fue el mes pasado, y al final, se resolvió con un acuerdo entre el gobierno español y la empresa Shenzhen Bioeasy para enviar otro tipo de test más fiables. Todo pese a que la empresa no tiene la licencia oficial del gobierno chino.

España no ha sido el único afectado por test defectuosos

República Checa y Turquía también se han visto perjudicados por los test de diagnóstico rápido provenientes de China. En el caso del país turco, fue la misma empresa Shenzhen Bioesay la que proporcionó test carentes de la efectividad requerida. A los turcos no les quedó de otra que devolver los kits.
El lote era de unos 350 000 kits, pero el gobierno de Turquía los probó antes de realizar pruebas a gran escala. “El gobierno español cometió un grave error al usarlas”, espetó Ates Kara, miembro del equipo de respuesta contra el coronavirus del Ministerio de Salud de Turquía.
Turquía pese a ser uno de los pocos países que producen sus propios test, no alcanza a procesar las suficientes pruebas diarias para decir que son autosuficientes. «Nuestros números de prueba son bajos. Ciertamente no estábamos preparados. Los países que están listos deben tener altos números de prueba», dijo Sinan Adiyaman, presidente de la Asociación de Médicos de Turquía (TTB) a la agencia Reuters.
En el caso de la República Checa, no se ha confirmado oficialmente que los test no funcionen, pero medios locales informaron que hasta el 80 % de los kits de diagnóstico rápido enviados desde China tenían problemas.
El gobierno checo desmintió ese reporte de la prensa aludiendo que el problema fue “de procedimiento”. Fueron el viceministro de salud Roman Prymula, junto al ministro del interior Jan Hamacek, quiénes se encargaron de señalar que ese porcentaje revelado por la prensa no era real y que la causa de los fallos pudiera ser por metodología. El gobierno checo habría adquirido unos 150 000 kits.

Colombia, el estafado sudamericano

El Ministerio de salud colombiano denunció que miles de pruebas rápidas para detectar al COVID-19 provenientes de China no funcionan. Al igual que en España, Fernando Ruiz Gómez, ministro de salud, informó al Congreso que la adquisición se hizo a un laboratorio no aprobado por el gobierno de Beijing, el cual envió kits de test que no dieron resultados confiables.
Si bien el gobierno chino puede alegar que los proveedores no son avalados por ellos, tener a empresas que estafan a los países del mundo debería ser motivo suficiente para abordar esta problemática de lleno. ¿Por qué siguen funcionando? ¿Qué medidas se tomarán?

Reino Unido y la gran estafa china

El gobierno británico no solo canceló la compra de 17.5 millones de test para anticuerpos que no funcionan, sino que también le pidió un reembolso al gobierno chino por los 3 500 000 de pruebas fabricadas en el país asiático que dieron “muchos falsos negativos y también falsos positivos”, tal y como indicaron autoridades británicas.
Reino Unido quizás haya sido el país más afectado por los negocios durante la pandemia con el país asiático. Primero, El gobierno británico había ordenado la compra en China de decenas miles de test de anticuerpos para detectar quien ha padecido la enfermedad. Pero, casi ningún resultado fue seguro o efectivo para implementarse a gran escala, según John Newton, encargado de evaluar las pruebas en Reino Unido.
Newton resalta que los test pueden identificar con precisión solo los anticuerpos del virus en personas que han estado gravemente enfermas, pero no en quienes presentaron síntomas leves o moderados. Por eso la compra de los kits ha sido cancelada.
Segundo, el reembolso que pide el gobierno de Reino Unido es por los 3 500 000 de estos test adquiridos durante el mes de marzo y que resultaron ineficientes. El especialista, Newton, soltó el jarro de agua fría: “Los casi 3 500 000 millones de test comprados por el ejecutivo no tienen fiabilidad suficiente”.

El problema de las mascarillas chinas

Holanda, Alemania, Bélgica, Finlandia y Canadá fueron los países que sufrieron los efectos de la mala calidad de las mascarillas chinas. Algunos más que otros.
El Ministerio de Salud de Países Bajos anunció el retiro de 600 000 máscaras provenientes de un fabricante chino el 21 de marzo. Se puede decir que Holanda fue quizás el que menos sufrió del mal negocio, ya que el número fue relativamente bajo si se compara con los otros países.
El producto que llegó al país holandés, en teoría, contaba con la certificación de calidad N95. Pero los funcionarios médicos holandeses denunciaron que las máscaras no encajaban en la cara y que los filtros no funcionaban de forma adecuada. Por ende, fueron retirados del suministro para el personal de blanco.
El caso alemán es mucho más dramático, ya que las mascarillas no son solo deficientes, sino que están totalmente dañadas. Además, el número es altísimo: 11 millones de mascarillas totalmente inservibles.
Según informó la revista Der Spiegel, las mascarillas chinas adquiridas por Alemania resultaron ser “una basura”, pues tenían los filtros malos y las cintas rotas. Esto aún debe confirmarse a través de medios oficiales. Ya Der Spiegel había adelantado cómo se perdieron seis millones de mascarillas pedidas por Alemania en Kenia semanas atrás.

La calidad de las mascarillas es sencillamente vital para evitar la proliferación del virus (Efe).
 

Canadá no se quedó atrás, y es que el país que tiene como primer ministro a Justin Trudeau, compró un millón de mascarillas KN95 que resultaron defectuosas. Fue el Departamento de Salud de ese país quién se encargó de informar que las mascarillas no cumplían con los requerimientos necesarios de las normas federales.
Lo peor de esta situación, es que las mascarillas estaban destinadas a los trabajadores de la salud que están en la primera línea del tratamiento para combatir el brote del coronavirus originado en Wuhan, China.
Lo mismo le ocurrió a Bélgica, que recibió un lote de mascarillas KN95 inservibles, tal y como publicó la Deutsche Welle. «El nuevo lote de mascarillas eran del tipo KN95, equivalentes a las FFP2, y venían de un proveedor chino», informó el reportaje. Las mascarillas que llegaron al país belga no pasaron las pruebas de calidad y tampoco podrán utilizarse.
Por su parte, el gobierno de Finlandia también se quejó por el material deficiente, lo que ha provocado que China requise 89 millones de mascarillas «para evitar las críticas».

Occidente debe tomar medidas

Esta gran cantidad de irregularidades con empresas y el régimen chino debería servir como un llamado de alerta a los países del mundo: no se pueden hacer negocios con regímenes o empresas bajo esta condición. Lo peor es que la propaganda que difunde el régimen chino por estas “ayudas” es increíble. La búsqueda de aliados es notoria, la de limpiar su imagen también.
Los países de Occidente deberían ejercer su responsabilidad y exigirle al régimen de China que haga una verificación exhaustiva de calidad, las excusas baratas de que “el mercado es demasiado grande” – como indican las autoridades de ese país – no son válidas. China está poniendo en riesgo a un número incalculable de vidas, primero con el descarado ocultamiento del virus, ahora por sus insumos médicos defectuosos e inservibles.

 



lunes, 8 de junio de 2020

"Cuba" La Derecha y las democracias del mundo siguen comiendo catibía frente a los desmanes de la izquierda globalista.




EITB
 Disturbios en Estados Unidos por la muerte de George FloydFoto © EITB   


 La Derecha y las democracias del mundo siguen comiendo catibía frente a los desmanes de la izquierda globalista y sectaria que ha logrado, incluso, reconstruir el viejo discurso de superioridad moral de Lenin y sigue mataperreando a gusto en plazas y calles democráticas y callando frente a los desmanes de las dictaduras de Arabia Saudí, Irán, Cuba, Nicaragua, Venezuela, China y Corea del Norte, entre otras.
Los cínicos de la izquierda saben que la casta wahabí no se anda con miramientos y que pueden acabar despedazados como el periodista Jamal Khashoggi y por eso callan ante la barbarie del terrorismo vinculado al islamismo radical y los linchamientos de homosexuales en Teherán, por ejemplo.
La muerte -que no asesinato- como prueba la autopsia realizada a George Floyd, ha servido a los activistas del izquierdismo mundial para armar el lío e intentar desestabilizar a sociedades democráticas que parecen indefensas ante el avance del ¿socialismo? del siglo XXI.
Frente a esos intentoss, mano dura sin contemplaciones; aplicar la ley a rajatabla, protegiendo a ciudadanos y empresas; conmueve la muerte de un ser humano, pero ello no justifica asaltar y saquear propiedades ajenas y generar caos en las calles.
Los alborotadores en Estados Unidos, Brasil, Chile, Argentina y Europa son los mismos que silenciaron la muerte del negro cubano Orlando Zapata Tamayo, albañil y plomero, tras una huelga de hambre y sed de 86 días, que acabó con su vida en una sala hospitalaria para presos en La Habana.
Los numerosos aliados del tardocastrismo en el mundo y los gusañeros regocijados por visitar su antiguo CDR con dólares en el bolsillo, compraron la tesis del gobierno cubano de que se trataba de un delincuente con historial delictivo, que es la fórmula habitual del totalitarismo para intentar desacreditar a sus opositores.
Pero aún dando por buena la manipulación de La Habana, que reprimiría violentamente cualquier algarada callejera en honor a Zapata Tamayo, resulta que el fallecido Floyd era también negro, pobre y delincuente, según sus antecedentes policiales; de hecho, el intento de pagar con un billete falso de 20 dólares en una tienda desencadenó su detención y posterior muerte.
Debe resultar muy duro para una revolución tan virtuosa soportar la frustración de que un hombre nacido en el año en que Che Guevara fue asesinado en Bolivia, y educado en un sistema que dijo a los pobres: Lee y no creas; haya acabado siendo un delincuente terco que se suicidó lentamente.
Algo falla en el paraíso de los pobres, cuando ocurren estas anomalías. ¿Cuál es la diferencia, entonces?
Sencilla, que Floyd es carne de mártir frente a Donald Trump, un presidente electo democráticamente por los norteamericanos y que nada resulta más fotogénico que un negro reducido por un policía blanco y la posterior algarabía mediática y la indignación de la izquierda globalista y sectaria que guarda vergonzoso silencio frente a los desmanes de sus correligionarios.
El sistema judicial norteamericano tiene acreditado prestigio de independencia y profesionalidad y sabrá calificar correctamente los hechos y juzgarlos en sus justos términos; pero esa ecuación democrática no cuadra a los mataperros globalistas que han generado un linchamiento al policía y a las fuerzas del orden para intentar conseguir debilitar las aspiraciones de reelección de Donald Trump.
Lógicamente, el Palacio de la Revolución ha dado orden a la prensa anticubana que financia para que amplifique la desgracia de Floyd y siga silenciando las denuncias de Juan Antonio Madrazo Luna: Cuba desoye las recomendaciones de Naciones Unidas en materia de igualdad racial, el partido comunista y el estado mantienen una posición conservadora frente a la discriminación e intentan achacar los problemas de los negros en la isla al diferendo con Estados Unidos.
Como La Habana sabe que cuenta con el apoyo incondicional de los bobos solemnes que militan en la izquierda mundial, incluidos los emigrados asiduos a las embajadas cubanas; ya habrá dado instrucciones precisas a sus agentes en Estados Unidos para que contribuyan financiera y discretamente a la campaña de Trump y de Biden, que es una práctica habitual de la casta verde oliva desde la Crisis de los Misiles, cuando Fidel Castro Ruz comprendió que los rusos solo lo querían como portaaviones a 180 kilómetros del imperialismo yanqui.
Si una vez reelecto, Trump recuperara sus empeños golfísticos en Cuba y cambiara la política, valorando la aportación económica del tardocastrismo a su campaña; nos divertiremos con el giro copernicano de La Habana y la prensa adicta al régimen que descubrirá virilidad en el pelo rojo del compañero presidente Donald y sus ancestros en Moa.
Como diría el compositor mexicano José Alfredo Jiménez, vivimos en un mundo raro, donde la mayoría de las 36 dictaduras en el mundo son de izquierda, pero solo las de derecha son repudiables.
En esta distorsión, la responsabilidad principal recae en una derecha acomplejada que se deja mangonear por la izquierda hábil en pretender responsabilizarla en los crímenes desde aquellos Patricios romanos hasta Pinochet y Stroessner; obviando los crímenes de Lenin, Stalin, Mao, Kim Il Sung y Fidel Castro Ruz, entre otros.
Macri y Piñera son los penúltimos ejemplos de esa debilidad de la derecha, que ha hecho posible el retorno del kichnerismo a Argentina, donde ya Jorge Luis Borges se encargó de avisar que los peronistas no son buenos ni malos; son incorregibles.
La otra gran falla de la Derecha es su descuido de los pobres, con un discurso para sus bobos solemnes que siguen sin percatarse que las políticas neoliberales han llenado las urnas de votos para la izquierda, que ostenta el récord mundial de producción de pobreza y emigrados, como ocurre en Cuba.
La Derecha debe afrontar, sin miedo a la izquierda, pero situar el combate de la pobreza y la desigualdad como prioridad política y no dejarse engatusar por los exaltados teóricos que -desde sus cuentas corrientes saneadas- pretenden decir a los estados que no inviertan recursos públicos, que ya se encargará el mercado de regular las sociedades.
Craso error, política suicida que alegra los corazones de la izquierda global y sectaria. La política de la derecha debe consistir en liberarse de complejos absurdos y, en el ámbito social, perseguir el fraude en ayudas sociales y evitar el parasitismo inducido a cambio de voto cautivo; pero ser ágiles socorriendo a quien realmente lo necesita y posibilitando que nadie -bajo sus gobiernos- quede sin estudiar o sin atención médica por su bajo nivel de renta.
Si alguien duda aún, solo debe estudiar el caso de Venezuela, donde el castrismo impuso su política batistiana, de Fulgencio, de comprar votos con asistencia médica; digo, eso fue lo que nos enseñaron en el colegio: Antes de la revolución, si un pobre necesitaba atención médica, tenía que entregar su cédula electoral y la de su familia al político de turno.
Cualquier parecido con esas brigadas médicas que Cuba vende por el mundo es mera coincidencia, fruto del azar; quizá la cercanía entre Birán y Banes genera discursos y habilidades parecidas, aunque a simple vista parezcan irreconciliables, como aquella señora de La Habana que colgó un cartel en la fachada de su casa: Permuto para Venezuela. Cuando fueron a preguntarle, dijo que así podría operarse de cataratas.