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miércoles, 20 de agosto de 2014

Se desploma un techo en el Hospital Universitario Calixto García de La Habana

8/20/2014 10:39:00 a. m. 
Fachada del Hospital Universitario Calixto García. Foto: Hablemos Press.

Por Dr. Eduardo Herrera/ Hablemos Press.

LA HABANA, 20 de Agosto.- El techo de la sala de Observaciones de
Cirugía, en el Hospital Universitario Calixto García, sufrió el pasado
domingo en horas de la noche su segundo desplome en menos de dos
meses.

En el accidente, salió lesionado un médico --de origen peruano-- que se
encontraba como paciente en dicha sala, como consecuencia de una caída
que le ocasionó un trauma craneal. Partes del techo derrumbado le
golpearon en la cabeza. Otros acompañantes sufrieron lesiones leves.

Los médicos, enfermeras y resto del personal presente, evacuaron a los
pacientes hacia otra sala. Sin embargo, a la mañana siguiente, el
director decidió regresarlos a la del derrumbe. Concretamente, a la
zona que se conservaba intacta, sin tener la seguridad de que no
continuaran los derrumbes.

Otras salas y salones de operaciones han sufrido derrumbes similares,
algunas de las cuales se encontraban recién reparadas. Incluso, se han
dado casos en los que estos salones estaban siendo utilizados. En Cuba
no indemnizan a los afectados por experiencias como estas, tampoco
llaman a responder a los responsables.

Personalmente, en una ocasión, mientras operaba un caso urgente, hubo
un derrumbe parcial del techo del salón de urgencias, el cual había
sido estrenado hacia poco tiempo y ya presentaba filtraciones. Luego
de esto los jefes continuaron programando operaciones.

La falta de control y la indolencia hacia las reparaciones realizadas,
por parte tanto de constructores como de directivos, hacen que ocurran
accidentes como estos, que no son impredecibles. Afortunadamente, no
ha habido víctimas fatales en tales incidentes, pero sí algunos
afectados tanto física como psíquicamente, luego de tales desgracias.

Al parecer, a los directivos de Salud, solo les interesa dar cifras,
seguir mintiendo al pueblo y buscando soluciones absurdas como la que
dijo un cirujano en una entrega de guardia, a manera de jocosidad,
"tendríamos que trabajar con cascos en este hospital".

http://www.cihpress.com/2014/08/se-desploma-un-techo-en-el-hospital.html

domingo, 21 de octubre de 2012

Otra página negra del hospital Calixto García


Otra página negra del hospital Calixto García

[21-10-2012]
León Padrón Azcuy
Periodista independiente
Foto:informatica2007.sld
(www.miscelaneasdecuba.net).- El hospital Calixto García,  centro que debía de servirnos de ejemplo y guía en la higiene y protección de la salud de la población está creando situaciones insoportables. Por ello, Ismelia Martin Mesa,  quien trabaja en el despacho del Viceministro del comercio exterior y la inversión extranjera Oscar Pérez-Oliva Fraga, dirigió una carta a los factores de Salud Pública de este centro y a la redacción del periódico Granma.

La misiva, entregada a este reportero por una fuente que no quiso ser identificada, pero igual se siente afectada por estos problemas, da cuenta de esta y otras espeluznantes situaciones por la que han pasado los vecinos del edificio No 501, calle 25, entre las calles H e I en el Vedado (entre el instituto de Gastroenterología y la escuela de Biología de la Universidad.


Desde hace poco más de dos años se están quejando de un derrame de aguas albañales de la fosa de este Hospital, que en muchas ocasiones corre como un río por el costado de la Escuela de Biología, atravesando la calle 25 y continúa por la calle I hacia 23, llegando hasta el parque El Quijote. Cuando eso ocurre la fetidez y la infección de estas aguas contaminadas, se hacen insostenibles. Las calles están llenas de huecos, debido a la filtración de esta pestilencia.


Este reportero entrevistó en el lugar a varios de los afectados, que por cierto, no sólo son los inquilinos del edificio mencionado. Miriam, quien vive frente a la Facultad de Biología dijo: “aunque en este momento no están fluyendo esas aguas albañales, no tardará en hacerlo, porque este problema ha sido la tónica durante mucho tiempo, cuando menos lo espera ahí está la corriente de pestilencia desembocando en la calle 25.” 


Un estudiante de la escuela de Biología, que prefirió el anonimato declaró:  “el periódico Granma dedica parte de su segunda página a recordar cuánto cuesta en el mundo cada servicio de salud que en Cuba es gratuito, y no se pronuncia sobre estas terribles situaciones dentro de su maltrecho sistema de salud que afectan peligrosamente a los vecinos y estudiantes de este lugar.”


En una parte de la carta de Martin Mesa se puede leer…“hace dos años cursé por esta vía una comunicación al Dr. Estruch con una situación “súper crítica” que hace mucho tiempo estamos informando. En aquella ocasión el Viceministro Estruch solucionó varios temas que nos estaban afectando a los vecinos de este edificio: dejó de expandirse el humo negro de los crematorios del Calixto, que invadía nuestras casas y los alrededores. Se eliminó la bulla de las madres con sus niños que estaban ingresados en las salas de pediatría del instituto de Gastro, cuyo pasillo colinda con nuestro edificio, quedando pendientes otros”. 


Sin embargo, otras fuentes cercanas al lugar dicen que cuando hay fuertes vientos, ese humo procedente de cremaciones efectuadas en este hospital penetra en sus hogares.


Lo cierto es que todos estos azotes, unidos al dengue, el cólera y la falta de medicamentos y buen servicio generalizado, derrumbaron desde hace mucho tiempo el criterio de que la salud pública en la isla es una de sus mayores proezas. Los cubanos de a pie saben que eso es una gran mentira.


Es ridículo ver cuando visitan nuestros hogares los compañeros de la campaña anti- vectorial buscando una tapita o un pomito con agua para prevenir que proliferen los mosquitos. ¿Será que estos compañeritos no miran para las calles por donde tienen que pasar?. 

viernes, 28 de septiembre de 2012

Carta de Cirujanos del hospital #CalixtoGarcía a @RaulCastroR


Subject: Fw: Cirujanos del hospital Calixto García denuncian
Date: Fri, 21 Sep 2012 05:58:09 +0200

Ser bueno es el único modo de ser dichoso.
Ser culto es el único modo de ser libre.
Pero, en lo común de la naturaleza humana,
se necesita ser próspero para ser bueno.
José Martí

Carta abierta del Servicio de Cirugía General del Hospital Calixto García al Primer Secretario del PCC y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, General de Ejército Raúl Castro Ruz

El hospital Calixto García de la Habana tiene como misión brindar atención médica especializada preventivo-curativa y de rehabilitación de forma ininterrumpida a la población, mediante asistencia médica de calidad y alto nivel profesional. Con sus más de 100 años de historia ha sido una escuela permanente de los cirujanos del país, y un elemento importante en la lucha de nuestro país por su independencia; muchos de nuestros profesores fueron combatientes de la clandestinidad y brillantes médicos en misiones internacionalistas de gran importancia. Los cirujanos de este hospital, respetando el juramento hipocrático, se han caracterizado históricamente por ser críticos y autocríticos, pero sobre todo combativos ante las dificultades, las decisiones mal tomadas, y los múltiples errores que afectan a nuestra nación, y que poco a poco ponen en peligro el futuro, considerando la salud como un pilar de las transformaciones surgidas en el periodo revolucionario, y nuestro deber brindar una atención médica profesional y digna, acorde a los adelantos científicos del siglo XXI.

Luego de innumerables informes a la jefatura de servicio, la dirección del hospital, de discusiones en el seno de los núcleos del PCC, y la imposibilidad de participar en análisis a otros niveles con los dirigentes del ministerio desde hace mucho tiempo, donde el personal médico plantee sin restricciones sus opiniones y formas de resolver los grandes problemas que hoy afectan al sector de la salud y que incluye desde la formación hasta la atención médica directa, un grupo de cirujanos consideró su deber elemental, y acordó enviar esta carta a su persona, con el único fin de informarle de elementos sumamente graves en la atención al pueblo cubano, que al parecer por el tiempo que viene sucediendo en la salud pública en general y en nuestro hospital en particular, y la falta de proyecciones inmediatas para resolverles, son desconocidos por la alta dirección política del país, contrastando en proporción inversa con el discurso oficial de nuestros medios de difusión

La atención médica, y sobre todo quirúrgica, en nuestro centro, es un gran desastre, caracterizada por:
- Hospital destruido en su estructura física, por su edad e innumerables reparaciones de pésima calidad y corta duración.
- Falta de importantes recursos en la atención a los pacientes por distribución inadecuada, por gestiones insuficientes o por exceso de trabajo ante la reducción de la actividad en otros centros por causas similares.
- Deterioro humano mental acompañante por la pérdida de la mínima atención al hombre, que bajo largas jornadas de trabajo gratuito en un número importante de horas, y en un país donde las gratuidades se terminaron, tienen un confort para su trabajo que está por debajo de la de cualquier lugar pobre del mundo.

Nuestro centro hospitalario, en el aspecto quirúrgico, se ha ido reduciendo, de unos 30 salones para todas las especialidades, a no más de 10 en la actualidad, los que aún con gran destrucción brindan esta vital atención al pueblo; las irregularidades en estos salones, sus continuas roturas de aires acondicionados, falta de agua, falta de equipamiento adecuado en algunos de ellos, provocan que pacientes con cáncer no puedan ser intervenidos a tiempo en nuestra institución, que otros con patologías benignas susceptibles de ser resueltas de forma mediata a su diagnóstico lleguen complicadas por la falta de rapidez en la solución de sus problemas, y como si esto fuera poco, las patologías urgentes también tienen grandes dificultades.

Estas, que constituyen un número importantes de casos, que llegan remitidas de cualquier lugar de la ciudad, muchas veces mal enviadas, poniendo en peligro la vida de los pacientes y causando incluso muertes que teóricamente se podrían haber evitado, y a pesar de que es la única prioridad quirúrgica con que trabaja el hospital una buena parte del tiempo, deben en ocasiones esperar más de 24 horas entre su anuncio y su intervención urgente, debido sobre todo a la falta de disponibilidad de salones, del personal suficiente y adecuado, pero además al cansancio físico y psíquico de los médicos que plantean, replantean y discuten los problemas a todos los niveles posibles y/o hacen buena parte de las veces de camilleros, de auxiliares de limpieza, además de cargar con toda la responsabilidad de un paciente enfermo ante su familia, el propio paciente y la sociedad. Las deficiencias en el sistema de atención médica son tan graves, en nuestra opinión, que nos obliga por estas cuestiones y otras de recursos que se mantienen de forma transitoria o permanente, a no brindar una atención profesionalmente ética y digna a nuestro pueblo, como es nuestro sagrado deber.

Por otra parte, las reparaciones emprendidas en nuestro centro, y que llevan más de 10 años de ejecución, poco han cambiado la inviabilidad de un hospital horizontal en los tiempos actuales; la mayoría de las reparaciones son coloretes a edificios viejos, realizados con una pésima calidad y, por supuesto, una corta duración, lo cual aumenta la frecuencia de la nueva reparación. Salas que han demorado 10 años, hoy se desmoronan 4 meses después de su apertura, ante el primer aguacero; filtraciones, derrumbes en los falsos techos, y un número importante de áreas declaradas inhabitables, constituyen el diario en nuestro trabajo y la estancia de nuestros pacientes.

Las suspensiones de operaciones por causa del clima, del agua, insuficientes salones, o de cualquier cosa, dejaron de ser imprevistos, para convertirse en algo cotidiano. Ya las unidades quirúrgicas dejaron de ser las que tienen que estar listas para resolver los problemas de los pacientes, ahora somos los cirujanos los que tenemos que priorizar a uno u otro paciente en una lamentable y desgastante búsqueda de oportunidades quirúrgicas para un cubano que solo conocemos lamentablemente por causa de su enfermedad.

Solo a este panorama deprimente necesitamos sumarles las condiciones de confort que tienen los médicos y el personal en general, donde empezando por un salario que no le alcanza para vivir a él y a su familia, una atención degradante en los servicios de trabajo y guardia, que incluyen la ausencia de un lugar para descansar en las largas jornadas quirúrgicas o de trabajo, los varios kilómetros caminados en el recorrido entre salas, bajo el polvo, el sol y muchas veces la lluvia, la pésima calidad y suficiencia de la alimentación, la falta de un lugar decente donde practicar sus necesidades fisiológicas, y duchas para refrescar en el intenso calor o su limpieza ante una intervención contaminante, casi obligan, cuando se convierten en permanentes, a cambiar mentalidades.

La fatiga, bien estudiada duplica las complicaciones; si además adjuntamos la cifra ridícula de 10 litros de gasolina que le dan mensualmente a los afortunados que tienen autos, y que no alcanza ni para ir al trabajo la primera semana del mes, entre otras muchos maltratos, se completa el cuadro de deterioro que influye de forma determinante en la atención medica que se le brinda al pueblo.

Hoy es imposible pedirle a un médico, aún con auto, que acuda al hospital en el horario de la noche a ver su paciente operado, o que venga el domingo, como ha sido habitual en los cirujanos históricamente; más que eso, es imposible pedirle que venga a reintervenir un paciente complicado a las 10 PM y que no hace falta ser muy inteligente para saber lo que pasa con un caso que se ha tenido que reintervenir 5 veces por cirujanos distintos.

Nosotros consideramos que esta situación desastrosa indiscutiblemente genera complicaciones en los pacientes, donde estudios demuestran que después de 6 horas de trabajo de un cirujano las complicaciones se le multiplican; por supuesto, hablamos de trabajo con confort adecuado. También en muchos casos, la muerte, que le brindamos cuando se trata de un paciente terminal que casi no tiene salvación, no es éticamente digna, pues no se puede hacer con él lo que merece o lo que se debe hacer, en el tiempo que se debe hacer: ejemplos múltiples tenemos todos los cirujanos que laboramos en este centro, y gran parte de la población que observa y critica que lo que se dice en el panorama informativo nada tiene que ver con nuestro país y nuestros hospitales.

Pensamos que el gobierno nuestro tiene compromiso en todo esto, pues existen para satisfacer las necesidades del pueblo, para resolver los problemas del pueblo, de los trabajadores, porque simplemente son los responsables de mantener los centros hospitalarios, de que los trabajadores se formen adecuadamente en un sistema educacional justo y de calidad, que les imprima una educación ética y consecuente con la labor que van a realizar, o nadie piensa por qué los médicos, ingenieros, constructores, en las misiones se entregan en su trabajo: lo hacen porque el trabajo genera su mejoría, la de su familia y la de la sociedad donde viven, pero por desgracia, eso solo se alcanza en nuestro país saliendo del mismo, saliendo del país que nos vio nacer, el que es nuestro, por derecho, el que nadie, absolutamente nadie, tiene el derecho de arrebatarnos nuestra identidad por ningún concepto, y por el que debemos entregar incluso la vida para que siga siendo nuestra nación independiente.

Las desgracias narradas no vienen solas, llegan despacio cuando se mantiene por años la inversión del nivel de vida de las personas con su capacidad y entrega, ley socialista bien conocida por todos: "A cada cual según su trabajo".

Cuando los gobiernos, con sus leyes, decretos, circulares especiales, y sus decisiones y disposiciones, van comprometiendo el futuro, ¿hasta cuándo vamos a agradecerle a la generación del centenario por haber cumplido con su deber y su obligación de liberar a Cuba, mientras nuestra generación espera para cumplir con su deber de desarrollar y darles a nuestra familia, a nuestros hijos, a nuestros hermanos cubanos la vida que se merecen, mientras las destructoras huellas de la corrupción transitan con libertinaje singular para cada lado de la sociedad al que se pueda dirigir la mirada? Como decía José Martí: "En lo común de la naturaleza humana, se necesita ser próspero para ser bueno". El gobierno es responsable de todo esto, y no solo de saberlo, sino también de resolverlo. Por eso, y antes de que continúe siendo tarde y sucedan acontecimientos como los del hospital de Mazorra, decidimos en este colectivo de médicos, sacrificados, trabajadores, dedicados, éticos, y sobre todo bien mal tratados, informar a usted y a los responsables de todas estas preocupaciones, graves en nuestra modesta opinión, desde este lugar tan subvalorado en la escala social como lo constituye el heroico e histórico servicio de cirugía general del hospital más antiguo de nuestra querida patria.
http://secretoscuba.cultureforum.net/t23495-cirujanos-del-hospital-calixto-garcia-denuncian-las-verdades-de-un-sistema-totalmente-decadente

lunes, 17 de septiembre de 2012

Hospital cubano ¿Cuerpo de guardia o matadero?


¿Cuerpo de guardia o matadero?
Lunes, Septiembre 17, 2012 | Por Camilo Ernesto Olivera Peidro

LA HABANA, Cuba, septiembre, www.cubanet.org -El encontronazo fue duro. El amigo nuestro cayó con todo su peso sobre una de sus piernas y el dolor fue inmediato. Entre todos le ayudamos a levantarse del suelo y le preguntamos si podía mover la pierna. Él intentó moverla y no pudo, palpó la zona del golpe y percibió los primeros síntomas de inflamación.

La cosa era como para preocuparse y decidimos ayudarle a llegar al Cuerpo de Guardia del Hospital “Calixto García”, cercano al lugar donde nos encontrábamos, en El Vedado capitalino. Prácticamente lo cargamos durante todo el trayecto. Cuando entramos, percibimos el cambio en el interior del sitio, resultado de una reparación a nivel constructivo… Pero solo eso.

Eran las 2 de la madrugada del domingo, una hora y un día complicados. Pasamos al salón de espera y encontramos a un número grande de personas sentadas a la expectativa de los médicos, como quien reza y acecha un milagro que no llega. Un anciano, con problemas de próstata, llevaba esperando casi dos horas. Otras personas, con los más disimiles apuros, también aguardaban.

Cuando entramos, vestidos de negro y con el pelo largo típicamente rocker-metaleros, la reacción instintiva de los presentes en el salón fue de desconfianza. Tantas décadas de censura y adoctrinamiento en el rechazo al diferente, nos hacían aparecer a sus ojos como seres demoniacos, surgidos de algún “aquelarre satánico”. Por nuestra parte, enseguida nos dimos cuenta de que algo no andaba bien en aquel lugar.

El impulso nos llevó a tocar en las puertas de las consultas y a reclamar a voz en cuello la presencia de los médicos.

Mientras, el anciano no pudo aguantar más la cruenta espera y se orinó sentado en el asiento. Las demás personas comenzaron, poco a poco, a secundarnos en aquella protesta. Un individuo vestido con una bata blanca surgió en escena, observó lo que pasaba y se retiró en silencio. Poco después, apareció una muchacha que se identificó como la “operativa de guardia”, e intentó amenazarnos con llamar a la policía.

El clamor generalizado la paralizó, primero, y luego, la obligó a moverse en función de localizar a los médicos ausentes. Como por arte de magia, comenzaron a parecer los galenos, todos menos los encargados de la consulta de ortopedia. Al pobre anciano le resolvieron el traslado en una ambulancia para otro hospital. Un joven que apenas podía contener la sangre que brotaba de una de sus piernas, producto de un machetazo, logró ser atendido. Los médicos encargados de la consulta de ortopedia estaban, supuestamente, para el salón de operaciones. Pero apareció “de la nada” un especialista capaz de acoger aquel caso urgente.

Una simple rebelión de cuatro “freaks” contra más de dos horas de desidia, había obrado el milagro de echar a andar un “cuerpo de guardia” devenido matadero, depósito de adversidades.
Al final, todos resolvieron su problema…menos nosotros y el buen amigo que continuaba con la pierna resentida. La sala de espera quedo vacía. Nos quedamos rodeados por las frías y recién reparadas paredes de un salón ahora silencioso.

De pronto, la puerta de la consulta de ortopedia se abrió. La vimos salir sigilosa e indiferente: una joven “doctora”, que, por su acento, era seguramente de algún país latinoamericano. Una practicante de la especialidad intentando pasar esa noche de guardia en el hospital de la manera menos complicada posible. Pretendimos hablarle, pero fue como si lo hiciéramos con una esfinge. Cuando se dio cuenta de que intentábamos filmarla con un móvil, se escurrió de nuevo dentro de la consulta, dando un portazo.

A esas alturas, nuestro amigo había logrado mover la pierna y decidió irse para su casa. Resolvería el problema poniendo sobre la zona afectada hojas de Caisimón, planta medicinal que es conocida en la isla por sus propiedades antiinflamatorias. Salimos de aquel salón de hospital y yo mentalmente recé a todos los santos, pidiéndoles no tener que verme nunca más en la necesidad de acudir allí, para nada.

http://www.cubanet.org/articulos/%C2%BFcuerpo-de-guardia-o-matadero/