twiteros cubanos libres

Mostrando entradas con la etiqueta Huber Matos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Huber Matos. Mostrar todas las entradas

sábado, 1 de diciembre de 2012

Huber Matos


por Carlos Alberto Montaner

(FIRMASPRESS) Huber Matos acaba de cumplir 94 años. Sigue intelectualmente lúcido, y física y políticamente ágil y activo. Se trata del único comandante democrático vivo de la Sierra Maestra, de cuantos pelearon junto a Fidel Castro contra la dictadura de Batista. En 1959, en los primeros meses del triunfo revolucionario, su nombre estaba entre los jefes más queridos y respetados por el pueblo cubano. Fidel, antes de la fuga de Batista, le asignó la responsabilidad militar más importante de la lucha: tomar Santiago de Cuba, la segunda ciudad del país. Tras la victoria, lo dejó al frente de una de las seis provincias que entonces tenía Cuba. Huber era serio, responsable y buen organizador.

Además de Fidel y Raúl, solo quedan vivos, aunque también octogenarios, otros tres comandantes históricos: Ramiro Valdés, Guillermo García y Efigenio Ameijeiras, pero todos traicionaron los ideales democráticos que decían defender cuando convocaron a los cubanos a la lucha armada. Todos se plegaron a Moscú y forjaron o se sometieron a una dictadura totalitaria. Todos prometieron democracia y elecciones libres, pero crearon una larga tiranía comunista, cruel y empobrecedora.


La historia de Huber Matos está muy bien narrada por él mismo en un excelente libro de memorias, Cómo llegó la noche, publicado por la Editorial Tusquet en España. Ahí relata su procedencia humilde y sus estudios de magisterio hasta obtener un doctorado en Pedagogía y una cátedra como maestro de Ciencias Sociales.

En la obra, Huber da cuenta de su hondo compromiso con el rescate de las libertades y el restablecimiento de la democracia tras el golpe de Batista, y su incorporación a la guerrilla de Fidel para lograr ese objetivo. Relata la traición de Fidel, Raúl y el Che –principales artífices de la sovietización de la Isla—y la condena a veinte años de cárcel que sufrió y cumplió íntegramente por el inexistente delito de renunciar a su grado de Comandante y a la jefatura a la que lo habían destinado, mediante una carta privada a Fidel. Sencillamente, no estaba de acuerdo con que en Cuba se instaurara un sistema colectivista de partido único calcado del modelo soviético.

Desde hace décadas, Huber vive en el exilio de Miami en una casa limpia y sin lujos en un barrio de clase trabajadora. Allí se instaló desde principios de los años ochenta junto a su mujer, la abnegada María Luisa, responsable de criar y educar a los hijos del matrimonio durante la larga prisión del esposo, tarea que llevó a cabo trabajando sin pausa como costurera. A ninguno de los dos les interesan los bienes materiales.

Sospecho que Huber mantiene su asombrosa vitalidad y su buen estado físico por una combinación entre los genes, los ejercicios y la dieta espartana. Dirige una organización política dentro de la Isla que lucha pacíficamente por cambiar la realidad cubana. Numerosos de sus militantes son acosados, maltratados y, a veces, encarcelados. La organización se llama Cuba Independiente y Democrática, pero se conoce por su acrónimo, CID, palabra que evoca ciertas virtudes –valentía, lealtad, caballerosidad– que, justamente, se le atribuyen a Huber. El CID está bastante extendido por el país.

La biografía de Huber encapsula la trágica historia de Cuba. Como consecuencia del injustificado golpe militar de Batista, dado en marzo de 1952, se desarticula nuevamente  la vida institucional del país (había ocurrido algo parecido 25 años antes), y el atentado, la guerrilla y el terrorismo vuelven a ser las vías preferidas para tratar de recuperar la democracia. Cuba vivía en clave de heroísmo.

En esa atmósfera enrarecida sobresale Fidel Castro, un abogado sin experiencia laboral, con antecedentes de matón juvenil y atributos de líder. Es quien convoca y arrastra al sacrificio a una buena parte de la juventud idealista. Estaba especialmente dotado para la violencia revolucionaria.  Combinaba temerariamente una gran dosis de audacia y falta de escrúpulos, con unas elementales certezas ideológicas radicales, entreveradas con la urgencia psicológica de clavarse en la historia.

Creo que la lección que Huber y todos los cubanos hemos aprendido de esta terrible experiencia es muy clara. El patriotismo, bien entendido, no tiene su mejor expresión en las luchas heroicas por rescatar la democracia cuando se ha perdido ­–esas peligrosas y devastadoras revoluciones, incubadoras de desórdenes y fábricas de psicópatas–, sino en someterse al imperio de la ley, en respetar la institucionalidad, y en el callado cumplimiento de las responsabilidades cívicas y familiares, de manera que la libertad no se pierda nunca.

A sus 94 años –de los que lleva sesenta ininterrumpidamente sacrificándose por su país—Huber Matos no ha renunciado a ver a su patria libre. Ojalá vea el final de esta trágica historia.

http://youtu.be/sRKU4eVqvzA
Palabras de Montaner en homenaje a Huber Matos en México
http://www.elblogdemontaner.com/huber-matos/

martes, 11 de septiembre de 2012

#Chile #Venezuela El suicidio de Tati al refugiarse en Cuba la hija de Salvador Allende

foto de Tati hija de salvador allende

Fidel, capo del cartel de La Habana

ERNESTO F. BETANCOURT


Como anunciara en mi anterior columna, Despiste del Pentágono sobre Fidel Castro, Perspectiva, 3 de septiembre], ésta estará dedicada a cubrir el libro El gran engaño, de José Antonio Friedl, sobre las actividades de Fidel Castro como traficante de drogas a través de su carrera. Friedl se basa en numerosos libros y artículos, así como en testimonios ante las cortes y audiencias congresionales.

Fidel, capo del cartel de La Habana

Huber Matos y Carlos Franqui, entre otros, han relatado la reacción cínica de Fidel con que aquí se inicia la narrativa: la aceptación del apoyo de Crescencio Pérez, pequeño cacique de la siembra y suministro de marihuana en la Sierra Maestra. Como eso no vestía bien, Fidel lo hizo ''líder campesino''. Una vez en el poder, Fidel promovió el tráfico de drogas persiguiendo dos objetivos: ingresos para sus arcas, y erosionar la moral, principalmente entre la juventud, en los Estados Unidos. La mano sucia del narcotraficante maximo....de la Habana

Después, Fr iedl comenta el papel del comandante Manuel Piñeiro y su Departamento América.

Ahí vemos cómo se envolvió a Salvador Allende en esas actividades y se expandieron las mismas con su ascenso a la presidencia de Chile. Fidel envió al agente Demid, Fernández de Oña, como jefe de la inteligencia cubana en Chile, y lo autorizó a casarse con la hija preferida de Allende, Tati, a pesar de estar ya casado. Esto ocasionó el suicidio de Tati al refugiarse en Cuba, después de caído Allende, y descubrir que su esposo ya tenía una familia.

La mano sucia del narcotraficante maximo....de la Habana

También se relata en este libro el suministro de armas al M-19 de Colombia a cambio de introducir embarques de cocaína en Estados Unidos en 1975. Este escándalo envolvió al embajador de Cuba en Colombia, Fernando Ravelo, agente de Piñeiro, y a Jaime Guillot Lara, traficante colombiano. Además, los envueltos incluían al almirante Aldo Santamaría, jefe de la marina cubana, y a René Rodríguez Cruz, ambos estrechamente vinculados a Fidel.

En el capítulo sobre la ''conexión panameña'', Fidel actúa como mediador entre el cartel de Medellín y Manuel Antonio Noriega, de acuerdo con testimonio ante un subcomité del Senado de los EEUU. El cartel de Medellín había pagado 5 millones de dólares a Noriega para montar un laboratorio en la zona del Darién en Panamá y, bajo presión de la DEA, las fuerzas militares panameñas habían ocupado dicho laboratorio. Noriega para en Cuba, de regreso de un viaje a Israel, y Fidel lo conmina a solucionar la crisis con el cartel, devolviéndole el dinero y liberando a los arrestados.

En esa época entra en liza Carlos Lehder, el traficante colombiano, y Robert Vesco, el notorio estafador internacional y contrabandista, quien negoció con los sandinistas el envío de drogas a través de Nicaragua. Tanto Humberto Ortega, ministro de Defensa sandinista, como su colega Tomás Borge, ministro del Interior, son vinculados con Raúl Castro en los juicios correspondientes.

La involucración de los Castro en el tráfico de drogas hace crisis con el caso de los Ruiz, padre e hijo, cuyas actividades habían sido infiltradas por la DEA. Cuando se les va a juzgar en 1989, Fidel acude al juicio del general Ochoa para matar dos pájaros de un tiro: zafarse de la acusación de estar envuelto en el tráfico de drogas y eliminar a un potencial rival dentro de las fuerzas armadas. De paso, sacrifica también a Abrantes, su ministro del Interior, a quien encarcela primero y hace morir del corazón después de revelar que todo lo de las drogas lo informaba a Fidel. En esa ocasión, Fidel y Raúl sacrificaron cínicamente a leales seguidores que sabían los detalles de su participación en el tráfico de drogas.

En 1996, se produce el extraño caso de Jorge Gordito Cabrera, arrestado cuando introducía 6,000 libras de cocaína en EEUU. Se le encontraron fotos con Fidel y después con Al Gore y Hillary Clinton, habiendo hecho una contribución de 20,000 dólares a la campaña de reelección de Clinton.

En 1998, Friedl relata el caso de un embarque de 7.2 toneladas de cocaína de Cartagena a La Habana por una compañía en la cual el régimen tenía un 51% de las acciones.

En el último capítulo, Friedl describe la conducta de las autoridades americanas ante estos hechos, bajo el título, El extraño silencio de Washington, un escandaloso y sistemático encubrimiento. Para mí, este silencio cómplice es una posición para evadir el tener que actuar. Pero ya está bueno. Como dijera en mi columna anterior, Fidel los tomará en serio cuando dejen de encubrirlo. Entonces contarán con nuestro apoyo.

Fuente: http://www.mombu.com/

lunes, 16 de julio de 2012

#Guantanamo LA CARTA RENUNCIA AL INRA Y AL EJÉRCITO REBELDE DE MANUEL ARTIME


UNA CARTA HISTÓRICA Y PROFÉTICA A MENOS DE UN AÑO DEL TRIUNFO REVOLUCIONARIO

Sierra Maestra, 7 de noviembre de 1959

Dr. Fidel Castro Ruz

Primer Ministro del Gobierno Revolucionario; Presidente del INRA; Presidente de la Comisión Nacional de Fomento del Turismo.

Comandante en Jefe de la Fuerzas Armadas

Comandante:

No sé si después de escribir estas líneas pueda seguir viviendo, o no sé si seguiré viviendo con el adjetivo denigrante "traidor" delante de mi nombre.

De lo que sí estoy seguro, es de que a mi conciencia le llegó el momento de negarse a trabajar por una causa que no es la misma que llevó a los cubanos al clandestinaje, al exilio, a la guerra y a la muerte.

Por eso no me importa que Ud. el día de mañana quiera desintegrar mi prestigio y mi honra (yo sé que lo va a hacer) ante un pueblo que aun tiene fe en Ud. porque no ha vivido en el seno del Ejército Rebelde y del Instituto Nacional de Reforma Agraria como he vivido yo.

No sé de qué me acusará ante el pueblo, si de inepto, de borracho, de ladrón, de batistiano, de marihuanero, de pepillo o de alguna otra cosa que se le suele endilgar a los que no quieren engañar al pueblo y se niegan a seguir en la comparsa roja.

Sólo sé que después de haber oido de sus labios el asunto de la carta de Trujillo en que se "alababa" a Huber Matos, creo que usted es capaz de falsificar una carta con mi firma confesando que he asaltado el Banco Nacional.

Pero prefiero ser escueto, Comandante; después de la última reunión del INRA, en la cual oí de sus labios el plan completo para comunizar a Cuba, muy poca fe me quedó en Ud.

Pero tratando mi cerebro de aferrarse a una última tabla, traté de disculparlo y me dije: "Esto lo hace para tratar de tranquilizar al ala roja", como antes pensaba: "De esto Fidel no sabe nada".

Pero ahora después de la canallada que se le ha hecjho a quien nunca estuvo conjurado con nadie, a quien siempre le planteó verticalmente y de frente el problema comunista, a quien Ud. mismo estimuló varias veces a mantenerse firme, a quien fue el héroe del cerco de acero a Santiago de Cuba, a Huber Matos Benitez, yo creo comandante Fidel que el problema de Cuba no es plantearse hasta que punto hay infiltración comunista en este Gobierno Verde Olivo, sino hasta que punto hay infiltración Verde Olivo en este Régimen comunista.

Y ahí está Huber Matos, el héroe que cometió el delito de ser sincero en una carta particular a Ud. Ahí está, desnudo en una celda, cuidado por cancerberos fieles al "glorioso" Piñeiro, al "valiente" "Barba Roja", ahí está impotente frente a la calumnia que pesa sobre él.

No, Comandante, los traidores a la revolución no son los Huber Matos. Los traidores a la revolució son los que la han prostituido, volviéndola roja.

Por eso yo renuncio a mi puesto en este Ejército Rojo y a mi cargo como Segundo Jefe de la Zona O-22 "Ciro Redondo" de Desarrollo Agrario del I.N.R.A,

Por eso, y por los puntos que le paso a exponer:

1- Porque no quiero engañar al guajiro, diciéndole que va a haber reparto de tierra (como Ud. prometió en La Sierra Maestra y sigue prometiendo todavía), cuando sé, porque Ud. mismo lo dijo en la última reunión del INRA, que no se iba a dar tierra a nadie, que solo crearíamos cooperativas en tierras que serían del Estado, pero que el campesino no debía saberlo. ¿Por qué Ud. no es sincero con ese campesino que dio su vida por hacer libre a Cuba y que espera justicia?

2- Porque me niego a engañar al guajiro diciéndole que el día de mañana ellos serán los dueños y administradores de las cooperativas, sabiendo que Ud. personalmente nos ha dicho que el administrador ha de ser siempre el Estado y observando en la práctica que no hay la más leve intención de formar al guajiro para que ocupe el día de mañana esa administración.

Sea sincero con ese campesino, Comandante, dígale la verdad, dígale que va a seguir siendo jornalero, ahora del Estado y que no será propietario. Dígale además, que las ganancias de esa cooperativa van a ser limitadas.

3- Porque no quiero engañar al pueblo que cree que la Reforma Agraria está haciendo pequeños propietarios y que está estructurando Cooperativas.

Dígale la verdad, dígale que lo que Ud. ha hecho es volver jornalero del Estado al jornalero del terrateniente. Y ponga su nombre a esas Cooperativas falsas que Ud. hace llamar "Haciendas Comuneras". Y dígale sinceramente al pueblo, no tema, como se llama el régimen que hace ese tipo de "haciendas comuneras": "Régimen Comunista".

Se lo está diciendo, Comandante, quien ha hecho 34 de esas "haciendas comuneras", creyendo que de verdad iban a ser verdaderas cooperativas, en que el campesino iba a ser dueño de la tierra, y recibiría cursos de capacitación para administrar las cooperativas. ¿No se acuerda la cantidad de veces que Ud. dijo que nuestra zona era la primera de Cuba? ¿Y cuando la felicitó por televisión?

4- Porque no quiero engañar a los comerciantes y bodegueros y decirles que las "Tiendas del Pueblo" solo se harán en el campo y solo cobrarán un 10 % de ganancias, y que esto se hace para obligar a los demás comercios del campo a no cobrar un precio abusivo al infeliz campesino; cuando usted mismo ha dicho por sus propios labios en la última reunión del INRA, que con las tiendas del pueblo haríamos como en la guerra: que empezaríamos en el campo, y cuando el campo fuera nuestro, tomaríamos las ciudades. ¿ No se acuerda?

¿Tampoco se acuerda que nos dijo que cuando una bodega ofreciera resistencia poniendo las precios más bajos que nuestras "Tiendas", pusíeramos los precios por debajo del costo aunque perdíeramos? ¿No se acuerda que nos entregaron un folleto sobre tiendas del pueblo, y que el antiguo bolchevique universitario, hoy Capitán Núñez Jiménez aclaró que el folleto era "confidencial", pues si se daba a la publicidad ocasionaría una batalla contra todos los comerciantes y bodegueros?

Sea sincero con su pueblo, Comandante Castro, diga a todos que los comercios y bodegas pasarán a manos del estado o sucumbirán por la competencia del Estado, y dígales como se llama el régimen en que todos los negocios están en manos del Estado: Régimen Comunista.

5- Porque me niego a engañar a los industriales y a los que sueñan en invertir en industrias nuevas, diciéndoles que el gobierno estimulará la iniciativa industrial privada, habiendo oido de labios suyos el plan para fomentar industrias estatales de todo los tipos que producirán a más bajo costo que las privadas y obligarán a éstas a cerrar o a vender al Estado. Después de haber oido al Che Guevara decir que estuviéramos atentos a cualquier tipo de industria nueva que se quisiera poner para comunicárselo inmediatamente al INRA, pues no quería que cualquier particular se le adelantara al Estado. Después de oirle sugerir que el control del permiso para industrias nuevas debía pasar de Agricultura al INRA, para vigilar esto de más cerca.

Sea sincero con los industriales, Comandante Castro, dígales que más tarde o más temprano, sus industrias serán del Estado. Y dígale al pueblo, Comandante Castro, como se llama el Régimen donde las industrias son manejadas por el Estado: Régimen Comunista.

6- Porque me niego a presenciar el hambre que vendrá sobre Cuba por querer implantar esa comunización violenta con hombres ineptos aun para hacer esto.

Claro que comprendo que éste es el momento que Ud. espera, para con la justificación económica del caos, intervenir estatalmente toda la economía del país y cerrar con justificación y con broche de oro, este ciclo de conversión comunista de la isla de Cuba.

7- Porque he sido engañado, vilmente engañado, por los que me estimularon a luchar contra el comunismo en el seno de las Asociaciónes Campesinas , haciéndome cree que tenía el respaldo oficial si procedía con mano izquierda y con diplomacia.

Por creer eso, nos enfrentamos al conocido y mediocre líder comunista en Contramaestre y Mafo, Rodríguez Rivas, que fue enviado por el Capitán Antonio Pérez (Jefe del Buró Agrario del Ejército, organización comunista, aparentemente disuelta) a trabajar a Manzanillo entre los campesinos, porque en Manzanillo no lo conocían como comunista.

Por creer eso nos enfrentamos a esa otra organización comunista, que esconde sus intenciones bajo el nombre de uno de los mártires más puros de la revolución: "La Federación Provincial Campesina Frank País".

Y en respuesta a todos nuestros trabajos y sacrificios, y después de lo de Huber Matos, me entero de que el camarada Rivas ha sido nombrado en el I.N.R.A. de Manzanillo y se me ordena que disuelva los Comandos Rurales y se me "aconseja" que no ataque más al comunismo y que me haga "el de la vista gorda".

Yo sé que quien me dijo esto, me lo dijo por mi bien, y solo cumplía órdenes, pero yo sé retirarme a tiempo y no tengo la nobleza de Huber de esperar sentado a que me desprestigien, para ser conducido después a una prisión donde no podría ser útil a mi patria.

8- Porque me niego a seguir escuchando esas marchas de las milicias juveniles donde se inculca al niño un caudillismo estúpido y absurdo, esas marchas que oía por las noches en las calles de Manzanillo: Uno, dos, tres, cuatro, viva Fidel Castro Ruz.

9- Porque me niego a seguir tolerando que se inculque un adoctrinamiento marxista al Movimiento Revolucionario y a los nuevos maestros que suben a la Sierra.

10- Porque me niego a seguir pasando la vergüenza de que se escoja en el mismo pueblo donde yo repetía que este gobierno no era comunista, a una mujer comunista, que no hizo revolución, para asistir con Vilma Espín al Congreso Latinoamericano de Mujeres, y que se desprecie a tantas mujeres manzanilleras valiosas que arriesgaron sus vidas en pro de nuestra causa verde-olivo.

Por eso, Comandante, por eso y algo más que en su momento diré, presento MI RENUNCIA.

Pero no solo mi renuncia. Creo que ha llegado la hora de citar al honor y al decoro de todas las fuerzas sanas y revolucionarias del país, para ir sin vacilaciones y sin temores al rescate de nuestra Revolución, y de hacer esto, despreciando la ayuda y aun el contacto con los corrompidos del Régimen pasado y con los buitres de Ciudad Trujillo. Esta ha de ser una tarea nuestra.

Una tarea del pueblo sano, de los campesinos, de los obreros, de los universitarios que tenemos el orgullo de un José Antonio Echevarría que siempre tuvo una posición vertical frente a los rojos, de los soldados rebeldes, del pueblo en general, de este pueblo heroico que ha sabido escribir con sangre los pedazos más bellos de la historia de Cuba.

Creo que ha llegado el momento de hacer saltar de nuestras gargantas ese grito bendito y heroico que hirió los aires de la Sierra Maestra para lanzar a Cuba una promesa de un futuro glorioso.

Ese grito que sale de una montaña trágica de muertos. Ese grito que sale de los charcos de sangre derramados por una causa grande, cubana y distinta. Ese grito que sale de lágrimas y de huérfanos.

Ese grito que sale de sepulcros aun tibios. Ese grito que hará erguirse del suelo los cuerpos de los mártires, para clavar en los traidores rojos la mirada sin vida de sus cuencas vacías, y decirles: Revolución sí, pero comunismo no.

Ese grito patriótico y trágico de LIBERTAD... O MUERTE

Firmado: Primer Teniente Manuel F. Artime Buesa

2do. Jefe de la zona O-22 "Ciro redondo" del INRA. (Del archivo privado de Aldo Rosado-Tuero)

Tomado de http://www.nuevoaccion.com/