twiteros cubanos libres

Mostrando entradas con la etiqueta Mitt Romney. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Mitt Romney. Mostrar todas las entradas

viernes, 14 de septiembre de 2012

miércoles, 9 de mayo de 2012

OBAMA, EL SOCIALISTA



El 5 de Mayo pasado, Obama lanzó formalmente su campaña por la reelección presidencial. El escenario fue la “Ohio State University” y el slogan de esta campaña ya no es “hope and change” (cambio y esperanza) sino “forward”, palabra de difícil traducción literal al castellano si no se encuentra en un contexto específico, pero que se podría traducir como “seguir adelante” o “avanzar”.
Para quienes admiramos las bases fundaciones de los Estados Unidos de América, que trajeron al mundo libertad y desarrollo como nunca antes la humanidad había conocido, escuchar el discurso de Barack Obama fue una señal de alerta y un recordatorio que la libertad no está garantizada, incluso en los Estados Unidos .
El Presidente americano, haciendo gala de su complacencia con las ideas socialistas (o como se dice ahora a modo de disfraz, “progresistas”) no pudo evitar el uso de la demagogia, para intentar sostener las mismas ideas que sólo resultaron en fracaso durante su primera y actual presidencia.
Antes de seguir adelante y analizar las palabras de Barack H. Obama, hay que tener en cuenta que cada frase, párrafo e incluso el lenguaje corporal de un candidato (de cualquier partido) a la hora de dar un discurso, están estudiados en los detalles más mínimos. Los equipos de campaña, sobre todo en una presidencial, cuentan con cientos de expertos en todas las áreas. Esto es muy importante entenderlo, para no caer en la trampa de creer en un “desliz” o en los nervios que pueden jugar en contra. Esto sólo puede suceder en los ámbitos de debate o de campañas al aire libre si alguno de los candidatos es interrogado fortuitamente.
Volviendo al tema que nos compete, el lanzamiento de la campaña demócrata por la reelección presidencial 2012, veamos que hay detrás del slogan “forward”.
Según las palabras del Presidente, “el libre mercado es uno de los factores más importante del progreso en la historia de la humanidad, es el motor de crecimiento y por lo tanto, los que asumen riesgos y los innovadores, deben ser recompensados. Pero también, en su mejor momento, el libre mercado nunca ha sido una licencia para obtener cualquier cosa que uno quiera. Estados Unidos sólo prospera si el  espíritu emprendedor y el individualismo se encuentran con las obligaciones que se deben los unos a los otros y a las generaciones venideras”.
A simple vista, las palabras suenan muy bien, sin embargo, al releerlo se descubre que el libre mercado y el individualismo no son del gusto del Presidente Obama. Cuando él considera que el individuo tiene obligaciones hacia terceros está negando la individualidad, cuando dice que el libre mercado es uno de los factores importantes del progreso, pero que no es una licencia para obtener lo que se quiere, está negando el progreso.
Tal vez, muchos interpreten que al decir “obtener lo que se quiere”, Obama hace referencia a obtener lo que sea, a cualquier costo y a costas de cualquiera. Para quienes así lo interpretan, deben entender que eso es exactamente lo que el equipo de campaña demócrata quiere que entiendan. Sin embargo,  eso es una falacia. En los Estados Unidos el libre mercado nace como consecuencia directa de sus instituciones y son estas mismas las que ponen los frenos para que no se avasallen los derechos fundamentales, por lo tanto, aquel individuo, emprendedor o inventor que actúe dentro del libre mercado, no podría avanzar dentro de este sistema virtuoso atentando contra el mismo, sin sufrir las consecuencias consideradas en la estructura legal americana.
También podemos observar la contradicción al describir al libre mercado como padre del progreso, para luego encontrar un lado negativo del mismo, describiéndolo  como un posible camino “para conseguir lo que se quiera”. Justamente, los individuos que actúan dentro del libre mercado, sobre todo los inventores, emprendedores y empresarios, lo que quieren conseguir es el progreso, porque si fallan, lo deberán pagar con sus bienes, lo que puede llevarlos a la quiebra y por ende, a la cárcel.
Por supuesto, el Presidente Obama sabe que está dando un doble mensaje. Los que seguimos sus políticas desciframos fácilmente qué esconde detrás de sus párrafos demagógicos. Basta con leer los diarios americanos cada día, para entender que este presidente, quién nunca ejerció la actividad privada, tiene pasión por las regulaciones y los impuestos altos. Él entiende que los empresarios destruyen la economía, y por lo tanto, deben transferir sus ganancias al Estado, para que los burócratas jueguen a ser CEOs.
Es por eso que Obama intentó disminuir la exitosa carrera del empresario, ex-gobernador  y actual candidato a la presidencia por el Partido Republicano, Mitt Romney, diciendo : “El gobernador Romney no parece entender que maximizar ganancias por todos los medios necesarios –ya sea a través de despidos, “outsourcing” , evasión fiscal o una postura antisidical- no siempre puede ser bueno para el americano medio o para la economía estadounidense”.
Para complementar su pensamiento de transferencia de culpas a quienes producen, agregó “la prosperidad no se mide solo por nuestro P.B.I. o por los multimillonarios que producimos, sino por lo bien que les va a las familias y si ellos pueden ir tan lejos como sus sueños y su trabajo duro puedan llevarlos”… ” ¿Por qué Mitt Romney quiere gastar miles de millones en recortes de impuestos a los más ricos?”
La respuesta a la pregunta del Presidente Obama es muy sencilla. Un gobernante no GASTA cuando recorta impuestos, sino que permite que el dinero quede en manos de sus dueños, de aquellos que supieron leer las señales del mercado y se arriesgaron para crear más bienes, facilitar la vida de las personas y crear  empleo. Además, es la medida que evita la evasión fiscal, el “outsourcing” y los despidos que parecen tener tan preocupado al presidente que duplicó la tasa de desempleo en tan sólo tres años y medio.
Por supuesto, la demagogia de un político socialista no está completa con tan sólo culpar a los empresarios por los malos resultados de su administración, sino que además, debe apelar al miedo de quienes dependen de dádivas estatales e invocar a los “jóvenes” y hacerles entender que ellos son las víctimas del sistema “perverso” que premia el esfuerzo individual. Por eso, Obama advirtió que no va a “PAGAR otro recorte de impuestos y pedirles a los estudiantes que paguen más por su educación o para pedirles a millones de personas que queden sin seguro de salud”.
También dejó en claro, que esto sucede porque los Republicanos que están en el Congreso apelan a “las mismas malas ideas y esperan que estas tengan resultados diferentes” y que los mismos “están esperando que el pueblo no recuerde qué pasó la última vez que se siguió ese tipo de políticas”.
La realidad es que el único que pretende que el pueblo no recuerde es Obama. Bajo su presidencia, el Congreso estuvo en manos demócratas durante dos años, y  durante este período, llevó a cabo políticas que prometían trabajo y crecimiento, pero que resultaron en menos trabajo, deuda récord y estancamiento del crecimiento.
También olvidó recordar que sus ACTUALES promesas de “invertir en infraestructura, educación, salud, energía, prestaciones por desempleo y otras ayudas sociales” estaban incluidas en la “Ley de Recuperación y Reinversión 2009” que firmó a los pocos días de asumir su mandato. La misma significó un adicional de 1 billón de dólares al déficit y trajo como consecuencia el incremento del desempleo, que pasó de 7.3% (en la etapa económica más crítica de la administración Bush) a 10 puntos, encontrándose hoy estancado en 8.2%. Sin contar el 18% que vive de trabajos esporádicos porque no consiguen trabajo fijo.
Esta receta es la que Obama quiere aplicar nuevamente y conseguir resultados diferentes. Su promesa de “crear o proteger 3.5 millones de empleos” con la fórmula mágica de aumentar el déficit y seguir endeudando al pueblo americano por medio de su “Ley de Recuperación y Reinversión 2009” no tuvo éxito y las consecuencias las están sufriendo el nuevo millón de desempleados que consiguió la administración demócrata.
No llama la atención entonces que el presidente haya rematado su discurso  diciendo a su público: “los republicanos tratarán de sostener su elección preguntando si ustedes están mejor hoy que hace cuatro años. Los últimos cuatro años no han sido fáciles. Pero la verdadera cuestión no es por qué estos cuatro años fueron duros, la cuestión es si desean que los próximos cuatro sean mejores”
Ante las palabras del propio Obama, su slogan “forward” puede ser puesto en contexto para poder llegar a una traducción más exacta. No quiere decir “avanzar”, quiere decir “fijar la vista hacia adelante, sin atreverse a volver la mirada atrás”, ya que el pueblo americano podría descubrir que, el camino al socialismo que Obama está imponiendo, no funcionó antes y no va a funcionar después.
Es por esto que los americanos tienen una gran responsabilidad en sus manos. Si ellos se equivocan, no sólo pondrán en juego su libertad, sino la del mundo, sin excepción.
Este es el actual contexto de los Estados Unidos. Aunque parezca lo primordial, no es la economía lo más importante, ni el terrorismo, ni los rusos. Hoy, la mayor amenaza al legado de los Padres Fundadores, se encuentra operando desde el Salón Oval para evitar que recordemos que América no es sólo un país, sino que América es, más que nada, una idea. Esa idea que Obama y su equipo, intentan destruir.-
Virginia Tuckey.-