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miércoles, 14 de marzo de 2012

Carta de #Fidel Castro a Khruschev, pidiendole ataque nuclear contra los EEUU

Carta de Fidel Castro a Khruschev, donde le sugiere
lance el primer ataque nuclear contra los EEUU
.


26 de octubre de 1962
Estimado camarada Jruschov:
De acuerdo con el análisis de la situación y los informes que nos han llegado, (I) considero que es casi inminente un ataque -dentro de las próximas 24 a 72 horas. Hay dos posibles variantes: la primera y más probable es un ataque aéreo contra ciertos objetivos, con la misión limitada de destruirlos; la segunda, y aunque menos probable todavía posible, es una invasión completa. Esto requeriría una fuerza grande y es la forma más repugnante de agresión, lo cual puede detenerlos.
Puede estar seguro de que resistiremos con determinación, cualquiera que sea el caso. La moral del pueblo es extremadamente elevada y el pueblo confrontará la agresión heroicamente.
Me gustaría expresar brevemente mi opinión personal.
Si la segunda variante tiene lugar y los imperialistas invaden Cuba con el objetivo de ocuparla, los peligros de su agresiva política son tan grandes después de esa invasión que la Unión Soviética no debe permitir circunstancias en las que los imperialistas puedan llevar a cabo un primer ataque nuclear contra nosotros.
Le digo esto porque creo que la agresividad de los imperialistas los hace extremadamente peligrosos, y si ellos se las arreglan para llevar a cabo una invasión de Cuba -un brutal acto en violación de las leyes universales y morales- ése sería el momento para eliminar este peligro para siempre, en un acto de la más legítima autodefensa. Por dura y terrible que sea la solución, no habría otra.
Esta opinión se ha formado observando el desarrollo de su agresiva política. Los imperialistas, sin tener en cuenta la opinión mundial y contra las leyes y los principios, han bloqueado los mares, violado nuestro espacio aéreo, y ahora se están preparando para invadir, mientras bloquean al mismo tiempo toda posibilidad de negociación, aún cuando comprenden la gravedad del problema.
Usted ha sido, y es, un incansable defensor de la paz, y comprendo que estos momentos, cuando los resultados de sus superhumanos esfuerzos se encuentran tan seriamente amenazados, deben ser amargos para usted. Nosotros mantendremos nuestras esperanzas de salvar la paz hasta el último momento, y estamos listos para contribuir a ello en cualquier forma que podamos. Pero, al mismo tiempo, estamos serenos y listos para enfrentar una situación que vemos como muy real e inminente.
Le transmito la infinita gratitud y reconocimiento del pueblo cubano al pueblo soviético, que ha sido tan generoso y fraternal, junto con nuestra profunda gratitud y admiración a usted personalmente. Le deseamos éxito en la enorme tarea y gran responsabilidad que están en sus manos.
Fraternalmente,
Fidel Castro
Carta de Nikita Jruschov a Fidel Castro advirtiéndole permanecer firme contra la agresión de EU
28 de octubre de 1962
Estimado camarada Fidel Castro:
Nuestro mensaje al presidente Kennedy del 27 de octubre permite una solución al problema en su favor, defendiendo a Cuba de una invasión, si una guerra así estallara. La respuesta de Kennedy, que usted conoce obviamente, ofrece la garantía de E.U. de que no sólo no invadirá a Cuba con sus propias fuerzas, sino que no permitirán que lo hagan sus aliados. El presidente de los Estados Unidos ha respondido pues, favorablemente a mis mensajes del 26 y 27 de octubre.
Acabamos de elaborar el borrador de nuestra respuesta al mensaje del presidente. No lo escribiré aquí, ya que está siendo transmitido por radio.
Debido a ello, nos gustaría ahora aconsejarle, en este punto de viraje de la crisis, que no se deje llevar por sus sentimientos: muestre firmeza. Debe decirse que comprendemos su profunda indignación ante las agresivas acciones de los E.U.A. y sus violaciones de las normas fundamentales de las leyes internacionales.
Por ahora, sin embargo, no son las leyes y las reglas, sino la falta de sentido de los militaristas del Pentágono. Ya que está a la vista un acuerdo, el Pentágono está buscando un pretexto para impedirlo. Por eso es que organiza vuelos provocadores. Ayer, usted derribó uno de ellos, aunque usted no lo había hecho cuando ellos habían volado sobre su territorio. Ese paso será aprovechado por los agresores, para hacer avanzar sus objetivos.
Debido a ello, nos gustaría aconsejarle, en el espíritu de nuestra amistad, que muestre paciencia, firmeza y más firmeza. Naturalmente, si hubiera una invasión sería necesario luchar contra ella por todos los medios. Pero uno no debe permitirse caer en provocaciones. Ahora que se está encontrando una solución -una solución que es favorable para usted y que es una garantía contra una invasión- los desenfrenados militaristas del Pentágono quieren frustrar el acuerdo y provocarlo a usted a tomar medidas que podrían usar contra usted. Le pedimos que no les dé un pretexto para esto.
Nosotros por nuestra parte haremos todo lo posible para estabilizar la situación en Cuba, para defender a Cuba de una invasión y para asegurarle a usted la posibilidad de construir pacíficamente la sociedad socialista.
Le enviamos a usted, y a toda su dirección colectiva, nuestros saludos.
N. Khrushchev
Carta de Fidel Castro a Nikita Jruschov sobre la defensa del espacio áreo cubano
28 de octubre de 1962
Sr. Nikita Jruschov
Primer Ministro de la Unión
de Repúblicas Socialistas Soviéticas
U.R.S.S.

Estimado camarada Jruschov:
Acabo de recibir su carta.
La posición de nuestro gobierno en relación a su declaración puede encontrarse en el texto de la declaración anunciada hoy, que seguramente usted conoce.
Debo aclarar un punto en relación a las medidas antiaéreas que hemos adoptado. Usted dijo: "Ayer usted derribó uno de ellos, aunque usted no lo había hecho cuando ellos habían volado sobre su territorio"
Anteriormente hubo violaciones aisladas sin un propósito militar particular, y no presentaban un peligro real.
Ya no es así. Existió el peligro de un ataque sorpresivo en ciertos sitios militares. Nosotros decidimos que no podíamos permanecer inactivos debido al peligro de un ataque por sorpresa. Con nuestros radares de alarma silenciados los potenciales atacantes podrían volar con impunidad sobre los sitios y destruirlos totalmente. No creímos que debíamos permitir eso, dado los costos y esfuerzos que hemos invertido, y porque un ataque hubiera debilitado gravemente nuestra moral y capacidad militares. Debido a ello, las fuerzas cubanas movilizaron cincuenta baterías antiaéreas, toda nuestra reserva, el 24 de octubre para apoyar las posiciones de las fuerzas soviéticas. Si queríamos evitar el riesgo de un ataque por sorpresa, los soldados tenían que tener órdenes de disparar. El Comando de Fuerzas Soviéticas puede darle más detalles sobre lo que ocurrió con el avión que fue derribado.
En el pasado las violaciones de nuestro espacio aéreo eran de facto y furtivas. Ayer el gobierno americano trató de oficializar el privilegio de violar nuestro espacio aéreo en cualquier momento, de día o de noche. Esto no podíamos aceptarlo porque significaría renunciar a nuestras prerrogativas soberanas. Sin embargo, acordamos evitar un incidente en este momento que podría perjudicar gravemente las negociaciones. Daremos a las baterías cubanas instrucciones para que no disparen mientras duren las negociaciones, sin revertir la decisión que anunciamos ayer de defender nuestro espacio aéreo. Debemos considerar los peligros de posibles incidentes en las actuales condiciones de alta tensión.
Tambén quiero informarle que estamos opuestos, por principio, a inspecciones en nuestro territorio.
Aprecio los enormes esfuerzos que usted ha hecho para mantener la paz, y estamos totalmente de acuerdo con la necesidad de luchar por ese objetivo. Si lo logramos en una forma justa, sólida y permanente, esto constituirá un enorme servicio a la humanidad.
Fraternalmente,
Fidel Castro
Carta de Nikita Jruschov a Fidel Castro declarando que ayudará a Cuba a defenderse
30 de octubre de 1962
Estimado camarada Fidel Castro:
Hemos recibido su carta del 28 de octubre, junto con los informes de las c onversaciones que usted y el presidente Dorticós tuvieron con nuestro embajador.
Comprendemos su situación y tomamos en cuenta sus dificultades en este primer estadio después de la eliminación de la máxima tensión resultante de la amenaza de un ataque por parte de los imperialistas americanos, que usted esperaba en cualquier momento.
Comprendemos que puede haber surgido ciertas dificultades para usted, como consecuencia de las promesas que hicimos a Estados Unidos de retirar las bases de cohetes de Cuba a cambio de su promesa de abandonar sus planes para invadir a Cuba, e impedir que sus aliados del hemisferio occidental lo hagan, para terminar su llamada "cuarentena" -su bloqueo a Cuba. Este compromiso ha conducido al final del conflicto en el Caribe, un conflicto que implicó, como usted puede comprender bien, una confrontación entre superpotencias y su transformación en una guerra mundial donde se hubieran usado cohetes y armas termonucleares. Según nuestro embajador, algunos cubanos sienten que el pueblo cubano preferiría otro tipo de declaración, que no tratara la retirada de los cohetes. Es posible que esos sentimientos existan entre el pueblo. Pero nosotros, políticos y jefes de estado, somos los líderes del pueblo, y el pueblo no lo sabe todo. Es por eso que debemos marchar delante del pueblo. Entonces, el pueblo nos seguirá y nos respetará.
Si, entregándonos a los sentimientos populares, nos hubiéramos permitido dejarnos arrastrar por los sectores más inflamados del populacho, y si nos hubiéramos negado a lograr un acuerdo razonable con el gobierno de EUA, hubiera estallado la guerra, que hubiera traído como resultado millones de muertes. Los sobrevivientes hubieran culpado a los líderes por no haber tomado medidas para impedir esta guerra de exterminio.
La prevención de la guerra y de un ataque a Cuba no dependió solamente de las medidas tomadas por nuestros gobiernos, sino del análisis y examen de las acciones del enemigo cerca de su territorio. En pocas palabras, había que considerar la situación en su conjunto.
Alguna gente dice que no consultamos unos con otros suficientemente antes de tomar la decisión que usted conoce.
En realidad, consideramos que las consultas tuvieron lugar, querido comandante Fidel Castro, dado que recibimos sus cables, cada vez más alarmantes, y finalmente su cable del 27 de octubre en el que usted decía que estaba casi seguro de que era inminente un ataque contra Cuba. Según usted, era sólo cuestión de tiempo: 24 ó 72 horas.
Cuando recibimos este muy alarmante cable suyo, y conociendo su valentía, creímos que la alerta estaba totalmente justificada.
¿No fue eso consultas por su parte? Nosotros interpretamos ese cable como una señal de máxima alerta. Pero si hubiéramos llevado a cabo nuestras consultas en tales condiciones, sabiendo que los belicosos y desenfrenados militaristas de Estados Unidos querían agarrar la ocasión para atacar a Cuba, hubiéramos estado perdiendo nuestro tiempo y el ataque hubiera tenido lugar.
Creemos que la presencia de nuestros cohetes estratégicos en Cuba ha polarizado la atención de los imperialistas. Ellos tenían miedo que fueran usados, por lo que se arriesgaron a querer eliminarlos, bombardeándolos o invadiendo a Cuba. Y debemos reconocer que ellos tenían la capacidad para actuar. Es por ello, repito, que su sentimiento de alarma estaba totalmente justificado.
En su cable del 27 de octubre usted propuso que deberíamos ser los primeros en llevar a cabo un ataque nuclear contra el territorio enemigo. Naturalmente, usted comprende a dónde nos hubiera llevado. No hubiera sido un simple golpe, sino el comienzo de una guerra mundial termonuclear.
Estimado camarada Fidel Castro, encuentro su propuesta equivocada, aunque comprendo sus razones.
Hemos vivido unos momentos muy graves, una guerra termonuclear global pudo haber estallado. Por supuesto, los Estados Unidos hubieran sufrido enormes pérdidas, pero la Unión Soviética y todo el bloque socialista también hubieran sufrido grandemente. Es difícil decir cómo hubieran terminado las cosas para el pueblo cubano. Ante todo, Cuba se hubiera quemado en los fuegos de la guerra. Sin duda el pueblo cubano hubiera luchado valientemente pero, también sin duda, el pueblo cubano hubiera perecido heroicamente. Luchamos contra el imperialismo, no para morir, sino para usar todo nuestro potencial, perder lo menos posible y más tarde ganar más, vencer y hacer triunfar el comunismo.
Las medidas que hemos adoptado nos han permitido alcanzar el objetivo que establecimos cuando decidimos enviar los cohetes a Cuba. Hemos obtenido de Estados Unidos el compromiso de no invadir a Cuba y de no permitir que sus aliados latinoamericanos lo hagan. Hemos logrado todo esto sin una guerra nuclear.
Nosotros creemos que debemos aprovechar todas las posibilidades para defender a Cuba, para fortalecer su independencia y soberanía, para impedir la agresión militar, y para evitar una guerra termonuclear global en esta etapa.
Y hemos triunfado.
Por supuesto, hemos hecho concesioones, hemos hecho algunos compromises. Hemos actuado bajo el principio de concesines recíprocas. Estados Unidos también ha hecho concesiones, se ha comprometido públicamente, ante el mundo entero, a no atacar a Cuba.
Por lo tanto, si comparamos un ataque de E.U. y una guerra termonuclear por una parte, y por otra parte los compromisos hechos: las concesiones mutuas, la garantía de la inviolabilidad de la República de Cuba, y la evitación de una guerra mundial, entonces yo creo que las conclusiones son claras.
Naturalmente, en la defense de Cuba y otros países socialistas no podemos confiar en la promesa de E.U. (de no invadir a Cuba). Hemos tomado, y continuaremos tomando, todas las medidas necesarias para fortalecer nuestras defensas y acumular las fuerzas necesarias para llevar a cabo una respuesta. En este momento, con las armas que hemos dado a Cuba, es capaz de defenderse por sí misma más que nunca. Incluso después del desmantelamiento de las bases de cohetes ustedes tienen un armamento suficiente poderoso para rechazar al enemigo por tierra, mar y aire cerca de su territorio.
Más aún, como usted recordará, afirmamos en nuestro mensaje al presidente de los Estados Unidos el 28 de octubre que "deseamos al mismo tiempo asegurar al pueblo cubano que estamos de su parte y que no abandonaremos nuestra responsabilidad de ayudar al pueblo cubano". Es claro para todo el mundo que ésta es una muy seria advertencia que hemos enviado al enemigo.
Usted afirmó en las reuniones que no se puede confiar en los E.U. Por supuesto, usted tiene razón. Nuestras declaraciones sobre las condiciones de negociación con los Estados Unidos son igualmente correctas. Derribar un avión de E.U. sobre territorio cubano fue a la postre un acto útil, porque terminó sin complicaciones. Es una lección para los imperialistas. Por supuesto, nuestros enemigos interpretarán los hechos a su manera. La contrarrevolución cubana también intentará levantar cabeza. Pero creemos que usted tiene un control total sobre el enemigo interno sin nuestra ayuda. Lo más importante que hemos logrado es detener, por ahora, un ataque de los enemigos externos.
Consideramos que el agresor ha sufrido una derrota. Estaba preparando un ataque a Cuba, pero lo detuvimos y lo hemos obligado a prometer al mundo que no lo hará en este momento. Creemos que ésta es una gran victoria. Por supuesto, los imperialistas no dejarán de luchar contra el comunismo. Pero nosotros tenemos también nuestros planes, y tomaremos nuestras decisiones. Este proceso de lucha durará mientras existan en esta tierra dos sistemas sociopolíticos, hasta que uno de los sistemas, y sabemos que será nuestro sistema comunista, triunfe en todo el mundo.
Camarada Fidel Castro, hemos decidido enviarle esta respuesta lo más rápido posible. Haremos un análisis más detallado de lo que ha ocurrido en una carta que le enviaremos pronto. En esa carta haremos un análisis más profundo de la situación y le daremos nuestra opinión sobre los resultados del arreglo de la crisis.
En este momento están comenzando las negociaciones para un arreglo y le pedimos nos comunique su posición. Nosotros, por nuestra parte, lo mantendremos informado sobre el progreso de las negociaciones y haremos las consultas necesarias.
Camarada Fidel Castro, le deseamos todo el éxito posible, y estoy seguro de que usted lo alcanzará. Existen aún maquinaciones contra usted. Pero con usted tenemos la intención de dar todos los pasos necesarios para eliminarlas y contribuir al fortalecimiento y desarrollo de la Revolución Cubana.
Nikita Jruschov