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jueves, 8 de agosto de 2013

Trabajo esclavo en #Manzanillo #cuba

Trabajo esclavo en Manzanillo

Archivo:Manzanillo, Cuba Location.png

Por: Leonardo Cancio Santana Ponce.

En la Empresa de Medios de Enseñanza de Manzanillo, en la provincia de Granma, se trabaja en condiciones de esclavitud, con cargos de trabajo propios de animales y sin las condiciones adecuadas. Los directivos abusan de su autoridad, cambian las normas todos los meses, no pagan el salario correspondiente y aplican represalias por reclamar condiciones justas de trabajo.

Gilberto Díaz Montero, de 41 años de edad,  vecino de Dagamel No, 22E en Manzanillo, trabajador de dicha Empresa, se dirigió a la Red Cubana de Comunicadores Comunitarios para que se conozca públicamente las violaciones de los derechos humanos que allí se cometen y señala como responsables al director Daniel Ramírez; y a la directora de Carpintería, Ángela Maceo Castellanos.

Por haberse puesto en contacto con esta comunicadora, Gilberto fue citado a la Unidad de la Policía Nacional Revolucionaria, ubicada en la Avenida Primero de Mayo; por el oficial de la Seguridad del Estado, que se identificó como Elio, el cual lo amenazó y le levantó un acta de advertencia- que no firmó- para que no continuara emitiendo informaciones adversas sobre los Jefes de la Empresa.

Manzanillo, Granma, 8 de agosto de 2013.

lunes, 28 de mayo de 2012

#cuba no fabrica azucar, pero destruye hombres



Foto de A. Guiteras tomada de internet

ANTONIO GUITERAS,¿DÓNDE ESTÁS?

Por Alberto Méndez Castelló

DELICIAS, Puerto Padre, Cuba, mayo, www.cubanet.org – El viento sopla del nordeste. Un pitazo está por sonar. Pronto serán las siete. El cadáver de Antonio Guiteras fue llevado a la tumba  a las seis de la tarde del 8 de mayo de 1935.

Los soldados del entonces coronel Fulgencio Batista despojaron el cadáver de Guiteras de cuanto llevaba encima, haciéndolo enterrar en un tosco ataúd sin flores.

Paradójicamente, 77 años después los obreros entran a trabajar al central azucarero que lleva el nombre de Guiteras tan despojados como el mártir de El Morrillo fue llevado al cementerio.

Desconociendo la obra del mártir de El Morrillo y no satisfecho el gobierno de los hermanos Castro con hacer trabajar a sus obreros no solo la jornada laboral de ocho horas ganada por Guiteras, sino también cuantas jornadas de trabajo voluntario ha concebido en más de medio siglo, ahora el Consejo de Estado utiliza el nombre de Antonio Guiteras en condecoraciones, nombres de fábricas, calles y repartos.

¿Es Cuba un Estado socialista de trabajadores organizado por todos y para el bien de todos como república unitaria y democrática para el disfrute de la libertad política, la justicia social, el bienestar individual y colectivo y la solidaridad humana como dice el Artículo 1 de la Constitución, o es un mero régimen militar disfrazado de socialista?

Tras la caída de la dictadura de Machado, en ese gobierno que sólo duró del 10 de septiembre de 1933 al 19 de enero de 1934, Guiteras fungió como un Primer Ministro. Valga decir, el único Primer Ministro enteramente honesto que ha tenido el pueblo de Cuba, llevando al presidente Ramón Grau San Martín a firmar leyes que hoy harían temblar a los supuestos comunistas cubanos con sólo imaginarlas.
¿Acaso el general Castro Ruz aceptaría en las fuerzas armadas o en el ministerio del Interior a opositores políticos?

A instancias de Guiteras, el 20 de septiembre de 1933, el presidente Grau promulgó el decreto número 1693, estableciendo en Cuba la jornada laboral de ocho horas, reglas especiales para el trabajo de los jóvenes entre 14 y 18 años y la creación de tres turnos en los centrales azucareros.

Desde el pasado 17 de enero, en contra de la voluntad de los trabajadores, el otrora central Delicias, rebautizado el 6 de agosto de 1960 con el nombre de Antonio Guiteras, produce azúcar solo en dos turnos de trabajo de 12 horas ininterrumpidas.

Conocidas son las condiciones de trabajo en un central azucarero: líneas eléctricas de alto voltaje, calderas de vapor, hornos con elevadísimas temperaturas, ruedas dentadas, molinos, sistemas transbordadores y transportadores. Súmele a ello que en la fabricación de azúcar se necesita la precisión de un relojero.

 “Nos estamos durmiendo en el trabajo. Ya siempre tengo sueño aunque duerma. Lo peor de todo que antes cometíamos errores, pero ahora si nos equivocamos, nos amenazan con la Seguridad del Estado y la sospecha de contrarrevolución”, dijo a este cronista un operador de tacho que pidió el anonimato por temor a represalias.

Según Salvador Mesa Valdés, integrante del Buró Político del Partido Comunista y secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba, de visita en el Antonio Guiteras, la decisión de laborar turnos de 12 horas obedeció a un acuerdo de los trabajadores de los 46 centrales que hoy funcionan en Cuba, una aseveración que fue refutada por los sindicalistas.

 “Nosotros sometimos esa medida a votación y de 606 trabajadores, 600 votaron en contra. Por cierto, entre los que votaron a favor de trabajar 12 horas algunos trabajan en oficinas y no precisamente haciendo azúcar”, dijo un dirigente sindical del central Guiteras que no quiso dar su nombre.

La situación de los obreros ferroviarios, que ya pertenecen al ministerio de Transporte, todavía es peor. Se da el caso que en vías férreas en malas condiciones tienen que trabajar 16 y hasta 24 horas ininterrumpidas.

La locomotora 90 es operada por los hermanos Leiva. “Ángel Luis llega a la casa totalmente extenuado; se baña, desayuna y si acaso se despierta para almorzar después de media tarde”, dijo el familiar de uno de los maquinistas.

Doce horas también pasan los guardagujas, los operadores que cambian las vías férreas para dejar entrar y salir a los trenes en el central.

En una alejada garita que no poseen ni una débil bombilla, ni un farol, ni una linterna, esos obreros no tienen con qué hacer señales a los trenes o a los vehículos en el paso a nivel sin barreras. Si necesitan llamar por teléfono, deberán encender un fósforo para discar en el anticuado aparato.

A lo largo de la zafra ya se han producido accidentes y no es raro que los operarios trabajen cabeceando del sueño.

Alguien pudiera pensar que si estos trabajadores permanecen 12 horas en sus puestos de labor, serán retribuidos en la medida de su esfuerzo. Nada más lejos de la realidad. Un operador de tacho ganó este mes unos 700 pesos devaluados y diez convertibles. En total, unos 30 dólares mensuales.

¿A dónde va Cuba?, se preguntará el lector.

La respuesta nos la dio un obrero del basculador en el Antonio Guiteras cuando dijo a este cronista que aquella no una fábrica de hacer azúcar, sino de destruir hombres.

domingo, 19 de febrero de 2012

Zafra: sudor y lágrimas

Luis Felipe RojasHolguín
18-02-2012


Exigencia comunista, presión del sindicato oficial, aprobación tácita de los trabajadores: los obreros del azúcar laboran durante 12 horas diarias y más.
Macheteros en Quiebra Hacha. (GETTY IMAGES, 2011)
Las noticias no pueden ser peores: ante la poca y deficiente alimentación, la depresión de los salarios dada la subida de los precios, y el aumento de las cifras de desocupados, los obreros del sector azucarero están laborando durante 12 horas diarias y más. Todo esto sin el mínimo asomo de protesta por su parte.
Por lo menos en tres de las cinco fábricas de azúcar de la provincia Holguín se ha comprobado que ante la desaparición de la llamada 4ta Brigada (para que las demás rotaran), los turnos de trabajo en estos centrales se elevaron en la presente zafra a doce horas, con la tácita aprobación de los trabajadores, la exigencia de la dirigencia comunista y la presión del sindicato oficial.
Aún con el aplazado proceso de "reordenamiento de la fuerza laboral", en el desaparecido Ministerio del Azúcar sí hubo bajas considerables. Y esto ha traído consigo la perniciosa inestabilidad de los hombres claves para hacer el azúcar, oficio antiquísimo que en las últimas décadas ha sufrido las mil y una improvisaciones.
Según testimonios de trabajadores del central Urbano Noris, "es tarea imposible hacer que un hombre trabaje durante noventa días en turnos de doce horas". Las áreas de maquinado y calderas llevan una enorme responsabilidad en el acabado final del producto, por lo que sube el estrés en el personal a cargo, lo que comúnmente da al traste con accidentes laborales de consecuencias trágicas. Ante la pregunta sobre los reclamos por tal medida, sobran las evasivas. Quienes se deciden a responder solo atinan a citar la imposición que hace el sindicato oficial, el pedido de los líderes del país de que se trata de un asunto de seguridad nacional, o el susto a perder esta fuente de empleo ante los recortes en las plazas disponibles, como sucedió hace un año y como les han prometido ante un supuesto reordenamiento laboral.
Desde finales de los años 60 se conocieron las famosas Jornadas guerrilleras, consistentes en hacer que los trabajadores vinculados directamente en el cortes, transporte y molida de caña de azúcar, doblaran sus turnos de trabajo, dedicando tales esfuerzos a la independencia nacional, un congreso partidista o cualquier evento social del momento. Hoy, más de cuatro décadas después, han vuelto las iniciativas socialistas de explotación, pero sin los estímulos de antaño: mejor alimentación e incentivos materiales como viajes al exterior o permisos ministeriales para la compra de automóviles y equipos electrodomésticos de fabricación soviética.
En la presente contienda, el caballo de batalla utilizado para animar a los azucareros cubanos ha sido el vicepresidente José Machado Ventura. En octubre pasado visitó el poblado de San Germán, y aparte de las palmaditas a los dirigentes sindicales y los saludos de parte del azucarero en Jefe, su cumplido no fue más allá de dos o tres tramos de calle reparadas, algún que otro retoque con cal en la paredes y la represión a los opositores locales.
Frases huecas como la de "Creemos que tiene condiciones para seguir manteniéndose bien" o "En esta provincia [Cienfuegos] se está cumpliendo, el territorio está haciendo lo que debe de hacer…", aparecen una y otra vez como un latiguillo que viene y va desde el Comité Central al ingenio y de ahí a las diezmadas ganancias del azúcar, sin que la imagen vetusta de Machado Ventura desaparezca de un primerísimo plano en el noticiero nacional de televisión.
Con una riquísima tradición en las luchas sindicalistas por establecer la jornada laboral de ocho horas y pedir mejorías en las condiciones de labor, los trabajadores azucareros no han vuelto a levantar la cerviz en cincuenta y tres años. Han vuelto las escalofriantes jornadas de doce, dieciocho y hasta veintiuna horas de trabajo continuo.
Ante la evidencia de que el único empleador de la industria azucarera —el Estado— ha vuelto sobre los métodos de explotación que criticaba a sus antepasados, el silencio de los explotados es aún más alarmante y vuelve la frase que el poeta dedicó a los anteriores dueños de centrales: "mi patria es dulce por fuera y muy amarga por dentro".

Fuente:  http://www.diariodecuba.com/cuba/9671-zafra-sudor-y-lagrimas