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martes, 20 de agosto de 2013

Castro retoma "juicios callejeros" para amedrentar a la poblacion

RETOMA CUBA LOS JUICIOS CALLEJEROS PARA JUZGAR Y AMENAZAR A LA POBLACIÓN… ¿EN QUÉ SIGLO ESTAMOS?

  cats12

Cuando leí esta información de Alejandro Tur Valladares no podía dar crédito de que en plena calle “el pueblo” juzgara y decidiera castigar a los que cometían algún “delito”…Me vino a la cabeza la palabra PAREDÓN, las que utilizaban las multitudes de analfabetos en los inicios de la entrada al poder de Fidel y su cuadrilla en una especie de circo romano.  El verdugo Guevara cumplía, ebrio de gozo la masacre más violenta contra los prisioneros de guerra. Ahora la historia se repite en las calles con la filosofía del mafioso de que todos participen en el linchamiento aunque no conozcan nada de lo que dicen las leyes de un estado civilizado…Claro no hablo de Cuba.

Los dejo con la información de Alejandro

Como si de una novela seriada se tratase, los Juicios Públicos en la ciudad de Cienfuegos acaban de editar lo que pudiéramos decir su tercera temporada, cuando el pasado 6 de agosto dos ciudadanos fueron procesados y condenados en uno de estos aquelarres, por haber apedreado un ómnibus de pasajeros, teniendo como anfiteatro la populosa avenida Calzada de Dolores.
La práctica de sancionar a presuntos quebrantadores de la ley  fuera del salón del tribunal no es nueva, se remonta al inicio del gobierno comunista a fínales de los años cincuenta, cuando elementos vinculados al aparato represivo de la dictadura batistiana, primero, y opositores políticos emanados de las filas del Ejército Rebelde o de organizaciones afines al 26 de Julio,  después, eran presentados en plazas públicas para que la masa enardecida les gritase, frenética: “Paredón, Paredón”, sin que contasen con las más elementales garantías procesales. La verdad que esto poco importaba y poco importa ahora, pues el cometido principal de estos procesos es ayudar a instaurar el terror revolucionario sobre determinado sector poblacional, no el  de impartir justicia.

Durante la década de los años 90, la herramienta represiva fue desenfundada nuevamente, esta vez buscaba acallar el disenso popular que crecía  a raíz del hambre, los desabastecimientos extremos y los inacabables apagones que oscurecían la isla de un extremo a otro durante lo que ha sido conocido como “Periodo Especial”. Decenas de individuos que buscando un desahogo la emprendieron a pedradas contra vidrieras de comercios, ómnibus de pasajeros o que simplemente causaron daño a la telefonía pública, fueron expuestos como animales de feria ante un público ahora menos efusivo y comprometido con el poder, que se limitó a mirar callado sin atreverse a enunciar su desacuerdo con la forma en que se ejecutaba el proceso.  

El juicio que acaba de concluir se enmarca en la nueva campaña gubernamental llamada a combatir las indisciplinas sociales, cuyo tiro de arrancada fue dado tras el discurso de Raúl Castro el pasado 26 de Julio. Desde entonces, se observa un marcado interés por revivir viejos métodos de coacción social dirigidos a embalsar las aguas, ya no solo del legítimo descontento, sobre todo de comportamientos francamente antisociales que están en alza dada la pérdida de valores que aquejan nuestra sociedad,  y en esta estrategia,  los Juicios Públicos, juegan un rol fundamental según consideran  ideólogos del castrismo.

No trato aquí de justificar comportamientos malsanos como dañar un ómnibus, a todas luces un bien social, máxime si quienes lo ejecutan poseen un amplio récord delictivo y confiesan haber actuado motivados por el consumo del alcohol y al calor de una riña. Se trata de comprender que la justicia debe tener como prioridad la reeducación  social del individuo, en última instancia, aislarle de la colectividad a la que causa perjuicio, sin que esto suponga, como carga adicional, el asesinato moral de quien delinque.

En definitiva, si lo pensamos detenidamente veremos que esta distorsionada forma de impartir justicia supone algo más que una denigrante modalidad de enjuiciamiento. No se trata tan solo de que las garantías procesales del incriminado sean endebles, o que la celebración en plena vía pública ante centenares de transeúntes implique una pena adicional fuera del marco sancionador que estipulan las leyes, por el costo moral que infringe al procesado, o que aun antes de ser juzgados, la presunción de inocencia sea echada al cesto de la basura, pues no conozco ninguna experiencia similar en que los implicados hayan sido declarados inocentes; de lo que se trata en realidad es enviar un mensaje que se oiga claro y fuerte dentro de la sociedad, para que entienda el costo que puede acarrearle cualquier intento por quebrantar el orden socialista. Este tratamiento será dado  lo mismo al que delinque por vocación, que quien lo hace por necesidad; al sujeto descontento que rompe una vidriera o pone un cartel disidente como acto único de desahogo, que al opositor político que desobedece leyes sistemáticamente por considerar que violan derechos reconocidos universalmente.
Así lo entiende la población. No por casualidad uno de los presentes en el lugar me comentó disgustado: “Esto nos lo hacen a los muertos de hambre. ¿Por qué no hicieron un juicio similar a los corruptos de Felipe Pérez Roque o Carlos Lage? ¿Por qué cuando un primer secretario del partido es expulsado de su puesto por robar no se le da igual tratamiento?”.

Los abogados hicieron su mayor énfasis tratando de demostrar el carácter “revolucionario” de sus defendidos, en pedir clemencia pues estaban afiliados a los CDR y pagaban su cotización.

Se contentaron con remitir sus esfuerzos al intento por ganar el favor de la “magnánima justicia revolucionaria”. Nada de defensa brillante o de alegatos suspicaces. Todo siguiendo un guion preestablecido. Los acusados antes de transitar por aquella avenida para tener su cita con la doncella ciega de la balanza justiciera ya se sabían condenados.

http://lagartoverde.com/2013/08/18/retoma-cuba-los-juicios-callejeros-para-juzgar-y-amenazar-a-la-poblacion-en-que-siglo-estamos/

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Violación de DDHH: "con los infelices se cometen muchas injusticias"

Michel Martínez Pérez en huelga de hambre desde hace 21 días. No permiten a su madre visitarlo.


Hace 21 dias que los cerceleros cómplices y asesinos del régimen de Cuba no dejan que Lázara Pérez vea a su hijo Michel Martínez Pérez quien está plantado en huelga de hambre desde el 19 de octubre pasado.
Semana tras semana Lázara ha viajado de Unión de Reyes a Colón levantándose a las 3:30 am todos los martes con la ilusión de poder ver a su hijo en el hospital de Colón.
Después de viajar dando tumbos atravesando varios pueblos, porque de Unión de Reyes a Colón no hay transporte directo, hace tres martes consecutivos que los esbirros castrocomunistas no permiten que Lázara de Jesús Pérez vea en las condiciones en que está su hijo.
¿Qué están ocultando? ¿En qué condiciones estará mi hijo? ¿Por qué no quieren que yo vea a mi hijo? Yo soy su madre, yo lo llevé en la barriga 9 meses. En este país no hay justicia. Aquí lo que hay es mucha injusticia, injusticia con los más infelices. Son asesinos, son asesinos, hay que ser asesino para hacerle lo que le están haciendo a mi hijo! Repite una y otra vez Lázara de Jesús Pérez, una madre desesperada de la cual el régimen de los asesinos Castros se burla impunemente.
Escuche las declaraciones de Lázara de Jesús Pérez precedidas por una explicación breve en la voz del exprisionero de conciencia y periodista independiente Iván Hernández Carrillo.
Solidaridad con Michel Martínez Pérez, reo inocente injustamente condenado a 10 años de cárcel por un delito que ni siquiera le han probado.

@mspianoteacher


http://yacubatwiteaydenuncia.blogspot.com/2012/12/violacion-de-ddhh-con-los-infelices-se.html

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Joven se juega la vida en huelga de hambre por un delito que no cometió mientras delincuente castrista es premiado con ascenso



En Cuba matar una vaca es un delito grave; pero como todo lo que pasa en Cuba castrista depende de quién cometa el delito. En realidad tampoco importa si alguien cometió el delito si no que lo que importa es que el régimen decide que alguien cometió lo que en realidad nunca cometió y entonces comienza el fin de una pesadilla para el "elegido".
Michel Martínez Pérez tuvo la desgracia de ser el "elegido" y está pagando por un delito que jamás cometió. Y como es una persona de bien, decidió enfrentarse a la injusticia declarándose en huelga de hambre ya hace 33 días. Su mamá está desesperada porque no solo no existe la justicia en la Cuba de la tiranía si no que además ni siquiera le dejan ver a su hijo que se está jugando la vida en haras de la verdad y su libertad.
Mientras Lázara de Jesús Pérez Martín vive un calvario por lo que está pasando su hijo en la prisión de máxima seguridad de Agüica en Colón, Matanzas, un desgraciado y corrupto alcohólico que como único curriculum tiene el haber asesinado a cuchilladas a una vaca preñada, está a punto de ser incorporado como auxiliar de policía en Velasco, Holguín.
Este figura se llama Rubén González Velázquez y es un ejemplo más de lo que el régimen recluta para sostener por la fuerza y por la coacción sometido a todo el pueblo cubano.
Escuche el testimonio de Manuel Martínez que nos llena de pena y vergüenza pero nos da más fuerzas para luchar por el fin de la dictadura y la libertad de todos los presos políticos y de los presos que -como Michell- están enjaulados porque a un eunuco de Raúl se le dio la reverenda gana.



http://cubayatwittea.blogspot.com/2012/11/joven-se-juega-la-vida-en-huelga-de.html