twiteros cubanos libres

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miércoles, 31 de diciembre de 2014

@orrio21 De como mas pronto se coge a un mentiroso QUE A UN COJO

¿Y si es las dos cosas? ni te cuento

El compañero Manuel David Orrio, cayo ayer en una vil trampa del imperio.. No, hombre, que va, así es como lo cuentan ellos.

 Orrio, el chivato castrista, infiltrado durante muchos años en la disidencia pacífica cubana, que mando a unos cuantos de estos a la cárcel, cuando la Primavera Negra, tuvo la mala suerte de toparse ayer conmigo, que andaba merodeando por Twitter, tarde, tardísimo en la madrugada española, a la búsqueda de un chiva que llevarme a la boca. Porque a esa hora algunos "compañeritos" chivas privilegiados con Internet en sus casas.. se relajan con dos tragos de ron y entran en Twitter desde Cuba, con la lengua un poco suelta...

Conversamos sobre este tw, que estaba recibiendo bastantes RTs, y sobre la algarabía en las redes por la detención de activistas en Cuba, con motivo de una performance anunciada por Tania Bruguera


Yo tenía la ventaja de conocerlo bien, sabia por donde lo tenia que pillar..y el la desgracia de tomarme por tonta, a pesar de que le advertí de que lo conocía..




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El dato es que técnicamente, al contar estas cosas a la prensa extranjera, de izquierdas, pero extranjera al fin y al cabo, y permitir que se publicaran en la red, Orrio esta incurriendo en lo que en Cuba suele llamarse "propaganda enemiga", revelando datos de la estrategia de los infiltrados castristas, y dejando en muy mal lugar a sus jefes, que le negaron unas vitaminas, evidentemente para la neuritis toxica que hacia estragos cuando aquella, y no un medicamento búlgaro caro para la poliomielitis, como dijo en un intento desesperado de colarme su trola.

La entrevista el video original puede verse aqui http://cubainformacion.tv/index.php/otros-especiales/entrevistas-anteriores/17073-manuel-david-orrio-periodista-cubano-y-ex-miembro-de-la-seguridad-del-estado-y-parte-3 y el tipo se va de la lengua en los primeros 3 minutos. Obviamente ha sido un gran placer haberlo revolcado

lunes, 22 de julio de 2013

Algunas de las MENTIRAS de Castro sobre el "Asalto al cuartel #Moncada"



ENTREVISTA: Al profesor Antonio de la Cova, PhD en Historia, autor del nuevo libro “The Moncada Attack” sobre "El Asalto al Cuartel Moncada" realizada por
www.cubalibredigital.com

Pregunta: ¿Qué lo llevó a Ud., siendo un opositor al régimen de Fidel Castro, a ahondar en la historia del primer hecho de guerra promovido por el actual dictador cubano?

Respuesta: En 1974, cuando comenzaba mis estudios de historiador en Florida Atlantic University, un profesor marxista me asignó hacer una reseña sobre “La Historia Me Absolverá,” la obra basada en la autodefensa de Fidel Castro al ser juzgado después del asalto al cuartel Moncada en Santiago de Cuba el 26 de julio de 1953. 
En dicho relato, Castro acusa al sargento Eulalio “El Tigre” González, de haber asesinado a Abel Santamaría, un héroe revolucionario. Curiosidad histórica me motivó buscar a González en la guía telefónica de Miami. González me dijo, entre otras cosas, que su apodo era “El Mulo” porque había trabajado con la compañía de transporte de mulos en La Cabaña durante veinte años y que Fidel Castro inventó el apodo de “El Tigre” para presentarlo como feroz. Posteriormente confirmé a través de otros militares que conocieron a González, que su apodo siempre fue “El Mulo,” y que Castro estaba mintiendo. Mi entrenamiento como historiador me decía que donde hay una mentira, siempre hay otras. Posteriormente encontré en la revista oposicionista “Bohemia,” de diciembre 27, 1953, página 70, en un breve recuento sobre el juicio de Fidel Castro, que había terminado su alegato de defensa diciendo: “La historia, definitivamente, lo dirá todo.” Esto indica que Castro falsificó el lema “La historia me absolverá.” Estos descubrimientos fueron los que me motivaron a rescatar la verdad histórica, para que esta y futuras generaciones comprendan cuales fueron los verdaderos sucesos del 26 de julio. La mayoría de los 115 protagonistas que entrevisté ya fallecieron. Si yo no hubiera tomado sus testimonios, se hubieran perdido para la historia, ya que ningún otro historiador los había entrevistado. Entre estos testimonios rescatados está el del magistrado Aldolfo Nieto, que presidió el juicio de la Causa 37, donde fueron juzgados Fidel Castro y los implicados en los sucesos del 26 de julio.

P: ¿Qué diferencia tiene este libro suyo sobre el Asalto al Cuartel Moncada, de otros libros similares que tratan un tema sobre el cual se han escrito muchos libros antes, tanto por autores comprometidos con Fidel Castro, como por autores independientes?

R: En el prefacio de mi libro hago un análisis de todas las obras que han tratado el tema del asalto a los cuarteles de Bayamo y del Moncada el 26 de julio de 1953. Señalo como los errores históricos se han perpetuado como mitos revolucionarios, sin que ningún historiador haya realizado un estudio académico o crítica de la “versión oficial” del gobierno cubano. Por ejemplo, en 1961 el periodista Robert Taber publicó “M-26: The Biography of a Revolution,” donde dice que Castro era “presidente de la FEU” y que “apareció brevemente dentro del cuartel” Moncada durante el ataque. Ni el propio Fidel Castro jamás ha dicho que entró en el cuartel en aquel momento. Taber se acoge a la “Leyenda Negra” creada por Castro en “La Historia Me Absolverá,” diciendo que los prisioneros rebeldes fueron torturados, les extirparon los ojos, los castraron, los mutilaron, y que a Haydée Santamaría le quemaron los brazos con hierros calientes, una mentira tan absurda que ni ella la repitió en sus memorias sobre el Moncada. Ningún historiador jamás ha cuestionado la veracidad de esos alegatos. En 1965, el novelista francés Robert Merle fue contratado por el gobierno cubano para escribir “Moncada: Premier Combat de Fidel Castro.” Merle entrevistó a sesenta rebeldes participantes, a seis civiles, y a un solo militar, el teniente que arrestó a Castro. Dicho libro carece de un relato balanceado, ya que solo presenta la “versión oficial” de los sucesos. Igual ocurre con las numerosas obras publicadas en Cuba por Marta Rojas, Mario Mencia, y otros autores, que se acogen a la advertencia que Fidel Castro dio en una reunión de la Unión de Escritores y Artistas Cubanos en agosto de 1961: “Con la revolución, todo; contra la revolución, nada.” Hasta el momento, no se había publicado una obra sobre los sucesos del 26 de julio por un académico con un doctorado en historia. Mucho de lo que se ha escrito es por escritores comprometidos con el régimen castrista o por neófitos que no tienen el entrenamiento universitario adecuado necesario para ser historiador.

P: ¿Cuáles son sus credenciales como historiador?

R: Yo recibí el doctorado en Historia de la Universidad de West Virginia en 1994, y este es el segundo libro que publico con una prensa universitaria, que es el más alto reconocimiento intelectual que se le puede dar a una obra.

P: ¿Cuáles fueron sus fuentes principales de información, dado que Ud. no vive en Cuba y no ha viajado a ella para escuchar la versión de los principales líderes de la acción que relata?

R: Mi libro está basado principalmente en entrevistas grabadas y transcritas que realicé durante treinta y un años con 115 personas que participaron directamente en los hechos, además de publicaciones contemporáneas de aquella época, y cientos de artículos y obras que se han publicado en Cuba desde 1959. Todo está citado en la bibliografía del libro. Además, puse mis entrevistas en la red enhttp://www.latinamericanstudies.org/entrevistas.htm para que los lectores puedan formular sus propias opiniones. Los dirigentes revolucionarios que participaron en los sucesos del 26 de julio, ya han dado sus versiones a la prensa cubana, acogiéndose a los parámetros dictados por el régimen. Yo los cito cuando concuerdan con la verdad, o señalo donde hay discrepancias. Por ejemplo, Robert Merle escribe en 1965 que cuando Abelardo Crespo cayó herido en combate, Jaime Costa lo metió dentro de un auto en retirada. Sin embargo, después que Costa fue detenido en Cuba, Crespo cambia su versión para omitir a Costa y decir que Fidel Castro fue quien lo asistió. Entrevistar a estos protagonistas en Cuba no rendiría mucho más, ya que no van a contradecir la “versión oficial” o lo que ya dijeron en entrevistas previas. Sí tuve la oportunidad de entrevistar telefónicamente a dos personas en Cuba, Gustavo Arcos Bergnes, quien iba en el mismo carro que manejaba Fidel Castro al ataque, y el ex teniente Jesús Yanez Pelletier, supervisor militar de la prisión de Boniato donde estuvieron encarcelados los acusados en la Causa 37. Como los dos eran disidentes, no tenían miedo a decir la verdad y contradecir la versión entronizada. Además, en Estados Unidos logré entrevistar a catorce rebeldes exiliados que tuvieron una participación decisiva en los sucesos. Por ejemplo, los tres dirigentes del simultáneo asalto al cuartel de Bayamo, Raúl Martínez Ararás, Orlando Castro García, y Gerardo Pérez-Puelles Valmaseda, rompieron con Castro en 1955 cuando detectaron sus aspiraciones dictatoriales, lo cual denunciaron en una proclama pública. Los tres han sido borrados de la “historia oficial” del gobierno cubano, quienes le han achacado el liderato de la acción de Bayamo a Ñico López, un analfabeto peón del mercado de La Habana. Ñico entorpeció el ataque al cuartel de Bayamo al no cumplir su misión de llevar un alicates que se le asignó para cortar la cerca de alambre de púas, porque se le olvidó. La “versión oficial” es incapaz de criticar a un mártir de la revolución.

P: ¿Hay otros protagonistas que no aparecen en la versión oficial del gobierno cubano?

R: De los 99 rebeldes sobrevivientes, veintisiete se convirtieron en disidentes, por lo cual han sido omitidos de la “historia oficial.” Fidel Castro no los invitó a participar en los festejos oficiales del cincuentenario del asalto al Moncada. Otras personas cuyo papel no ha sido reconocido o tergiversado son los casos de Raúl Castro, Naty Revuelta y Reinaldo Boris Luis Santa Coloma. Raúl Castro va a Santiago de Cuba por invitación de José Luís Tasende sin saber el plan. Fidel Castro se sorprende al ver a su hermano allí en la granja de Siboney horas antes de ir al ataque, y lo asigna al grupo de menos riesgo, los que toman el edificio del Palacio de Justicia, colindante al cuartel Moncada, que eran dirigidos por Léster Rodríguez. Sin embargo, el muro de contención en el techo de la audiencia era muy alto y no les permitió a los rebeldes disparar hacia el cuartel. Por eso, cuando Raúl Castro es detenido, la prueba de parafina que le hicieron para comprobar si había disparado un arma, resultó negativa. Como Léster Rodríguez era santiaguero y pudo escapar sin problemas, Fidel Castro falsamente le achacó el papel de dirigente del grupo a su hermano Raúl. Natalia “Naty” Revuelta Clews, la amante de Fidel Castro, también ha sido omitida de la versión oficial, a pesar que donó más de cinco mil pesos para comprar las armas que usaron los asaltantes. Reinaldo Boris Luis Santa Coloma aparece en la “versión oficial” como el “novio” de Haydée Santamaría. Sin embargo, el verdadero amor de Boris era Nereida Rodríguez, con quien tuvo un hijo que nació el 13 de julio de 1953. Nereida y su hijo han sido borrados de la historia, hasta ahora.

P: ¿Qué hay de cierto que Boris Luís fue emasculado, que le sacaron los ojos a Abel Santamaría, y que otros rebeldes fueron torturados después de capturados?

R: No hubo tal tortura organizada ni necesidad para eso. La tortura generalmente se aplica cuando algún reo no quiere revelar algo. Allí todos los capturados rápidamente admitieron quienes eran, que Fidel Castro era el líder, y que estaban motivados por patriotismo para redimir la patria. Según el teniente Jesús Yanez Pelletier, el prisionero Osvaldo Socarrás Martínez, lo condujo hasta la granja Siboney, donde se habían acuartelado los rebeldes antes del ataque. Unos treinta rebeldes capturados fueron inmediatamente ejecutados en el campo de tiro de armas cortas dentro del Moncada, bajo la autorización del coronel Alberto del Río Chaviano, quien ordenó que regaran los cadáveres por el cuartel para hacer lucir que murieron en combate. El Servicio de Inteligencia Militar (SIM) le tomó una foto a cada muerto, a quien le pusieron un papel con un número de identificación en el pecho. El régimen castrista ha publicado algunas de esas fotos, pero jamás han demostrado la foto del cadáver de Abel Santamaría. Yo reto al gobierno cubano que publique dicha foto y que reproduzca todos los certificados de defunción que redactaron los médicos forenses. Marta Rojas publicó algunos, pero no todos, y demuestran que los rebeldes fueron ejecutados, pero no mencionan señales de tortura o desmembramiento. Yo entrevisté para mi libro a Manuel Bartolomé, director de la funeraria Bartolomé en Santiago de Cuba, quien recogió todos los cadáveres de los rebeldes muertos. Él dijo que no vio señales de tortura y que los médicos forenses de Santiago de Cuba que reconocieron los cadáveres hubieran levantado la alarma si hubieran visto tal cosa. Uno de los médicos forenses, el doctor Manuel Prieto Aragón, fue entrevistado en la revista “Bohemia” en 1968, pero no confirmó el alegato de tortura de los presos, cuando lo pudo haber dicho a la prensa castrista sin problemas. Haydée Santamaría, quien más propagó la versión de la tortura de los presos y que su novio fue emasculado, sin embargo, cuando testificó en el juicio, sin ser coaccionada, no hizo dicha denuncia. El testimonio de ella en corte aparece en la prensa de aquella época.

P: ¿Qué hay de cierto que los soldados en la posta del cuartel y en el hospital militar fueron pasados a cuchillo por los rebeldes?

R: Ese es el otro gran mito que ha perdurado sobre los sucesos del 26 de julio. Eso surge porque el coronel del Río Chaviano llegó al cuartel después del ataque, según me dijeron varios militares. Cuando el general Batista lo llama por teléfono indagando cómo los rebeldes habían pasado la posta, el coronel le dijo que los pasaron a cuchillo y añadió que los dos muertos en el hospital militar, el sanitario José Vázquez y el policía Roberto Ferrándiz, también fueron apuñaleados. Ambos recibieron tiros en la cabeza al asomarse a diferentes ventanas al inicio del ataque. Yo entrevisté a los tenientes médicos Erik Juan Pita y Rolando Pérez Sainz de la Peña, quienes estaban de turno en el hospital militar durante el ataque, y ambos confirmaron que no hubo ningún militar herido o muerto con cuchillo. El soldado José Ferrá Mulet me dijo que vio cuando los rebeldes desarmaron a los dos guardias en la posta 3, Orlando Molina Amores y Walfrido Monzón, y los acostaron en el suelo boca abajo sin lesionarlos. La controversia surge porque una vez que Batista da su discurso al día siguiente, diciendo que la posta y los enfermos fueron pasados a cuchillo, eso se convierte en la versión oficial del gobierno. Sin embargo, la prensa contemporánea, que reportó los eventos del juicio, señala que los testigos médicos militares confirmaron que no murió ningún soldado por arma blanca. Otro dato interesante es que cuando Batista escribe sus memorias, dice que los enfermos fueron asesinados, pero no pasados a cuchillo.

P: ¿Cuál fue la participación directa de Fidel Castro en los sucesos?

R: Fidel Castro, notorio por su memoria y su verborrea, jamás ha descrito en detalle su participación en el combate del Moncada. Nunca ha revelado si disparó un arma, cuantas veces, cuando, o contra quien, como han dicho otros rebeldes. Su actuación la he podido descifrar por rebeldes que estuvieron a su lado, como Gustavo Arcos, que lo acompañó al Moncada, y Héctor de Armas, Carlos Bustillo, y Gerardo Granados, que estuvieron con Castro en la balacera frente a la posta tres, pero no lo vieron disparar su pistola Luger. Castro se pasó los veinte minutos que duró el combate tratando de reagrupar a los rebeldes que se habían dispersado en los patios de las casas del reparto militar y erróneamente penetraron en el hospital militar fuera del cuartel. Un dato interesante es que después que Castro es detenido y llevado a la prisión de Boniato, el médico forense José Ramón Cabrales va a hacerle la prueba de la parafina, para ver si había disparado un arma, y Castro se niega que lo haga. Según el libro de Georgina Cuervo y Ofelia Llenín, “Moncada: Epopeya Heroica,” publicado en La Habana en 1973, página 116, Castro dice: “¿A mí? A mi no me la hacen; ponga que da positivo porque yo sí tiré. A mí no hay que hacerme la parafina. Búsquenme un arma y verán como sigo tirando. – Y fue al único combatiente que no se le hizo la prueba de la parafina.” Parece que Castro sabía que su prueba de la parafina iba a dar negativa, y no quiso desprestigiarse de esa manera, que siendo el líder, no disparó ni un solo tiro.

P: ¿Cuáles eran los antecedentes de los rebeldes del 26 de julio?

R: Castro escogió selectivamente a los 160 rebeldes dentro de la juventud del Partido Ortodoxo, donde él militaba. El libro “Mártires del Moncada” de Marta Rojas, publica biografías de los rebeldes que indica que la gran mayoría no tenían instrucción más allá del sexto grado escolar. Cuatro rebeldes eran graduados de la universidad y había solamente dos negros y doce mulatos, incluyendo a Melba Hernández. Muchos tenían empleos humildes, como peón de albañil, parqueador de autos, dependiente de tienda, mozo de limpieza, campesinos, y desempleados. El hoy en día general Calixto García Martínez era mensajero de bicicleta de la Farmacia Johnson; el general Juan Almeida Bosque era asistente de albañil; el ministro Ramiro Valdés Menéndez era ayudante de camionero; y Agustín Díaz Cartaya, autor del himno del 26 de julio, era un huérfano que tocaba guitarra por las calles de Marianao. Algunos asaltantes eran delincuentes con antecedentes penales. Jacinto García Espinosa era un marihuanero convicto por traficar narcóticos; Carmelo Noa Gil estuvo preso por intento de asesinato; y Flores Betancourt Rodríguez había cumplido un año en el reformatorio juvenil Torrens. Otros cuatro rebeldes habían sido arrestados por fajarse con la policía. Por lo menos veinticinco rebeldes eran huérfanos de padre. Era fácil para el abogado Castro, con su verborrea de persuasión, apelar a los sentimientos patrióticos de dichos jóvenes y manipularlos.

P: Después de tantos años recopilando la información relevante para escribir su libro sobre el Moncada, ¿Qué conclusiones Ud. extrae sobre el carácter de esa acción de guerra, sus lecciones y sus motivaciones?

R: Las acciones del 26 de julio de 1953 comenzaron a prepararse escasamente tres meses antes de realizarse. Raúl Martínez Ararás, jefe del ataque al cuartel de Bayamo, señaló que el plan de ataque era superficial, improvisado, y descabellado. Su segundo al mando, Orlando Castro dijo que más fácil hubiera sido tomar el cuartel de Bayamo sin disparar un tiro si hubieran detenido en su hogar al comandante del cuartel y lo hubieran llevado allí para franquear la entrada. En aquel momento solamente había cinco soldados dentro del cuartel de Bayamo. La prensa había anunciado con anticipación que Batista estaría en las regatas de Varadero el 26 de julio para presentar el trofeo al ganador. Hubiera sido más fácil si se le hubiera hecho allí un atentado en vez de intentar tomar el Moncada. Fidel Castro trató de adelantarse a un plan insurreccional que preparaba la oposición con el Plan de Montreal en abril de 1953. Castro pensó que si él se alzaba primero, el resto de la oposición tendría que secundarlo, como pasó con el prematuro alzamiento de Carlos Manuel de Céspedes durante la Guerra de los Diez Años. El problema fue que los rebeldes iban vestidos de militares, y la oposición no actuó porque pensó que aquello era una bronca entre militares.
Otro dato que no menciona la “versión oficial” es que Gustavo Arcos, Pepe Ponce, Abelardo Crespo, Reinaldo Benítez, y algunos otros rebeldes fueron heridos equivocadamente por otros asaltantes porque iban vestidos de militares. Arcos estaba mirando hacia el cuartel, cuando el balazo le entró por la espalda, con trayectoria de abajo hacia arriba. Ponce y Crespo tuvieron heridas de calibre 22 y Benítez fue herido con perdigones, calibres de armas que usaban exclusivamente los rebeldes. En mi libro yo detallo todos los fallos del plan de ataque, cuyo mayor error estratégico fue no tomar la azotea del edificio de tres pisos frente al Moncada, desde donde un grupo de francotiradores hubieran dominado el polígono, las salidas de todos los dormitorios, y hubieran neutralizado la ametralladora que les prohibió la entrada por la posta lateral. Los rebeldes iban mal armados, con rifles 22, revólveres, y escopetas, y con solo un puñado de balas, para enfrentarse a soldados armados con rifles de alto calibre, ametralladoras, y granadas de mano. Por cierto, los huecos de los balazos en la fachada del Moncada inicialmente fueron hechos por una ametralladora calibre 30 que disparó el sargento José Virués Moraga contra cinco rebeldes que se atrincheraron en el ala izquierda del cuartel. Después del ataque, aquellos daños se repellaron y se pintó la pared. Sin embargo, en los 1970s, el gobierno abrió nuevos huecos en la pared, como aparecen ahora, pretendiendo que son los disparos originales. Es evidente que Fidel Castro llevó a esos muchachos a morir allí, para treparse sobre sus cadáveres, y lograr su fama por primera vez a través de la prensa internacional. El ministro de Información de Batista, Ernesto de la Fe, declaró que el coronel del Río Chaviano debió haber sido llevado ante una corte marcial por no cumplir las reglas de guerra y ejecutar a los prisioneros. Eso fue lo que permitió a Fidel Castro convertir una derrota militar en una victoria política.

P: ¿Según su punto de vista, el Asalto al Cuartel Moncada deja alguna lección importante que pudiera extenderse fuera del territorio nacional cubano?

R: Lo más llamativo de esta obra es la manipulación maquiavélica de Fidel Castro sobre sus seguidores para lograr su ambición personal. En la granja Siboney, cuando Castro reveló su plan de ataque, una docena de rebeldes se negaron a participar en lo que denunciaron como un plan suicida. En Bayamo, Hugo Camejo, jefe de la célula de Marianao, desertó a último momento, al igual que Ernesto Tizol, que había rentado la granja Siboney. Tizol, mientras manejaba su auto rumbo al Moncada, se acobardó y desvió una parte de la caravana motorizada de los asaltantes, muchos de los cuales no participaron en el ataque, que solo duró veinte minutos. El “Manifiesto a la Nación” que redactó Raúl Gómez García, que postulaba las metas democráticas de los rebeldes, y por lo cual sesenta y uno de ellos dieron sus vidas, nunca se llevó a cabo por Fidel Castro.

P: Donde se puede adquirir el libro suyo y que recomendaciones daría para una mejor lectura.
R: El libro se acaba de poner a la venta en Miami el Sentir Cubano, en el 2900 S.W. 8 Street. Se puede pedir en la red ahttp://www.cubanfoodmarket.com/

También está a la venta el la red en www.amazon.com
http://www.amazon.com/Moncada-Attack-Birth-Cuban-Revolution/dp/1570036721/ref=pd_bbs_sr_1/002-9050753-9398438?ie=UTF8&s=books&qid=1181506609&sr=8-1

Le sugiero a los lectores que lean las entrevistas que puse en la red, en las cuales está basada la obra,http://www.latinamericanstudies.org/entrevistas.htm para que lleguen a su propia conclusión respecto a la objetividad y la veracidad de este libro, que tomó más de treinta años en completar.

http://cubahumor.blogspot.com/

miércoles, 17 de octubre de 2012

MALAS MATEMÁTICAS CASTRISTAS



Malas y buenas matemáticas
Fernando Dámaso | La Habana | 17-10-2012 - 9:30 pm.


20.000 muertos durante Batista, 100.000 prostitutas, 70 millones de indios masacrados en América… ¿Son creíbles las cifras castristas?




Fidel Castro discursea. (ALEJANDROGOMEZTAMEZ.WORPRESS.COM)

Las autoridades cubanas siempre han tenido dificultad con las matemáticas. En fecha tan temprana como enero de 1959, se dio como cifra oficial de muertos durante los siete años de la dictadura de Batista la de veinte mil, cuando en realidad, por ambas partes, no superaron las dos mil víctimas; exactamente, según especialistas, fueron 1.857 con nombres y apellidos: las restantes 18.143 nunca existieron. La cifra oficial nunca ha sido corregida y se continúa utilizando, tal vez por aquello de que "una mentira muchas veces repetida se convierte en verdad".

A finales de la década del 60, se planteó que existían las condiciones objetivas para producir, en una zafra, 10 millones de toneladas de azúcar. Nunca se alcanzó la cifra y, a partir de entonces, cada año las zafras fueron menores, hasta prácticamente desaparecer la industria azucarera, con ridículas producciones de poco más del millón de toneladas anuales.

En la década del 80 se planteó que, antes de 1959, en Cuba había 100 mil prostitutas, incluyendo entre éstas, de manera irresponsable, a quienes trabajaban en bares, cafeterías, restaurantes y hasta tiendas y otros establecimientos comerciales, cuando en realidad, en 1958, 11 mil personas vivían de la prostitución, teniendo en cuenta prostitutas, dueños de casas de cita, burdeles, bares, matronas, proxenetas, personal de servicio y limpieza y hasta policías corruptos. Un índice muy bajo para 6 millones de habitantes.

También por esa década se dijo que la colonización española en América había exterminado a 70 millones de indios, cuando las cifras dadas por los especialistas más serios sitúan la cantidad de habitantes en América, desde Alaska hasta la Patagonia, en no más de 35 millones. Si se tiene en cuenta que en esa época España tenía una población de 5 millones de habitantes, y a América solo vinieron unos cientos, no se entiende cómo, aunque estuvieran armados con arcabuces y caballos, los españoles pudieron realizar tal exterminio.

Continuamente se repite que, antes de 1959, la economía cubana estaba en manos extranjeras, principalmente norteamericanas. En realidad, entre los 551 propietarios más importantes, 65 eran españoles, 24 norteamericanos, tres franceses, dos italianos, un mexicano, un jamaicano, un hondureño, un ruso, un venezolano, un británico, un canadiense y un austriaco, para un total de 102. Los restantes 449 eran cubanos. Además, la mayoría de los extranjeros estaban asentados en Cuba y habían constituido familias cubanas.

También, desde hace años, se achaca al denominado "bloqueo" (en realidad embargo) la pérdida de billones de dólares por la economía cubana —cifra que nadie sabe de dónde salió, como no sean sus inventores—, cuando en realidad estas pérdidas, de ser ciertas, corresponden más a los planes fracasados e inventos improductivos, puestos en práctica durante más de cincuenta años de experimentos económicos y sociales.

Los anteriores ejemplos, tan solo un botón de muestra, son más que suficientes para demostrar que las autoridades siempre han estado peleadas con las matemáticas. Al contrario, hay cifras que, por conveniencia política, se callan y no se divulgan: la cantidad de suicidios anuales, el número de crímenes y otros actos violentos que se cometen, los robos y otros atentados a la propiedad individual, la emigración interna por motivos económicos, la emigración externa, tanto por motivos económicos como políticos y sociales, etcétera.

Tampoco, por intereses políticos, se dice que, en 1958, Cuba ocupaba el cuarto lugar mundial en el consumo de carne de res per cápita (0,9 vaca por habitante) y que, en Iberoamérica, era el segundo país con menor mortalidad infantil (33,4 por cada mil nacidos), poseía el segundo más bajo índice de analfabetismo (23,6%), era el mejor país en cuanto a médicos per cápita (uno por cada 957 habitantes), poseía el mayor porcentaje de viviendas electrificadas (82,9%) y de viviendas con baño propio (79,9%). Además, también en Iberoamérica, era el segundo país en el consumo calórico per cápita (2870), el de más automóviles (uno por cada 40 habitantes), el de más electrodomésticos por habitante (un radio por cada 6,5 habitantes, un televisor por cada 25 habitantes), el de más kilómetros de líneas férreas por kilometro cuadrado y el segundo en entradas per cápita, la producción industrial abarcaba más de 10 mil artículos diferentes y existían 65 mil establecimientos comerciales (uno por cada mil habitantes). Por si fuera poco, ocupaba el lugar 29 entre las mayores economías del mundo.

Como se ve, las matemáticas pueden ser malas o buenas: todo radica en la honestidad de quien las utiliza y los objetivos que persigue.

http://www.diariodecuba.com/cuba/13497-malas-y-buenas-matematicas

lunes, 24 de septiembre de 2012

@cubadebate MIENTE DESCARADAMENTE, AHORA SOBRE LA EMIGRACION CUBANA

Nada ..que los farsantes NO SE CANSAN DE REINVENTAR la historia de Cuba.. y lo que caiga, y ahora salen con esto

Antes de 1959 eran contadas las visas que la Embajada de los Estados Unidos concedía a los ciudadanos cubanos para emigrar a ese país; lo que constituía una aspiración de millones de personas en el mundo, atraídos por el estándar de vida en la nación que emergió de la Segunda Guerra Mundial como la más rica y poderosa del planeta. Unos pocos humildes trabajadores dispuestos a asumir las duras labores que el estadounidense se rehusaba a hacer y componentes de la burguesía y de algunos sectores medios del país, eran los afortunados en esa ruleta migratoria.
http://www.cubadebate.cu/especiales/2012/09/24/la-emigracion-cubana-y-su-manipulacion-politica-por-estados-unidos/


pero COMO PARA DECIR MENTIRAS Y COMER PESCADO hay que tener mucho cuidado, y mas que nada MEMORIA.. esto es lo que aparece en la pagina del gobierno cubano ACTUAL
http://www.cubagob.cu/rel_ext/acuerdos.htm

Antes del 1ro de enero de 1959 la emigración permanente y temporal de ciudadanos cubanos hacia los EEUU, sin ser estimulada, era relativamente alta en comparación con el resto de los países del área de Centroamérica y el Caribe. Entre los años 1950-1958, unos 65 200 cubanos fueron admitidos en los EEUU como inmigrantes permanentes (más que todos los provenientes de países de Centroamérica y el 53% de los del Caribe). Sólo en 1956 emigraron hacia ese país 15 000 cubanos.
También el número de visitantes temporales era considerablemente alto en esos años. Durante 1958 viajaron con visa temporal a los EEUU más de 72 600 cubanos.
Después del triunfo revolucionario, la política migratoria de los EEUU hacia Cuba ha estado encaminada a estimular la emigración, tanto legal como ilegal, y se ha convertido en un importante instrumento de la política hostil del Gobierno norteamericano, dirigido a crear a Cuba dificultades tanto internas como también en el plano internacional

Como puede observarse MAS RAPIDO SE COGE A LOS CHIVATOS MENTIROSOS DE CUBA ..que a un cojo.

sábado, 14 de julio de 2012

Viceministra del MINSAP sobre el cólera: “De ese tema no voy a hablar”

Así respondió en un evento donde recibió 800,000 dólares de Noruega para combatir el cólera en Haití.



LA HABANA, Cuba, 13 de julio (Agencias, www.cubanet.org) – El hermetismo con que el régimen cubano encara el brote de cólera en la isla ha llegado al punto de que una alta funcionaria del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) rehusó responder cuando periodistas extranjeros en La Habana intentaron hacerle preguntas sobre el tema.
“De ese tema no voy a hablar”, dijo la viceministra del MINSAP, Marcia Cobas, cuando los periodistas le pidieron el jueves una actualización sobre los casos de cólera, tras la firma de un acuerdo de cooperación entre Cuba y Noruega para la cooperación médica con Haití, informó la agencia EFE.
Cobas indicó que “ahora no” podía hablar del tema y dijo que su área de trabajo era la de la colaboración y las relaciones internacionales del Ministerio de Salud Pública.
El objetivo del evento del jueves era la firma de un tercer acuerdo entre los gobiernos de Cuba y Noruega, por valor de 800,000 dólares, precisamente para ayudar a mantener la brigada médica cubana que trata el cólera y otras enfermedades en Haití.
Por su parte, el jefe de la Misión Médica Cubana en Haití, Lorenzo Somarriba, dijo a la prensa que no se sabe de dónde vino el brote de cólera que afecta a la isla, aunque tampoco descartó que pueda provenir de Haití, donde en lo que va de año ha habido unos 130 muertos y 13,000 afectados por esa enfermedad, según cifras oficiales haitianas.
Somarriba resaltó que Cuba tiene un sistema de salud “muy seguro y un sistema de vigilancia epidemiológica muy efectivo”, así como todos los medios de difusión y una organización de base para orientar a la población.
Los últimos datos oficiales que han podido obtenerse sobre el brote de cólera en Cuba provienen de la televisión en la provincia Granma, pero a nivel nacional el régimen no ha vuelto a mencionar el tema desde que publicó un reporte el pasado 3 de julio en el que se decía que había 53 casos de cólera confirmados y tres muertos “con antecedentes de enfermedades crónicas, a lo que se adicionó la infección gastrointestinal”.
Fuentes independientes en la isla aseguran que las víctimas pudieran llegar a 15 y que el mal se ha expandido por todo el país.
Somarriba explicó que la brigada, compuesta actualmente por 723 médicos, enfermeras y paramédicos, ha recibido ayuda también de Namibia, Australia, Brasil y de algunas organizaciones no gubernamentales, entre ellas de Alemania y Estados Unidos.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Haití necesita inversiones en infraestructuras y saneamiento de aguas de hasta 1,100 millones de dólares para erradicar el cólera, que ya causó más de 7,000 muertes desde que comenzó la epidemia en octubre de 2010.

Canadá advierte a sus viajeros

La Agencia de Salud Pública de Canadá emitió el jueves una nota en la que aconseja a las personas que viajen a Cuba tomar precauciones debido “al incremento de los casos de cólera” en la isla. La agencia recomienda a los viajeros de Canadá tomar precauciones con las comidas, evitar los alimentos de vendedores ambulantes, lavarse las manos frecuentemente y beber solo agua hervida o embotellada.
La institución recomienda vacunaciones para los que planifiquen trasladarse a las áreas de alto riesgo, es decir, con acceso limitado a agua y alimentos seguros. También se exhorta a los que regresen a Canadá con síntomas del cólera a que obtengan atención médica inmediatamente.

Tomado de: http://www.cubanet.org/noticias/viceministra-del-minsap-sobre-el-colera-%e2%80%9cde-ese-tema-no-voy-a-hablar%e2%80%9d/