Hace más de cien años Bolívar hizo un conjuro que perdura aun: "Maldito sea el soldado que empuñe sus armas en contra del pueblo". Hugo ha empuñado sus armas en contra del pueblo, lo ha masacrado, perseguido, asesinado, desaparecido, los ha hecho exilarse, ha destruido familias enteras, por lo que esa maldición recaerá sobre el y sobre 10 de sus generaciones.
Las maldiciones no siempre son daño evidente para el conjurado, a veces, las peores maldiciones, los peores castigos vienen después que el maldecido consigue todo lo que quiere: es como vender el alma al diablo, que luego de darte todo lo que soñabas, cuando mas lo estas disfrutando, viene a cobrarte y te arrebata hasta la vida, y a Hugo la hora de pagar su entrega al demonio, el momento de ejecutarse la maldición de Bolívar, le esta llegando.
Si bien "por ahora" pueden regocijarse a sus anchas de haber por fin conquistado todo el poder a su favor, si bien tienen años celebrando cada vez que un opositor es muerto, encarcelado o torturado, si bien tienen la capacidad de sentirse dueños, amos y señores, recuerden que el poder ilegitimo, como el dinero mal habido, duran lo que dura un peo en un chinchorro.
Este momento de orgía, esta celebración malévola donde son mas los ausentes que los invitados, durara poco, bien poco y cuando termine, la caída, la realidad será difícil para quienes se han beneficiado del festín.
Poder por miseria, hambre por atención, han sido los factores de intercambio entre el ilegitimo y los que creyendo en la vida fácil que proviene del delito han formado y forman parte de las huestes malignas del tirano.
Pero como dije, todo tiene su final. Los que engendraron con sus inmundicias al más inmundo de los bastardos, Hugo Chávez, tuvieron su tiempo que perduro mientras no abusaron del poder, pero el día que se pasaron de la raya, cayeron. Bueno, el hijo bastardo de Venezuela, el arrastrado Hugo ya paso la raya, supero el limite que el demonio impone a sus siervos para darles el poder de gobernar que reciben a cambio de sus inmundas almas.
Siéntanse "por ahora" vencedores, pero nunca sabrán de donde les vino el golpe cuando caiga sobre ustedes cual rayo vengador, porque ustedes, seguidores del tirano Chávez, inmundos animales de las mas pestilentes cloacas, comunistas pervertidos, falsos profetas, ladrones, asesinos sangrientos, tienen sus días contados.
Dios aprieta, pero no ahorca. La presencia despreciable del Tirano Chávez es el castigo que Dios nos esta dando a quienes nos descuidamos de sus enseñanzas, a quienes dejamos de ocuparnos en lo que sucedía a nuestro alrededor, es el precio que tenemos que pagar los justos por haber dejado por nuestra inacción que los impíos gobernasen.
Pero la hora de la redención esta llegando y vendrá el momento para de nuevo, enviar a lucifer al abismo junto con sus hordas de fanáticos.
Así que prepárense, chavistas, comunistas y traidores aprieten ese culo que la venganza viene, y viene arrecha...
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