El 12 de septiembre de 1998 el FBI presentó ante la Corte Federal de Miami una denuncia criminal contra 12 (doce) cubanos comunistas residentes en Miami-Dade, acusándolos de pertenecer a una red de espionaje, bautizada como “La Red Avispa” y cuyos nombres eran: Manuel Viramontes, Luis Medina, Ruben Campa, René González, Alejandro Alonso, Antonio Guerrero, Lino Hernández, Linda Hernández, Joseph Santos y Amarilys Silverio, que se encontraban arrestados, y Ricardo Virrareal y Remigio Luna, que se daban como prófugos.
De acuerdo con los expresado en la denuncia, el FBI, desde 1995, conocía la existencia de la “Red Avispa”, porque con autorización de una Corte, sus agentes habían subrepticiamente penetrado en la residencia de Viramontes, y allí habían escondido un sistema electrónico de contraespionaje que les permitió grabar conversaciones personales y telefónicas entre Viramontes y sus complotados.
A la pregunta reporteril de que por qué habían demorado tres años en detenerlos, se les respondió que durante todo ese tiempo los espías habían estado bajo estrecha supervisión y sin saberlo habían dado valiosa información y que tenían planeado abandonar el país prontamente.
De acuerdo con los expresado en la denuncia, el FBI, desde 1995, conocía la existencia de la “Red Avispa”, porque con autorización de una Corte, sus agentes habían subrepticiamente penetrado en la residencia de Viramontes, y allí habían escondido un sistema electrónico de contraespionaje que les permitió grabar conversaciones personales y telefónicas entre Viramontes y sus complotados.
A la pregunta reporteril de que por qué habían demorado tres años en detenerlos, se les respondió que durante todo ese tiempo los espías habían estado bajo estrecha supervisión y sin saberlo habían dado valiosa información y que tenían planeado abandonar el país prontamente.
La denuncia relata la relación de mando dentro de la “Red Avispa” y los objetivos asignados a sus miembros: Manuel Viramontes, “Giro” o “Giraldo”, recibía instrucciones de Cuba ordenándoles asignar a sus agentes labores tales como la infiltración del Centro del Comando Sur de Estados Unidos, en Miami, tácticas para desorganizar a las organizaciones de exiliados y desacreditar a sus líderes, actividades informativas de la Estación Aero Naval de Boca Chica, y desinformación de la opinión pública, manipulando los medios de prensa y el teléfono; e implantar medidas de seguridad que impidieran la detección de la Red.
Luis Medina “Allan” fue transferido de Tampa a Miami, para infiltrarse en el Comando Sur y en Boca Chica. Rubén Campa “Vicky”, sustituir a Viramontes y Medina, cuando estos viajaran a Cuba a recibir instrucciones. René González, “Castor” e “Iselin”, infiltrarse en Hermanos al Rescate y hacerse pasar como informante del FBI. Alejandro Alonso “Franklyn”, infiltrarse en el Movimiento Democracia y participar en sus flotillas como navegante. Antonio Guerrero, “Lorient”, infiltrarse en la Estación Naval de Boca Chica, en Key West y reportar las actividades diarias logísticas de aviones, diseños de edificios y hangares y localización de las residencias del personal de confianza allí destacado. Lino Hernández “Manolo” y su esposa Linda Hernández “Judith”, infiltrarse, respectivamente en CAMACOL y Alfa 66. Joseph Santos “Mario” y su esposa Amarilys Silverio, “Julia” infiltrarse en el Comando Sur.
Los fugitivos Ricardo Villareal “Horacio” y Remigio Luna “Marcelino” fueron identificados como supervisores ayudantes de Viramontes.
Entre las pruebas presentadas en mayo de 1999 ante un Gran Jurado Federal, que dictó un encausamiento por el derribo de las avionetas de Hermanos Al Rescate, estaba la que demostró que el 29 de enero de 1996 la Dirección General de Inteligencia de Cuba (DGI), bajo el mando del general de División Jesús Cutiño Bermúdez, puso en acción un plan denominado “Operación Escorpión”, destinado a confrontar a los Hermanos al Rescate en un ataque aéreo a sus desarmadas avionetas. El siguiente mes de febrero, la DGI, ordenó a Manuel Viramontes, cuyo verdadero nombre es Gerardo Hernández y a un espía prófugo, Alberto Ruíz, que comisionaran a los desertores Juan Pablo Roque y René González, que se hallaban infiltrado en HAR y a los también prófugos Ricardo Villareal y Remigio Luna a que informaran la fecha apropiada y el plan de vuelo de una escuadrilla de HAR, para destruirla con la excusa de violación del espacio aéreo cubano, con “fines terroristas”.
Luis Medina “Allan” fue transferido de Tampa a Miami, para infiltrarse en el Comando Sur y en Boca Chica. Rubén Campa “Vicky”, sustituir a Viramontes y Medina, cuando estos viajaran a Cuba a recibir instrucciones. René González, “Castor” e “Iselin”, infiltrarse en Hermanos al Rescate y hacerse pasar como informante del FBI. Alejandro Alonso “Franklyn”, infiltrarse en el Movimiento Democracia y participar en sus flotillas como navegante. Antonio Guerrero, “Lorient”, infiltrarse en la Estación Naval de Boca Chica, en Key West y reportar las actividades diarias logísticas de aviones, diseños de edificios y hangares y localización de las residencias del personal de confianza allí destacado. Lino Hernández “Manolo” y su esposa Linda Hernández “Judith”, infiltrarse, respectivamente en CAMACOL y Alfa 66. Joseph Santos “Mario” y su esposa Amarilys Silverio, “Julia” infiltrarse en el Comando Sur.
Los fugitivos Ricardo Villareal “Horacio” y Remigio Luna “Marcelino” fueron identificados como supervisores ayudantes de Viramontes.
Entre las pruebas presentadas en mayo de 1999 ante un Gran Jurado Federal, que dictó un encausamiento por el derribo de las avionetas de Hermanos Al Rescate, estaba la que demostró que el 29 de enero de 1996 la Dirección General de Inteligencia de Cuba (DGI), bajo el mando del general de División Jesús Cutiño Bermúdez, puso en acción un plan denominado “Operación Escorpión”, destinado a confrontar a los Hermanos al Rescate en un ataque aéreo a sus desarmadas avionetas. El siguiente mes de febrero, la DGI, ordenó a Manuel Viramontes, cuyo verdadero nombre es Gerardo Hernández y a un espía prófugo, Alberto Ruíz, que comisionaran a los desertores Juan Pablo Roque y René González, que se hallaban infiltrado en HAR y a los también prófugos Ricardo Villareal y Remigio Luna a que informaran la fecha apropiada y el plan de vuelo de una escuadrilla de HAR, para destruirla con la excusa de violación del espacio aéreo cubano, con “fines terroristas”.
El 17 de febrero la DGI, instruyó a Juan Pablo Roque “Germán” y a René González “Castor” que no debían volar con los HAR entre los días 17 al 24 de ese mes.
Esta es la verdadera historia de la “Red Avispa”, comprobada por los documentos de la Corte. No la falsa que cuentan la prensa amordazada de Cuba y sus esbirros aquí. De ahora en adelante cuando vea la cuantiosa propaganda que se está realizando a favor de los 5 espías que aún permanecen en la cárcel, le recomendamos que copien la información de arriba y se la envIen a los mentirosos de la internet.
¿Por qué no hablan de los otros integrantes de la Red, que cooperaron con las Autoridades norteamericanos? ¿Es que infiltrar y espiar al Comando sur de Los EE.UU. y la importante base areo-naval de Boca Chica, es “actuar en contra de los contrarrevolucionarios cubanos, para proteger a nuestro pueblo del terrorismo”?
¿Por qué la prensa amordazada, la televisión y la radio castrista, jamás han mencionado a los otros integrantes de la Red Avispa?
Como en todo, quieren mantener a nuestro pueblo casado con la mentira.
NOTA: En las actas originales de la primera acusación, algunos de los espías son nombrados por los nombres falsos que usaban mientras realizaban sus actividades de espionaje en contra de este país, la libertad y la democracia.
Fuente: http://www.pinceladasdecuba.com/Esta es la verdadera historia de la “Red Avispa”, comprobada por los documentos de la Corte. No la falsa que cuentan la prensa amordazada de Cuba y sus esbirros aquí. De ahora en adelante cuando vea la cuantiosa propaganda que se está realizando a favor de los 5 espías que aún permanecen en la cárcel, le recomendamos que copien la información de arriba y se la envIen a los mentirosos de la internet.
¿Por qué no hablan de los otros integrantes de la Red, que cooperaron con las Autoridades norteamericanos? ¿Es que infiltrar y espiar al Comando sur de Los EE.UU. y la importante base areo-naval de Boca Chica, es “actuar en contra de los contrarrevolucionarios cubanos, para proteger a nuestro pueblo del terrorismo”?
¿Por qué la prensa amordazada, la televisión y la radio castrista, jamás han mencionado a los otros integrantes de la Red Avispa?
Como en todo, quieren mantener a nuestro pueblo casado con la mentira.
NOTA: En las actas originales de la primera acusación, algunos de los espías son nombrados por los nombres falsos que usaban mientras realizaban sus actividades de espionaje en contra de este país, la libertad y la democracia.
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