León Padrón Azcuy, la Habana martes, 29 de mayo de 2012
Lamentablemente podemos observar dentro de la sociedad cubana la existencia de dos errores iguales y opuestos, que comete nuestro pueblo favoreciendo al régimen que les somete hasta el tuétano. Uno es, no interesarse por la política y el otro, creer y sentir un interés excesivo y poco saludable en ella. En ambos errores, los “gerentes” gubernamentales están igual de contentos.
Si usted conversa con cualquier cubano, bien te puede confesar que les gustaría disfrutar de libertad, prosperidad, tener su propio auto, ir a vacacionar al extranjero, poseer sus propios negocios, escoger la educación de sus hijos, poder asociarse libremente, etc. Pero, si le preguntas por la política rápidamente te dicen no interesarles. Ni siquiera conocen que ella es un derecho humano. Creen que no deben relacionarse en los temas políticos porque no hay nada que les pueda aportar a sus vidas ya que piensan que la política es sucia.
En este caso el régimen se contenta porque se encarga de hacérselas. De hecho, la mayoría de los ciudadanos tienen que participar en sus reuniones y actividades y lo peor es que, a atreves de organizaciones de masas los obliga a designar sus representantes pre-elegidos en unas cínicas elecciones que luego presentan ante el mundo como legitimidad del sistema político existente.
El otro caso, está relacionados con aquellos que creen que las cosas se reformarán y que la culpa de lo que sucede en Cuba no es del Gobierno. Estos viven tan desinformados que repiten y repiten que, si volviera el capitalismo les quitará sus casas y su tranquilidad, sus mártires y sus playas, o su tradicional y destrozado sistema de salud. Piensan además, que los EEUU desean apoderarse de la isla, que el bloqueo es injusto, que la ley de ajuste cubano es asesina y que los cinco debieran ser liberados. Participan en cuanto acto político el gobierno los convoca. Ah, siempre tutelado por un “funcionario” que incentiva la disposición para enarbolar el eslogan: Fidel palo que sea Fidel, o Raúl, según convenga, promoviendo la cultura idolátrica, y obviando que estos jerarcas, aun hoy, yacen en la dirección del gobierno, o en una habitación inhabilitado por su precaria salud, pero en ambos casos, obstinados en paralizar los necesarios cambios que necesita la Isla para su felicidad.
Así se balancea hoy la sociedad cubana, y aunque es apropiado reconocer que en los últimos años ha habido un cierto despertar, todavía muchos mantienen – sin darse cuenta- una actitud cooperante. Más bien de doble moral que les permite “no marcarse” o mantener ciertas prerrogativas que va, desde el cuidado de no perder el trabajo donde “gana” o roba lo suficiente para poder sobrevivir, la universidad de su hijo o hija, hasta disfrutar de los dólares que les envía un familiar que tienen en Europa o el mismísimo Norte.
Lo cierto es que la mayoría de los cubanos especialmente los jóvenes, no creen que su vida vaya a cambiar, -acontezca lo que acontezca- ya que perdieron la confianza en los políticos, que por supuesto son los mismos. A propósito, recientemente charle con un grupo de jóvenes de mi barrio sobre temas políticos, al preguntarles si conocían de las excavaciones que la petrolera española Repsol estaba acometiendo en la zona económica del norte de Cuba, gestión que se decía tenía grandes posibilidades de encontrar este valioso combustible, me contestaron que, habían oído mencionar una escueta información que dio la televisión pero nada más. Acto seguido, les informe de la mala noticia que Repsol dio a conocer el viernes pasado, “el primero de los tres pozos planeados en el mar de Cuba no tuvo éxito y lo abandonará”, un cachiporrazo a las esperanzas de la isla para su desarrollo energético. Me contestaron “nos da igual, sabemos que si hubieran encontrado el líquido en nada nos hubiéramos beneficiados, porque los millones de esas ganancias irían a parar a manos de los hermanos Castro, dueños de esta isla y secuestradores de los derecho de los cubanos”.
No sé por qué me acorde de una frase dicha por un novelista escoces quien dijo: En todo aquello que el hombre hace sin Dios, debe fracasar miserablemente, o tiene buen éxito aún más miserablemente. Analice usted amigo lector.
Fuente: http://leonlibredecuba.wordpress.com/
domingo, 3 de junio de 2012
#Matanzas #Cienfuegos #Habana #SantiagodeCuba DOS INEXCUSABLES PIFIAS DEL PUEBLO CUBANO
15:16
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