Represión contra mendigos paralela a la Cumbre
La Habana - Un ómnibus para en la céntrica esquina de 23 y G, en el Vedado habanero. De lejos, parecía normal pero, al acercarse, en su interior se distinguen pasajeros un poco sospechosos. No pasan de ser cuatro o cinco: tres de ellos bajan y el resto vigila, con los rostros furiosos fuera del vehículo, lo que sucede en la calle.
La corpulencia de los tres que han bajado y las expresiones en sus caras son intimidantes. Salta a la vista que son policías. Dos de ellos van vestidos de civil. El tercero utiliza uniforme, pero sin la gorra o la boina que lo identificaría en seguida como agente del orden. Se acercan a un viejo señor que anda recogiendo envases de aluminio vacíos y que ahora, con ojos asustados, conversa algo con ellos.
“Me querían cargar”, confiesa el hombre, un rato después, a este reportero. “No pudieron porque tengo licencia, pero me querían cargar”. Entonces, se sobreentiende que el ómnibus en el que viajaban los gendarmes estaba destinado a transportar una gran cantidad de detenidos: cualquier persona que resultase algo sospechosa o incómoda para ciertos ojos.
La policía en Cuba de vez en cuando hostiga a los trabajadores callejeros que son independientes, pero en los últimos días han puesto en marcha un gigantesco operativo que ha dejado las calles totalmente limpias de todo aquel que proyecte una imagen “inconveniente”. Y las personas que, por ejemplo, buscan latas para reciclar, dan al traste con la imagen pulcra que quiere dar el gobierno cubano a los distinguidos visitantes que agasajará por estos días de Cumbre de la CELAC.
De igual forma, han desaparecido los pordioseros habituales (la cantidad de mendigos en La Habana se ha disparado últimamente) y retocado los edificios en avenidas principales. El régimen se esmera en mostrar una sociedad impecable, un país sin miseria. Por supuesto, muchos opositores al sistema político también han sufrido las consecuencias de la represión en alza y han sido arrestados o simplemente puestos en advertencia.
Es decir, que paralelamente a la Cumbre de la CELAC, el gobierno cubano ha desplegado una represión de las mayores en los últimos tiempos. Los jefes de otros Estados, representantes de varios países y prensa extranjera tal vez no vean el sórdido país que se oculta tras las viejas fachadas de esta ciudad.
De igual forma, han desaparecido los pordioseros habituales (la cantidad de mendigos en La Habana se ha disparado últimamente) y retocado los edificios en avenidas principales. El régimen se esmera en mostrar una sociedad impecable, un país sin miseria. Por supuesto, muchos opositores al sistema político también han sufrido las consecuencias de la represión en alza y han sido arrestados o simplemente puestos en advertencia.
Es decir, que paralelamente a la Cumbre de la CELAC, el gobierno cubano ha desplegado una represión de las mayores en los últimos tiempos. Los jefes de otros Estados, representantes de varios países y prensa extranjera tal vez no vean el sórdido país que se oculta tras las viejas fachadas de esta ciudad.
Por Víctor Ariel González Fuente: Bloqueo informativo al pueblo cubano, suplemento de La Nueva República Regresar al blog CubaCID http://cubacid.blogspot.com.es/2014/01/represion-contra-mendigos-paralela-la.html |
0 comentarios:
Publicar un comentario