Quítate de eso, ustedes están locos.
Por: Rafael Martínez Ferreira.
La Habana, Cuba, jueves 5 de septiembre del 2013.
En la cuadra donde yo vivo, como en casi todas las cuadras del país,
hay personas que bien intencionadas te dicen: quítate de eso. Eres
un muchacho joven y tienes una familia y esto no va a cambiar nunca,
a lo que siempre le respondo- eso es lo que tú crees-. Siento una
lastima tremenda por estos tipos de personas que por tener una vida
supuestamente buena o cómoda, se dejan vencer por la dictadura, no
es menos cierto que ser un opositor en cuba, lleva consigo todo el
desprecio y furia de quienes detentan el poder, pero no la razón.
Somos vistos como bichos raros y algunos piensan que estamos hasta
locos, pero claro que estamos locos porque se acabe la “dictadura y
haya libertad” para todos e incluso para esos que dicen ser los
cuerdos. Que cordura pueden tener cuando tienen que vivir con miedo y
no pueden hablar, porque su amor a lo material los aferra a ser
serviles y obedientes, aun régimen que los oprime y los pisotea y
los manipula a su antojo. No tengo esa voluntad de carnero, porque
creo en que tanto los cubanos del exilio como los de aquí vamos a
cambiar a cuba. Porque se que hay hombres y mujeres que luchan por
ver su patria libre de los castros, y que no cesan de pensar en cuba
y trabajar por ella. A pesar de ser reprimidos por los esbirros de la
dictadura que los golpea, maltrata, encarcela, fusila, con el
consentimiento de muchos de los cuerdos. Esos hombres y mujeres
censillos tienen un sentido de patria y saben lo que es ser cubanos,
son los que tanto a mí, como a muchos otros, nos impulsa a servir
con dignidad y valentía a nuestra causa. Porque nosotros los locos
estamos seguros que los cuerdos no van a existir siempre, que la
realidad del cambio es: inminente, y completamente posible. La
dictadura va a caer eso es una realidad, sin derramamiento de sangre,
(es por lo que abogamos los locos), y donde queremos que los poderes
del estado sean independientes, y quepamos todos. Ni me quito, y sigo
siendo un loco.
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