Droga en las secundarias
Dos muertos en Punta Brava. Los muchachos hacían ponina para comprar la droga. Más de 200 sometidos a pruebas médicas
LA HABANA, Cuba -Patas arriba y bajo la atmósfera de una mala película de terror, han vivido en los últimos días los vecinos de Punta Brava, en el habanero municipio de La Lisa. La causa es una droga de fabricación casera, elaborada a base de anestésico para caballos, acetona, éter y alcohol. Por algún motivo, cuyo origen se desconoce, la venta de esta salvajada criminal parece haber sido dirigida muy particularmente a los alumnos de la escuela secundaria básica de la comunidad.
A la droga en cuestión le llaman Popper, pero muy poco o nada guarda en común con la que es identificada internacionalmente con ese nombre genérico, catalogador de ciertas sustancias químicas que se administran por inhalación y que, tal como advierten los prospectos de conocimiento público, nunca deben ser bebidas.
El Popper conocido en otras partes del mundo es mezcla de nitritos de alquilo y de amilo, entre otros, cuyo uso se inició en los años 70, principalmente por los gays. Se inhala con el objeto de aumentar el placer sexual. No es completamente inofensivo para la salud. Por ejemplo, mezclado con sidenafil (Viagra), puede provocar ataques cardiacos, más otros daños. Pero está lejos de ser una sustancia absolutamente asesina, como esta droga habanera a la que le han endosado su nombre, debido, sin duda, a la desinformación a la que el régimen nos sometió durante decenios, y que hoy convierte a nuestros jóvenes en víctimas inocentes y a los narcotraficantes en homicidas por ignorancia.
A falta de reportes oficiales, no nos queda sino remitirnos a lo que cuenta la gente en las calles de Punta Brava, padres, empleados de salud pública, adolescentes y jóvenes que han sido testigos cercanos… Según ellos, unos doscientos muchachos (sobre todo de noveno grado) fueron sometidos a pruebas médicas para comprobar si habían aspirado o incluso bebido la presunta Popper, que ya ocasionó dos muertos y varios ingresos hospitalarios de urgencia.
Uno de los expendedores (llamado Adonay) fue detenido por la policía, después de las confesiones de varios implicados en el consumo, en especial un adolescente de 13 años de edad que estuvo a punto de fallecer, pero al que, precisamente por haber hablado a tiempo, lograron salvarle la vida, aunque sin poder evitarle serias secuelas de carácter irreversible en los riñones y otros órganos.
El llamado Popper se expendía en pequeños frascos, al precio de 5 cuc o 120 pesos en moneda nacional. Y según vox pópuli, los muchachos hacían poninas colectivas para comprarlo. Cada cual aportaba la cantidad que tuviese, y así lograban la cifra suficiente para adquirir un frasco, que luego consumían en grupo.
Los vecinos de Punta Brava afirman no haber visto nunca antes un despliegue policial tan numeroso e impresionante como el que invadió el lugar en estos días, especialmente conformado por fuerzas del Departamento Técnico de Investigaciones (DTI). Y no son pocos quienes añaden como colofón aquello de que “nunca es tarde…”, pues insisten en que la tragedia ocasionada por el Popper se veía venir, ya que el uso de esta droga entre adolescentes y jóvenes de la barriada no es algo nuevo. Incluso, se asegura que el fenómeno había sido denunciado con anterioridad a las autoridades. Sin embargo, fue necesario que la muerte mostrase su fea jeta, para que al fin decidieran tomar cartas en el asunto.
Ahora sólo queda desear que no se conformen con el apresamiento del expendedor, el cual también es muy joven, de lo que se deduce que no debe ser el cerebro malévolo que formuló la droga, ni quien dirige su elaboración y distribución.
Recordamos que apenas el pasado año, en la Primera Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), el general Raúl Castro declaraba: “Ayer se habló aquí de que había drogas en todos los países del continente, quiero aclarar que en Cuba no hay drogas, intentaron introducirla, existen más de 250 detenidos extranjeros de diferentes países del continente por intentar introducir drogas. Solo un poquito de marihuana que se cultiva hasta en una maceta en cualquier balcón de cualquier ciudad de Cuba; pero drogas no hay ni habrá”.
No me atrevo a decir (no me conviene) que el general presidente mintiera deliberadamente. Sólo digo que crecí y ya me estoy haciendo viejo dentro de esto a lo que llaman la revolución, y siempre he visto a drogadictos y expendedores de drogas a mí alrededor. Cuando no había cocaína o Éxtasis (porque la Isla estaba cerrada a cal y canto, no sólo para la droga comercial, sino para todo), la gente inventaba sus drogas con los más diversos medicamentos.
Y ni hablar de la actualidad, donde los drogadictos pobres (que están en alza espectacular) las siguen inventando. Pero además resultan archiconocidos los casos de artistas (pintores, actores, músicos…) y hasta deportistas famosos que son cocainómanos de marca y que ni siquiera se esfuerzan mucho por ocultarlo.
http://www.cubanet.org/destacados/droga-en-las-secundarias/
Dos muertos en Punta Brava. Los muchachos hacían ponina para comprar la droga. Más de 200 sometidos a pruebas médicas
LA HABANA, Cuba -Patas arriba y bajo la atmósfera de una mala película de terror, han vivido en los últimos días los vecinos de Punta Brava, en el habanero municipio de La Lisa. La causa es una droga de fabricación casera, elaborada a base de anestésico para caballos, acetona, éter y alcohol. Por algún motivo, cuyo origen se desconoce, la venta de esta salvajada criminal parece haber sido dirigida muy particularmente a los alumnos de la escuela secundaria básica de la comunidad.
A la droga en cuestión le llaman Popper, pero muy poco o nada guarda en común con la que es identificada internacionalmente con ese nombre genérico, catalogador de ciertas sustancias químicas que se administran por inhalación y que, tal como advierten los prospectos de conocimiento público, nunca deben ser bebidas.
El Popper conocido en otras partes del mundo es mezcla de nitritos de alquilo y de amilo, entre otros, cuyo uso se inició en los años 70, principalmente por los gays. Se inhala con el objeto de aumentar el placer sexual. No es completamente inofensivo para la salud. Por ejemplo, mezclado con sidenafil (Viagra), puede provocar ataques cardiacos, más otros daños. Pero está lejos de ser una sustancia absolutamente asesina, como esta droga habanera a la que le han endosado su nombre, debido, sin duda, a la desinformación a la que el régimen nos sometió durante decenios, y que hoy convierte a nuestros jóvenes en víctimas inocentes y a los narcotraficantes en homicidas por ignorancia.
A falta de reportes oficiales, no nos queda sino remitirnos a lo que cuenta la gente en las calles de Punta Brava, padres, empleados de salud pública, adolescentes y jóvenes que han sido testigos cercanos… Según ellos, unos doscientos muchachos (sobre todo de noveno grado) fueron sometidos a pruebas médicas para comprobar si habían aspirado o incluso bebido la presunta Popper, que ya ocasionó dos muertos y varios ingresos hospitalarios de urgencia.
Uno de los expendedores (llamado Adonay) fue detenido por la policía, después de las confesiones de varios implicados en el consumo, en especial un adolescente de 13 años de edad que estuvo a punto de fallecer, pero al que, precisamente por haber hablado a tiempo, lograron salvarle la vida, aunque sin poder evitarle serias secuelas de carácter irreversible en los riñones y otros órganos.
El llamado Popper se expendía en pequeños frascos, al precio de 5 cuc o 120 pesos en moneda nacional. Y según vox pópuli, los muchachos hacían poninas colectivas para comprarlo. Cada cual aportaba la cantidad que tuviese, y así lograban la cifra suficiente para adquirir un frasco, que luego consumían en grupo.
Los vecinos de Punta Brava afirman no haber visto nunca antes un despliegue policial tan numeroso e impresionante como el que invadió el lugar en estos días, especialmente conformado por fuerzas del Departamento Técnico de Investigaciones (DTI). Y no son pocos quienes añaden como colofón aquello de que “nunca es tarde…”, pues insisten en que la tragedia ocasionada por el Popper se veía venir, ya que el uso de esta droga entre adolescentes y jóvenes de la barriada no es algo nuevo. Incluso, se asegura que el fenómeno había sido denunciado con anterioridad a las autoridades. Sin embargo, fue necesario que la muerte mostrase su fea jeta, para que al fin decidieran tomar cartas en el asunto.
Ahora sólo queda desear que no se conformen con el apresamiento del expendedor, el cual también es muy joven, de lo que se deduce que no debe ser el cerebro malévolo que formuló la droga, ni quien dirige su elaboración y distribución.
Recordamos que apenas el pasado año, en la Primera Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), el general Raúl Castro declaraba: “Ayer se habló aquí de que había drogas en todos los países del continente, quiero aclarar que en Cuba no hay drogas, intentaron introducirla, existen más de 250 detenidos extranjeros de diferentes países del continente por intentar introducir drogas. Solo un poquito de marihuana que se cultiva hasta en una maceta en cualquier balcón de cualquier ciudad de Cuba; pero drogas no hay ni habrá”.
No me atrevo a decir (no me conviene) que el general presidente mintiera deliberadamente. Sólo digo que crecí y ya me estoy haciendo viejo dentro de esto a lo que llaman la revolución, y siempre he visto a drogadictos y expendedores de drogas a mí alrededor. Cuando no había cocaína o Éxtasis (porque la Isla estaba cerrada a cal y canto, no sólo para la droga comercial, sino para todo), la gente inventaba sus drogas con los más diversos medicamentos.
Y ni hablar de la actualidad, donde los drogadictos pobres (que están en alza espectacular) las siguen inventando. Pero además resultan archiconocidos los casos de artistas (pintores, actores, músicos…) y hasta deportistas famosos que son cocainómanos de marca y que ni siquiera se esfuerzan mucho por ocultarlo.
http://www.cubanet.org/destacados/droga-en-las-secundarias/
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