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miércoles, 6 de marzo de 2013

#venezuela EL EGO MATO A #CHAVEZ

UN GRAN EGO QUE SE RESISTIÓ A SOLTAR EL PODER PARA CURARSE


Itinerario de su enfermedad: un difícil cáncer que Chávez no quiso ver de frente


El gran ego de Hugo Chávez fue probablemente su principal enemigo en la lucha contra el cáncer. Pudiendo haber sido tratado convenientemente cuando a comienzos de 2011 le fue detectada la enfermedad, prefirió jugar con la apariencia de alguien al pleno mando de su revolución; sin una ausencia prolongada que le obligara a nombrar un número dos —como finalmente tuvo que hacer— y volcado en ganar unas elecciones presidenciales cuyo premio no ha podido recoger a causa del mortal sobreesfuerzo.

Cuando hace un año, en enero de 2012, ABC publicó que los médicos le daban aproximadamente doce meses de vida si continuaba rechazando un adecuado tratamiento, Chávez aún tenía tiempo de reaccionar. En ese primer artículo con información confidencial sobre la salud del presidente se descubrían detalles relevantes.
Uno era que durante muchos meses Chávez había tenido en su agenda la posibilidad de un viaje a Moscú, primero secretamente, luego encubierto como una visita oficial para finales de noviembre de 2011. En el último momento se negó. Prefirió siempre soluciones parciales en Cuba, por la cercanía geográfica, que permitía ausencias más cortas de Caracas, y por el hermetismo que se esperaba del régimen hermano.
Lo normal habría sido una gestión transparente de la enfermedad, tratada si no en Venezuela al menos en Brasil, pero la opción de ser operado en el hospital del Kremlin también ofrecía altas garantías médicas, al tiempo que a Chávez le permitía cierto control de la información. Ese ponerse en manos de cubanos y rusos, en ocasiones espiándose unos a otros, con la vista en el petróleo venezolano que Cuba recibe «regalado» y que Rusia no desea que beneficie a los chinos, obedecía al trasfondo geopolítico en el que tan bien había sabido jugar Chávez.
Primero, pues, descartó una ausencia prolongada de su sillón en el Palacio de Miraflores. Después entró en una negación de la enfermedad, en la recta final para las elecciones del pasado octubre (adelantadas dos meses en previsión de su empeoramiento), en la queno quiso someterse a ningún examen médico serio. El descuido de su salud, el abuso de sustancias para reunir las fuerzas físicas necesarias y ocultar su verdadero estado a los venezolanos, y el imprudente desgaste físico, le acabaron pasando factura.

Primero, próstata

A Chávez se le diagnosticó primero un cáncer de próstata. Había estado año y medio notando síntomas propios de esa afección, como incontinencia urinaria, pero los ignoró y no acudió al servicio sanitario a su disposición en la sede de la Presidencia. Solo a raíz de otras molestias, como dolores en la rodilla, debido a la presión del tumor sobre el nervio ciático, le llevaron finalmente a aceptar una intervención.
Al primer médico al que acudió fue al español José Luis García Sabrido, que ya había atendido a Fidel Castro y fue recomendado por éste. García Sabrido acudió a Caracas en enero de 2011. En su examen de la próstata detectó el cáncer. Una segunda opinión fue reclamada al Hospital Sirio-Libanés de Sao Paolo, donde fue tratado de cáncer el presidente brasileño Lula. El diagnóstico fue el mismo, y al final Chávez decidió ser operado en Cuba.
A lo largo de junio resultó operado en dos ocasiones. La primera cirugía, llevada a cabo por un médico venezolano con asistencia de colegas cubanos, fue imperfecta y solo se le pudo extraer parte del tumor. Una segunda intervención fue necesaria, esta vez realizada por dos cirujanos llegados de Moscú. Personal ruso seguiría hasta el final llevando el tratamiento, a caballo entre La Habana y unas dependencias médicas habilitadas en el palacio presidencial de la isla venezolana de La Orchila, próxima a Caracas. También hubo constante intervención de médicos cubanos y la frecuente consulta de especialistas brasileños.
Pero la exclusiva volvía a poner el cáncer de Chávez en la agenda informativa, después de que él mismo dijera estar recuperado de las operaciones realizadas en Cuba en junio de 2011, algo que su actividad en los últimos meses de ese año parecía avalar. Durante esos meses, ABC comenzó a tener acceso material a informes manejados por canales de inteligencia elaborados a partir de dictámenes de los médicos.
Determinada con el tiempo la solidez de las fuentes, tras semanas examinando cómo ciertos hechos confirmaban informaciones previas facilitadas por el mismo canal, ABC publicó la más completa versión hasta entonces sobre la evolución de la enfermedad del presidente. A pesar de la operación por cáncer en la próstata, Chávez seguía sufriendo metástasis en colon, huesos y médula.
En octubre de 2011, los médicos pasaron a hablar de un tumor agresivo en la región pélvica, con metástasis en los huesos y la espina dorsal. Se catalogaría como un rabdomiosarcoma, un tipo de tumor canceroso de los músculos que van unidos a los huesos.
A pesar de las rondas de quimioterapia, cuyo calendario se tenía que acomodar a la agenda política del presidente —alguna de ellas fue retrasada porque Chávez quería programarlas en fechas en la que su ausencia pasara desapercibida—, la metástasis ósea siguió progresando y además en enero de 2012 se le detectó un nuevo cultivo cancerígeno en la parte superior del colon. Sería operado por tercera vez en marzo. Después de las tandas de radioterapia en Cuba, Chávez se declaró libre de la enfermedad —así lo había proclamado también tras las dos primeras operaciones— y se concentró en la campaña electoral.

Progresivo empeoramiento


Los informes médicos de todo ese tiempo de campaña mostraban la frustración de los facultativos, obligados a suministrar fuertes dosis de esteroides y calmantes, como el potente opiáceo Fentanilo, que le permitieran llevar cierta agenda pública, mientras se negaba a someterse a nuevos análisis exhaustivos. Siendo consciente de su progresivo empeoramiento, Chávez se esforzó por ocultar su situación en los actos de campaña en los que apareció —menos de los habituales, más cortos y frecuentemente agarrado—, aunque en más de una ocasión su deterioro físico fue patente para las cámaras.

Celebrada la victoria electoral, Chávez intentó recuperar el tiempo perdido con un absoluto reposo, pero entonces ya era tarde. Nuevas exploraciones indicaron que las células cancerígenas habían crecido. ABC publicó otra exclusiva el pasado 29 de noviembre al anunciar que a Chávez se le había reproducido el cáncer en la misma zona donde ya había sido operado previamente. Así fue confirmado días después por el propio Chávez, en su última aparición pública antes de ser intervenido por cuarta vez en Cuba, el 11 de diciembre.

Una infección respiratoria y otras complicaciones postoperatorias acabaron por definir un cuadro ya irreversible. El largo postoperatario consumió la corta revitalización que se esperaba de la intervención y que debía al menos permitirle jurar el cargo. Cuando la infección se superó, el cáncer ya había vuelto a crecer demasiado, esta vez con una rápida tumoración en el pulmón.

«Para el narcisista, morir es impensable»


#venezuela Miraflores acorralado


MIRAFLORES SE SINTIÓ ACORRALADO




 Angélica Mora
Apuntes de una Periodista
Maule- Chile

Murió Hugo Chávez Frías.
Por lo menos el anuncio lo acaban de hacer desde Miraflores. Para algunos analistas, yo incluida, el Presidente murió el 30 de diciembre del año pasado.

El resto del Ejecutivo tuvo dos meses para preparar el terreno, suavizar asperezas entre los  chavistas e imponer psicológicamente la figura de Nicolás Maduro como el sucesor de la  Dinastía.

Y si nó qué hacía Massimo Signoracci  "el embalsamador de los Papas", a fines de enero en Cuba?

Cuando se asienten las arenas del Tiempo, quedarán como leyendas las múltiples escaramuzas puestas en escena por los gobiernos de Venezuela y Cuba para ocultar los detalles de la enfermedad de Hugo Chávez. Quedarán, para analizarlas en la historia, las maniobras ocultas de llevarlo y traerlo de un país a otro, las mentiras sobre su estado de salud, las fotoshop, los mensajes y los saludos a todo el mundo para hacer creer que todavía mandaba y era el Hombre Fuerte, de antes de que lo atacara cáncer.

Habrán sido esfuerzos que pudieran haber motivado simpatía y piedad si no hubieran sido tan burdos y poco inteligentes.

Chávez, que se había constituido en el Delfín y heredero del liderazgo regional dejado por Fidel Castro y estuvo en el poder desde 1999, sufría problemas respiratorios, que se habían agudizado con los días.

Pese a estos despachos, ninguno directamente de una entidad médica, importantes funcionarios de Miraflores mantenían que Chávez seguía al mando del país y acusaban a la oposición de estar detrás de rumores que buscarían desestabilizar el país.

Villegas llegó a decir que "laboratorios extranjeros" y la "derecha venezolana" desplegaba una "guerra psicológica" para "generar escenarios de violencia como pretexto para una intervención extranjera". Pero, quizás la declaración del vicepresidente Nicolás Maduro fue la más kafkiana de todas y la más trágicamente absurda y lastimosa: Maduro denunció públicamente "a los enemigos del Presidente de “inocularle” el cáncer que sufrió".
Precisó, sin pruebas, la teoría de la 'conspiración' para distraer a la opinión pública señalando: “No tenemos ninguna duda que el comandante Chávez fue atacado con esta enfermedad. Tal como ocurrió con Yasir Arafat (…) “Ya tenemos bastantes pistas sobre este tema y en su momento llegará la investigación”.

Pero es ahora en que realmente comienza el show de los chavistas sin su líder.

#VENEZUELA NI LLANTO NI VELORIO (ENTIERRENLO HONDO)

NI LLANTO NI VELORIO · La Terrifica
"Yo lo que quiero es que me entierren hondo"



http://youtu.be/-RGH5XsUrZM

La idea fue de Guama



#venezuela Noticias urgentes para enterrar a Chávez


CÓMO ENTERRAR A CHÁVEZ
Noticias urgentes para enterrar a Chávez

Carlos Alberto Montaner | Miami | 6 Mar 2013 - 11:44 am. | 0
Era una personalidad mesiánica, estaba convencido de que había sido elegido por los dioses para ocupar un lugar superior dentro de la especie. ¿Por qué? No había nada en su inteligencia que indicara vestigios de genialidad.

Se veía venir desde hace semanas. Lo anunciaron el 5 de marzo de 2013, pero la muerte cerebral debe haber ocurrido antes.
Llegó la hora del recuento.
Cuando era un adolescente, Hugo Chávez Frías soñaba con encarnar al "Látigo Chávez", un extraordinario lanzador de béisbol venezolano que murió muy joven en un accidente de aviación en la década de los sesenta.
No pudo. Tal vez fue una pena. Hugo jugaba con mucho entusiasmo, pero tenía un talento limitado, así que debió conformarse con resucitar el espíritu del Libertador Simón Bolívar.
En todo caso, se trataba de una personalidad mesiánica. Alguien convencido de que había sido elegido por los dioses para ocupar un lugar superior dentro de la especie. ¿Por qué? No se sabe. Misterios de la autoestima. No había nada en la inteligencia de Hugo Chávez que indicara vestigios de genialidad.
Hugo provenía de un hogar de clase media situado en provincia. Su padre, Hugo de los Reyes, exgobernador de Barinas a remolque de la popularidad de su hijo, era un maestro vinculado al partido socialcristiano COPEI. Su madre, Elena Frías, también era maestra.
Su hermano mayor, Adán, mentor de Hugo, estudió física hasta obtener un doctorado y se quedó merodeando el mundo académico atrapado en las ideas comunistas. Cuando Hugo se convirtió en presidente, lo nombró embajador en Cuba y ministro de Educación. Ahora es el gobernador de Barinas. Parece que el nepotismo no es una falta en Venezuela.
Hugo dio tumbos por diversas vocaciones hasta que carenó en el ejército y se hizo paracaidista. Era, al fin y al cabo, una carrera intelectualmente sencilla, socialmente segura y con una predecible escala salarial.
En los setenta y ochenta, cuando se convierte en oficial, en América Latina mandaban muchos espadones y algunos militaban en la izquierda nacionalista-populista-antinorteamericana y prosoviética. El más popular era Omar Torrijos. El más sombrío, el peruano Juan Velasco Alvarado, asesorado por Norberto Ceresole, un argentino fascista y antisemita proveniente del peronismo de izquierda.
En la distancia, la Cuba de Fidel ya no mandaba guerrillas a destruir la frágil democracia venezolana —todas habían sido derrotadas—, pero continuaba siendo una inspiración política para muchos latinoamericanos.
La influencia militar latinoamericana, el remoto efluvio cubano, las chácharas marxista de su hermano Adán y el propio lenguaje político —el relato, como dicen hoy día— entonces vigente en la sociedad venezolana, contribuyeron a fecundarle la promiscua musa ideológica al joven Hugo.
Por aquellos años, los de la nacionalización del petróleo durante el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez, se suponía que le correspondía al Estado dirigir la economía, controlar los precios y corregir la injusta distribución de la riqueza. (Todos los disparates que Hugo Chávez cometió durante sus 14 años de gobierno fueron ensayados en las cuatro décadas que duró la democracia.)
Con ese bagaje, Chávez y otros oficiales comenzaron a reunirse para intercambiar ideas y planear la toma violenta del gobierno. Esas maniobras no pasaron inadvertidas para la jefatura militar, pero los políticos prefirieron ignorarlas.
Finalmente, en 1992 Chávez y un grupo de oficiales tratan de dar un golpe militar. El rol de Chávez era tomar la Casa de Gobierno y matar al presidente Carlos Andrés Pérez. Fracasa y se entrega, pero instantáneamente se convierte en una celebridad.
Eran tan débiles los reflejos democráticos de los venezolanos que, a las 48 horas de la sangrienta intentona, las encuestas demostraron que el 65% de la sociedad respaldaba la aventura golpista.
Una combinación letal entre la corrupción, la incompetencia y las demoledoras críticas de los medios de comunicación, habían deslegitimado casi totalmente el modelo democrático.
Una parte sustancial del país apostaba por la solución revolucionaria. Esperaba que unos tipos bien intencionados limpiaran el establo, como dicen popularmente los venezolanos, "a coñazos". Chávez encarnó esa violenta fantasía regeneracionista.
A los dos años, Chávez y los suyos fueron amnistiados. En esa época reaparece el argentino Ceresole —que en el camino había mezclado su fascismo original con las estupideces autoritarias del Libro Verde de Gadafi— y se convierte en su ángel guardián.
A mediados de los noventa Chávez va a Cuba y cae bajo el influjo de Fidel Castro. Es amor a primera vista. Fidel lo adopta y lo adapta. Extirpa de su cabeza las ideas de Ceresole y las sustituye con el catecismo marxista y el know-how aprendido de los soviéticos.
A fines del 98 Chávez gana unas elecciones y en febrero de 1999 comienza su lento y zigzagueante trayecto hacia "el mar cubano de la felicidad".
Redacta una nueva constitución, le cambia el nombre al país y modifica el escudo. Es un refundador inquieto e incorregible. En su momento, intervendrá el poder judicial, encarcelará adversarios políticos, confiscará medios de comunicación y controlará una buena parte de ellos. En suma, recortará las libertades y aumentará inmensamente los límites de su autoridad personal en medio de un incesante torrente de palabras.
En abril de 2002 una asonada militar lo saca del poder, pero solo por 48 horas. Regresa a Miraflores muy temeroso y cada vez más entregado a "los cubanos". Solo confía en los Castro y en el aparato de espionaje de La Habana.
El Instituto de Estudios Cubanos de la Universidad de Miami ha calculado el costo anual de esos servicios que Cuba le prestaba a Chávez: 10.000 millones de dólares, incluidos 115.000 barriles diarios de petróleo que llegan a la Isla para consumo y reventa. Otro cálculo, el del Dr. Carmelo Mesa Lago, padre de la cubanología, lo eleva a 13.000 millones de dólares anuales: más del doble del subsidio soviético en la era de mayor eplendor.
Mientras tanto, el chavismo consolida su popularidad por medio del más intenso asistencialismo-clientelista. Treinta misiones instruyen, curan, operan cataratas, subsidian alimentos, prometen viviendas y regalan electrodomésticos. Santa Claus vive en Miraflores.
Detrás de esas medidas ultrapopulistas subyace la idea de que Chávez gobierna para los pobres. Su gran votación está en los sectores D y F de la sociedad. Lo sostienen "los de abajo". Son estómagos agradecidos.
Chávez, además, cantaba, jugaba al béisbol, hacía chistes, insultaba a sus adversarios y vivía en la primera página de los diarios y en el prime time de la televisión. Pertenecía a la estirpe de los políticos pintorescos latinoamericanos. Era todo un espectáculo.
Pero había otra cara. La administración pública venezola es una alcantarilla. Según Transparency, es el país más corrupto de América Latina y los padres y los cinco hermanos de Hugo son frecuentemente acusados de participar de ella. Es el país que tiene la más alta inflación (29%). Han cerrado 107.000 empresas (un 15% del total). Ha emigrado medio millón de venezolanos, casi todos educados y muchos de ellos con sus capitales. El gasto público es insostenible. La ayuda exterior, una desproporcionada locura. Caracas se haitianiza y en todo el país surge ese perfil de escombros y detritus de perros típico del socialismo. Últimamente devaluaron la moneda un 32%. Tendrán que volver a hacerlo dentro de poco.
Chávez ha muerto a los 58 años de un cáncer mal curado en La Habana. Deja cuatro hijos tristes y a un tercio del país acongojado. Pero hay otro legado: durante un par de generaciones el chavismo, escindido en diversas vertientes, continuará gravitando sobre la vida pública nacional. Algo así como sucede con el peronismo en Argentina, pero peor aún.
A la nación potencialmente más rica de América Latina le esperan épocas muy malas de inestabilidad y violencia.

http://angelicamorabeals.blogspot.com.es/2013/03/como-enterrar-chavez.html

martes, 5 de marzo de 2013

domingo, 9 de diciembre de 2012

#VENEZUELA AHORA LES TOCA LLORAR A LOS CHAVISTAS

La imagen: el desgarrador llanto de las seguidoras del presidente Chávez

Gran cantidad de mujeres se reunieron en la Plaza Bolívar en apoyo al primer mandatario


Foto: AP Photo/Fernando Llano

http://www.noticias24.com/fotos/noticia/4191/la-imagen-el-desgarrador-llanto-de-las-seguidoras-del-presidente-chavez/