Por Ondina León ©
Uno de los grandes logros del castrismo, de esos de proporciones faraónicas, es que ha convertido a los cubanos en paranoides, paranoicos y parapléjicos, por aquello de la lucidez paralítica, que nos hace parir parafernalias infernales, año tras año, donde quiera que estemos parapetados.
La pesadilla cubana no tiene fin y sus protagonistas no se acaban de agotar del cansancio colectivo que padecen durante el quincuagésimo cuarto año del accidente. Para mí, las noticias de los últimos días no son nada alentadoras o estimulantes,...