El ministro español de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, conversó telefónicamente el jueves con su homólogo cubano, Bruno Rodríguez, para intentar buscar una salida diplomática al caso protagonizado por el dirigente de Nuevas Generaciones Ángel Carromero, encarcelado en Cuba por conducir el vehículo en el que perdieron la vida los disidentes Oswaldo Payá y Harold Cepero, según indicaron a EL PAÍS fuentes diplomáticas. Un portavoz del departamento que dirige Margallo no quiso confirmar ni desmentir la conversación entre los dos ministros, alegando que “se mantienen todo tipo de contactos dentro de la mayor discreción para resolver el problema”.
Se trata de la segunda vez que Margallo habla con Rodríguez desde que, el pasado 22 julio, se produjo el accidente de tráfico. Ya la semana pasada, el canciller cubano trasladó al jefe de la diplomacia española su malestar por el hecho de que Carromero perteneciera al partido que gobierna en España y hubiera viajado a la isla para apoyar a los disidentes pese a entrar con visado de turista. La novedad desde entonces es que el fiscal ha instado la prisión provisional del ciudadano español por un presunto delito de homicidio imprudente. El artículo 177 del Código Penal cubano castiga con uno a diez años de cárcel al “conductor de un vehículo que, infringiendo las leyes o reglamentos del tránsito, cause la muerte a una persona”.
La clave está en determinar si Carromero vulneró el código de circulación por exceso de velocidad (él ha declarado que no vio ninguna señal limitadora de la velocidad al entrar en una zona de obras) o por conducir sin la documentación en regla.
Fuentes de la Administración española indicaron ayer que Carromero tenía su carné de conducir en vigor cuando viajó a Cuba, a pesar de que había perdido todos los puntos y acumulaba más de 40 multas. El Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM) publicó el pasado 18 de mayo una notificación en la que anunciaba el inicio del expediente para retirar el carné a un centenar de conductores, incluido Carromero, tras haber intentado sin éxito comunicárselo personalmente. El dirigente de Nuevas Generaciones presentó alegaciones, que fueron desestimadas, por lo que la Dirección General de Tráfico (DGT) remitió en julio su resolución al boletín, pero esta no se ha publicado aún, por lo que el carné de conducir sigue siendo válido.
Por otra parte, la madre de Carromero, Isabel Barrios Díaz, difundió este viernes una carta en la que asegura que su hijo “tenía en vigor su carné de conducir y no ha estado nunca inmerso en ningún proceso penal”. Y agrega: “Establecer investigaciones paralelas, mientras mi hijo se encuentra incomunicado y pendiente de una decisión fiscal, no solo perjudica su capacidad de defensa, sino que facilita la acusación y el agravamiento del proceso al que se enfrenta”.