Los miembros del antiguo ‘G2’ tenían en su mayoría como 30 años de edad. Muy poca educación, sólo los movía la envidia, la alegría de tener una pistola Makarov en la cintura, y hacerle la vida insoportable a las personas íntegras. Hicieron de la delación, de la chivatería, un modo de vida. Y el recién estrenado tirano los incitaba, los utilizaba, y tenían “patente de corso” para llevar a cabo todo tipo de fechorías y de barbaridades…
De ser unos...