LA FAMILIA REAL DE CUBA
Cubamatinal/ Ni siquiera la familia real, compuesta por los apellidos Castro y Ruz, ha tenido suerte bajo el régimen castrista. Esta encumbrada familia, como todas las pertenecientes al pueblo, está dividida y sobre todo, separada geográficamente, como si una maldición gitana se hubiera esparcido por el país, a nombre del Socialismo.
Por Tania Díaz Castro
La Habana, 18 de julio/ PD/ El primero de la docena de hijos de Fidel Castro que desertó del país en busca de libertad fue Alina, quien reside en Miami hace veinte años. Antes se habían marchado dos de sus hermanas, Juanita, que vive con sus gatos, también en Miami, y Enma, aficionada al bridge, juego de cartas prohibido en Cuba, residente en México desde 1960.
Ni siquiera un interés común ha sido capaz de unir a esta familia real cubana. Mucho más de una veintena de descendientes de este clan político están desperdigados por el mundo, principalmente en Estados Unidos y España. Se podría pensar que al marcharse querían evadir cualquier responsabilidad ante los más de tres mil fusilamientos ocurridos durante cinco décadas de dictadura castrista, las más de mil doscientas ejecuciones extrajudiciales, el encarcelamiento de miles de prisioneros políticos en condiciones infrahumanas, las violaciones a los Derechos Humanos y sobre todo, ante el empobrecimiento que sufren los cubanos de a pie. Pero lo cierto es que prefirieron vivir como extranjeros por el mundo, a ser protegidos bajo el ala de una dictadura tenebrosa.
Luego de las hermanas de Fidel, Juanita y Emma, emigraron dos de los hermanos de Alina por parte de padre: Francisca Pupo, más conocida por Francis, y Ángel, mayor que Fidelito e hijo de una sirvienta de la antigua casa de Birán, donde nacieron los dictadores.
Más tarde los siguieron en fila india hacia el extranjero varias nueras, yernos y numerosos nietos de Fidel y de Ramón, su hermano mayor. Casi todos viven en España, el país preferido no sólo para residir de forma estable, sino también para estudiar, recrearse, o para atender negocios personales. Allí comienzan una nueva vida y no expresan públicamente desacuerdo alguno contra la política de su familia, como estrategia para visitar la isla ocasionalmente.
Se trata, sin duda, de los llamados quedaditos o exiliados de terciopelo. Uno de ellos, nieto de Ramón y más conocido por el apodo de Monchi, administraba en Tenerife un restaurant de lujo, propiedad de la familia, y Oneida Castro, su hermana, estudió en la Universidad Complutense de Madrid. Mirta Castro Smirnova, hija de Fidelito, el primer hijo de Fidel, estudió Física Nuclear en una universidad española y trabaja también allí.
Es posible que algunos se odien o vivan sencillamente ignorándose. Pero lo cierto es que el odio más acérrimo, conocido hasta por el pueblo cubano, es el que siente Fidel Castro por la familia de su primera esposa Mirta y de su hijo Fidelito: los Díaz-Balart. Sobre todo por Rafael -padre de Lincoln y Mario-, fallecido en Miami en 2005, un político de profundos conocimientos sobre la realidad histórica de Cuba y quien no se equivocó al calificar como un gran error la amnistía concedida a Fidel Castro en 1955, luego del asalto al Cuartel Moncada.
Estamos pues ante una de las familias más controvertidas y peor llevadas de la isla de Fidel y Raúl Castro.
Fuente: http://angelicamorabeals.blogspot.com/2012/07/la-familia-real-cubana-faraones-totales.html?utm_medium=twitter&utm_source=twitterfeed
Parte de la familia Castro en una inusual foto difundida por la prensa. de izquierda a derecha: Alejandro Castro, su novia y Dalia Soto del Valle.
Cubamatinal/ Ni siquiera la familia real, compuesta por los apellidos Castro y Ruz, ha tenido suerte bajo el régimen castrista. Esta encumbrada familia, como todas las pertenecientes al pueblo, está dividida y sobre todo, separada geográficamente, como si una maldición gitana se hubiera esparcido por el país, a nombre del Socialismo.
Por Tania Díaz Castro
La Habana, 18 de julio/ PD/ El primero de la docena de hijos de Fidel Castro que desertó del país en busca de libertad fue Alina, quien reside en Miami hace veinte años. Antes se habían marchado dos de sus hermanas, Juanita, que vive con sus gatos, también en Miami, y Enma, aficionada al bridge, juego de cartas prohibido en Cuba, residente en México desde 1960.
Ni siquiera un interés común ha sido capaz de unir a esta familia real cubana. Mucho más de una veintena de descendientes de este clan político están desperdigados por el mundo, principalmente en Estados Unidos y España. Se podría pensar que al marcharse querían evadir cualquier responsabilidad ante los más de tres mil fusilamientos ocurridos durante cinco décadas de dictadura castrista, las más de mil doscientas ejecuciones extrajudiciales, el encarcelamiento de miles de prisioneros políticos en condiciones infrahumanas, las violaciones a los Derechos Humanos y sobre todo, ante el empobrecimiento que sufren los cubanos de a pie. Pero lo cierto es que prefirieron vivir como extranjeros por el mundo, a ser protegidos bajo el ala de una dictadura tenebrosa.
Luego de las hermanas de Fidel, Juanita y Emma, emigraron dos de los hermanos de Alina por parte de padre: Francisca Pupo, más conocida por Francis, y Ángel, mayor que Fidelito e hijo de una sirvienta de la antigua casa de Birán, donde nacieron los dictadores.
Más tarde los siguieron en fila india hacia el extranjero varias nueras, yernos y numerosos nietos de Fidel y de Ramón, su hermano mayor. Casi todos viven en España, el país preferido no sólo para residir de forma estable, sino también para estudiar, recrearse, o para atender negocios personales. Allí comienzan una nueva vida y no expresan públicamente desacuerdo alguno contra la política de su familia, como estrategia para visitar la isla ocasionalmente.
Se trata, sin duda, de los llamados quedaditos o exiliados de terciopelo. Uno de ellos, nieto de Ramón y más conocido por el apodo de Monchi, administraba en Tenerife un restaurant de lujo, propiedad de la familia, y Oneida Castro, su hermana, estudió en la Universidad Complutense de Madrid. Mirta Castro Smirnova, hija de Fidelito, el primer hijo de Fidel, estudió Física Nuclear en una universidad española y trabaja también allí.
Es posible que algunos se odien o vivan sencillamente ignorándose. Pero lo cierto es que el odio más acérrimo, conocido hasta por el pueblo cubano, es el que siente Fidel Castro por la familia de su primera esposa Mirta y de su hijo Fidelito: los Díaz-Balart. Sobre todo por Rafael -padre de Lincoln y Mario-, fallecido en Miami en 2005, un político de profundos conocimientos sobre la realidad histórica de Cuba y quien no se equivocó al calificar como un gran error la amnistía concedida a Fidel Castro en 1955, luego del asalto al Cuartel Moncada.
Estamos pues ante una de las familias más controvertidas y peor llevadas de la isla de Fidel y Raúl Castro.
Fuente: http://angelicamorabeals.blogspot.com/2012/07/la-familia-real-cubana-faraones-totales.html?utm_medium=twitter&utm_source=twitterfeed