
Dice una voz popular: los extremos
siempre se tocan, o van de la mano, o cualquiera de las múltiples formas
que adquiere el refrán.
Y no es solo un refrán si no que es una realidad que vemos cotidianamente.
Las elecciones griegas nos han
brindado hace pocos días un penoso ejemplo de ello: "En las elecciones
en Grecia, la extrema izquierda
—incluyendo el hasta ahora irrelevante Partido Comunista— logró gracias
a su repudio a las políticas...