Yoan David Gonzáles Milanés, Diana Elisa Betancourt, Dayan Mayol Betancourt y el pequeño Dainel González Betancourt, víctima del constante acoso del gobierno cubano. |
(www.miscelaneasdecuba.net).- Carta abierta de una familia cubana al Sr. José Juan Ortiz Brú, representante de la UNICEF en Cuba.
Santa Cruz del Sur-Camagüey. 25 de mayo de 2012
Remite: Yoan David González Milanés. Delegado del Partido Democrático 30 de Noviembre Frank País, corresponsal del centro de información Hablemos Press, y director ejecutivo del Frente Nacional de Resistencia Cívica Orlando Zapata.
Respetable Sr: El motivo de esta misiva es para denunciar ante este prestigioso organismo internacional, el hostigamiento, asedio, injerencia y discriminación política que sufre nuestro hijo de siete años de edad Dainel González Betancourt, producto de nuestro activismo prodemocrático en las calles, así como las denuncias de las sistemáticas violaciones a los Derechos Humanos cometidas por el gobierno y sus seguidores -tanto civiles como militares-, en diversas regiones del archipiélago cubano, situación que se torna aun más difícil debido a su condición de discapacitado físico, por padecer de Mielo-meningocele, Hidrocefalia, trastornos renales, entre otras patologías que le impiden su normal desarrollo motor.
Nuestra familia está estrechamente vinculada a las filas de la oposición pacífica al gobierno comunista de La Habana.
Mi esposa: Diana Elisa Betancourt García, su hijo Dayan Mayol Betancourt, y yo, ocupamos importantes cargos directivos dentro de ella, motivos suficientes para que nuestras vidas se tornen en un verdadero infierno, situación de la cual no escapa nuestro pequeño vástago.
En múltiples ocasiones nuestro pequeño ha presenciado violentos arrestos contra mi persona, algunos de ellos se han llevado a cabo en nuestra vivienda, la que ha permanecido sitiada varios días por efectivos de la Seguridad del Estado, la Policía Nacional Revolucionaria y las Brigadas de Respuesta Rápida, organizadas y dirigidas por el gobierno, quienes han protagonizado vandálicos actos de repudios contra nuestra morada, lanzando decenas de piedras, profiriendo incontables improperios, obscenidades y amenazas de muerte, causando el terror no sólo a nuestra familia, sino a otros vecinos y a sus niños.
Estos actos vandálicos no sólo han impedido a nuestro pequeño en ocasiones asistir a clases, sino que han influido tremendamente en su comportamiento emotivo, transformándolo de un niño alegre y apasionado en otro, triste, disperso, temeroso, y lo que es aun más preocupante, en ocasiones nos ha confesado, envuelto en llanto, el fundado temor por la integridad de nuestras vidas, hecho que le mantiene extremadamente inquieto y excesivamente apegado a nosotros.
Desde siempre hemos conocido el perenne chequeo e interés que mantiene la policía política, sobre nuestro pequeño en la escuela, sobre todo para conocer el desarrollo sociopolítico del menor, cómo se comporta, cuáles son sus ideas y manifestaciones y si las trasmite abiertamente, el cual se torna más intenso dado a la presencia de su madre la activista de Derechos Humanos Diana Elisa Betancourt García, quien debe acudir periódicamente al aula para cambiarle la ropa interior producto de un agudo trastorno del esfínter.
En el mes de febrero de 2012, la Seguridad del Estado intensifica el hostigamiento contra nuestro hijo.
Aprovechándose que mi esposa no se encontraba presente, enviaron a la Escuela Primaria Ignacio Agramonte, donde cursa el segundo grado nuestro hijo, al periodista Enrique Milanés León, que labora para el periódico “Adelante”, órgano oficial del Comité Provincial del Partido Comunista en Camagüey, quien le fotografió e interrogó en el aula de clases sin nuestro consentimiento, e incluso le pidió que posara para él, fingiendo estar escribiendo en uno de sus cuadernos, y según le dijera sería utilizada en una “revista pioneril”.
El hecho se realizó en ausencia de la profesora a cargo del grupo, la educadora Yaniusdy Betancourt Sánchez, y en presencia de Liudmila Hernández, Jefa de Ciclo, quien se encontraba en ese momento “casualmente” realizando una comprobación de matemáticas.
Ese mismo día cuando mi esposa acude al plantel para llevarle su almuerzo, el niño le comenta lo ocurrido, hecho que resultara corroborado por otros alumnos de la clase.
Mi esposa, indignada por lo ocurrido pregunta a la profesora Liudmila, y ésta le responde, que no sabe la identidad y procedencia del individuo, que a esa persona la había llevado al aula el administrador Arnol Robaina Díaz, quien también al ser confrontado por mi esposa, le informa que la directora del plantel, la señora Guadalupe Batista, fue quien le pidió que acompañara al individuo hasta la misma, y que según ella, era un trabajador de mantenimiento provincial.
Acto seguido, mi esposa acude ante la directora del centro y exige una explicación precisa, sobre la identidad y motivos de la persona misteriosa, que “nadie conoce”, pero que según nuestro pequeño y demás alumnos describen como un periodista de una “revista pioneril”.
La directora Batista, informa en ese momento a mi esposa que esta persona fue enviada por la Dirección Municipal de Educación, y que se trataba de un trabajador de mantenimiento provincial que estaba realizando un inspección sobre posibles daños y roturas en los diferentes planteles del municipio; que ella no se explica de dónde nuestro pequeño y demás alumnos sacaron tal conjetura.
Días después, descubrimos que la fotografía tomada por el supuesto “trabajador de mantenimiento”, había sido empleada por el periodista Milanés León, en una publicación oficialista en el sitio digital del periódico “Adelante”, cuyo título: “Incurable discapacidad que conspira contra el país que le mantiene vivo un hijo”, donde no sólo me tilda de mal-agradecido, por no valorar los esfuerzos realizados por la “revolución” al salvar la vida de mi hijo, sino que me acusa descabelladamente de “mercenario”, “contrarrevolucionario”, “manipulador de la realidad nacional” y de ser una persona que ha hecho de la “agitación” y “la mentira” un modo de vida.
El hecho recrudeció nuestra ya existente desconfianza en el sistema educacional “revolucionario”, el cual permite y apaña inescrupulosamente estas deplorables prácticas contra nuestros hijos, así como intensificó estrepitosamente el temor a que algo malo pueda ocurrirle a nuestro pequeño, como consecuencia de nuestro activismo prodemocrático y la defensa de los Derechos Humanos, pues en múltiples ocasiones hemos sido amenazados con ser asesinados si continuamos expresando nuestro desacuerdo al sistema político, tanto por la policía política, como por desconocidos; muchas de ellas las hemos recibido a través de llamadas telefónicas realizadas a nuestros teléfonos celulares desde teléfonos públicos, cuestión que nos mantiene a la defensiva, pues no sabemos en qué momento podrán cumplirse dichas amenazas.
Actualmente mi esposa temiendo por su integridad física y psicológica, le lleva en la mañana a clases y permanece apostada en la puerta de entrada al plantel por cuatro horas, luego le recoge y retorna a nuestra vivienda, hecho que está influyendo tremendamente en su autoestima y aprendizaje, pues no sólo está privado de compartir y jugar con sus amiguitos, sino que está perdiendo el ciclo de clases vespertino.
Por tales motivos consideramos que lo ocurrido no sólo le afecta moral, social, psicológica y académicamente, sino que es una flagrante violación a los Derechos del hombre, y la Convención Sobre los Derechos del Niño, motivos por los que solicitamos a este prestigioso organismo internacional, emita una medida cautelar que exija al gobierno cubano el cese inmediato y definitivo de la injerencia, asedio, hostigamiento e interrogatorios con fines políticos de maestros, periodistas, funcionarios u otras personas contra nuestro hijo, Dainel González Betancourt.
Atentamente,
Yoan David González Milanés
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