Sólo es un recuerdo
Por: Julia Estrella Aramburo Taboas
Teléfono: 53454763
En la calle Industria esquina a San Martin en la Habana Vieja, se encontraba ubicado el teatro Capitolio, que posteriormente fue llamado Campoamor, daban buenas funciones y era muy asistido.
Con posterioridad se convirtió en un albergue INIT (Instituto Nacional de la Industria Turística, en aquel entonces), algunas parejas no tenían los recursos necesarios para adquirir una habitación en un hotel -que en esa época no había que pagar en divisas- e iban a este sitio, que el costo era más asequible.
En la actualidad ya no es ni teatro, ni albergue INIT, ya que solo de él queda su esqueleto, convirtiéndose en una de las nuevas creaciones del régimen, un establecimiento para el criadero de ratas, cucarachas y mosquitos; de esos que no aumentan el PIB (Producto Interno Bruto) del país.
La vegetación -dentro de lo que fue el patio- da la impresión de un bosque, también de los balcones se pueden ver matas que cuelgan, sin ventanas ni puertas pues fueron arrancadas o deterioradas por el clima. En esas condiciones este teatro lleva más de 10 años.
La esquina donde está ubicado está llena de basura y de escombros; frente estaba también un cine, bautizado con el nombre de Mégano, que después pasó a ser una sala de video; hoy tampoco funciona.
La Habana Vieja siempre se caracterizó por tener sus calles alumbradas, tiendas y cines con carteles lumínicos. Las arterías principales como: Obispo y Muralla, le daban vida a este municipio.
Los que caminan por aquí, y no conocieron lo que fue antes, no se percatan; pero los que nacieron antes de 1959, pueden observar que de lo que era ya no queda nada. Su paisaje está formado por edificios derrumbados, cines que ya no existen, calles oscuras, hoteles que quedaron al olvido, mendigos tratando de obtener limosnas de los extranjeros, en fin para algunos sólo es un recuerdo.
La Habana, 21 de agosto de 2014.
Por: Julia Estrella Aramburo Taboas
Teléfono: 53454763
En la calle Industria esquina a San Martin en la Habana Vieja, se encontraba ubicado el teatro Capitolio, que posteriormente fue llamado Campoamor, daban buenas funciones y era muy asistido.
Con posterioridad se convirtió en un albergue INIT (Instituto Nacional de la Industria Turística, en aquel entonces), algunas parejas no tenían los recursos necesarios para adquirir una habitación en un hotel -que en esa época no había que pagar en divisas- e iban a este sitio, que el costo era más asequible.
En la actualidad ya no es ni teatro, ni albergue INIT, ya que solo de él queda su esqueleto, convirtiéndose en una de las nuevas creaciones del régimen, un establecimiento para el criadero de ratas, cucarachas y mosquitos; de esos que no aumentan el PIB (Producto Interno Bruto) del país.
La vegetación -dentro de lo que fue el patio- da la impresión de un bosque, también de los balcones se pueden ver matas que cuelgan, sin ventanas ni puertas pues fueron arrancadas o deterioradas por el clima. En esas condiciones este teatro lleva más de 10 años.
La esquina donde está ubicado está llena de basura y de escombros; frente estaba también un cine, bautizado con el nombre de Mégano, que después pasó a ser una sala de video; hoy tampoco funciona.
La Habana Vieja siempre se caracterizó por tener sus calles alumbradas, tiendas y cines con carteles lumínicos. Las arterías principales como: Obispo y Muralla, le daban vida a este municipio.
Los que caminan por aquí, y no conocieron lo que fue antes, no se percatan; pero los que nacieron antes de 1959, pueden observar que de lo que era ya no queda nada. Su paisaje está formado por edificios derrumbados, cines que ya no existen, calles oscuras, hoteles que quedaron al olvido, mendigos tratando de obtener limosnas de los extranjeros, en fin para algunos sólo es un recuerdo.
La Habana, 21 de agosto de 2014.