En los últimos días, y a través de los aliados
tradicionales de la dictadura cubana en la región, y especialmente con la ayuda
interesada de Chávez, ha vuelto el tema de la inclusión de Cuba en la próxima Cumbre
de las Américas a celebrarse en Colombia.
Las posiciones histéricas de Venezuela y
Ecuador, claramente con el beneplácito de la contraparte cubana, ha puesto en
vilo al gobierno de Colombia, bien débil frente al gorila de Venezuela y sus
relaciones con la guerrilla Colombiana, a las que apoya y cuida incluso en su
territorio. Ese factor ha puesto en una posición incómoda al Presidente Santos
que se ha visto en la necesidad de buscar una salida a este absurdo diplomático.
La realidad, sin embargo, es bien sencilla,
como lo prueba la propia Declaración de Quebec, firmada por los miembros de
esta agrupación regional. E ella podemos leer claramente:
“El
mantenimiento y fortalecimiento del Estado de Derecho y el respeto estricto al
sistema democrático son… un propósito y un compromiso compartido [por los
miembros firmantes], así como una condición esencial de nuestra presencia en
esta y futuras Cumbres.”
Más claro ni el agua, ¿no es así? Pero se añade
incluso:
“En
consecuencia, cualquier alteración o ruptura inconstitucional del orden democrático
en un Estado del Hemisferio constituye un obstáculo insuperable para la participación
del Gobierno de dicho Estado en el proceso de Cumbres de las Américas.”
Puede parecer suficiente para cualquier
entendido, pero como las autoridades cubanas son tan cínicas, y la manipulación
de su sistema de propaganda ha alcanzado eleva a la locura cualquier cosa, se
hace necesario incluso ir a los reglamentos específicos de esta organización continental
para dejar claro toda posible duda.
La Carta Democrática Interamericana fue
aprobada en Lima, Perú, en el 2001 en la Sesión Especial de la Organización de
Estados Americanos, y en ella, con toda claridad se lee (ver la siguiente
figura):
Cito:
“… la
ruptura del orden democrático o una alteración del orden constitucional que
altere gravemente el orden democrático en un Estado Miembro constituye… un obstáculo
insuperable para la participación de su gobierno en las sesiones de la Asamblea
General, …”
Cuba no es miembro de la OEA desde hace mas de
50 años, precisamente por la “ruptura
del orden democrático”, por lo que es CLARO que Cuba NO PUEDE participar en
la Asamblea General de esta organización. Punto, más claro ni el agua.
A todas estas, la Administración Obama ha
traido confusión con sus declaraciones débiles, y a veces ambiguas,
especialmente diciendo que Cuba debe ingresar a la OEA para poder presumir
participar en la Cumbre de las Américas. Error.
Cuba ha rechazado siempre querer participar en
la OEA, y se burlo por toda la vida de esta organización. ¿Se acuerdan de la
cancioncita “con la OEA y sin la OEA ganaremos la pelea”? No la ganaron, pero
no pueden a esta altura echarse para atrás de la pifia que cometieron.
Pero el grave error que comete la Administración
Obama es entrar en esta débil declaración. Lo que debe decir es lo que en
esencia es un principio: Cuba no cumple con los reglamentos básicos de respetar
y ser un Estado de Derecho, por lo que NO PUEDE ser miembro de la OEA y NO
PUEDE participar en la Cumbre de las Américas.
Y CERRADO
el CASO.