La “trampa” no estuvo donde la están buscando muchos en la maquinita de Smarmatic ni el resto de los demás elementos del sistema electoral automatizado, ni en los pocos cientos y si quieren miles de casos obvios que aún no han sido depurados del REP que se mantienen para alimentar las conocidas cadenas que propicien la desconfianza en el voto propiciando la abstención.
Chávez ganó porque a además de tener una sólida base de apoyo popular duro de un 35 % mínimo, aunque muchos no lo quieran admitir, cautivos bien sea por su carisma y empatía personal para con él o por el mero interés de depender y cuidar un cargo público o la dádiva de una misión, el gobierno mediante su inmenso ventajismo oficial tanto en recursos gastados como el claro predominio que tuvo en los medios y con las cadenas, logró sembrar en la mente de muchos otros el miedo a un cambio imprevisible e incierto por aquello de que “es mejor malo conocido que bueno por conocer” o de que "más vale pájaro en mano que cien volando", también lograron rematar el 7-O con una maquinaria muy bien engrasada que fue a buscar en sus casas a la gente descontenta de las zonas populares que no tenía pensado ir a votar, intimidándolas y llevándolas a las mesas aleccionándolas de que sabrían por quién votarían, habiendo quedado documentado el extremo al que llegó esa intimidación como el que se puede apreciar en este video:
