
En Cuba matar una vaca es un delito grave; pero como todo lo que pasa en Cuba castrista depende de quién cometa el delito. En
realidad tampoco importa si alguien cometió el delito si no que lo que
importa es que el régimen decide que alguien cometió lo que en realidad
nunca cometió y entonces comienza el fin de una pesadilla para el
"elegido".
Michel Martínez Pérez tuvo la desgracia de ser el "elegido" y está pagando por un delito que jamás...