Suceso narrado por la comunicadora
comunitaria Lourdes Esquivel Vieyto
Me contaba Daimel Carrillo Cabrera C.I 82111506884, vecino de Calle 204 No. 86020 entre 399 y 401 Santiago de las Vegas, Boyeros, lo siguiente:
“Cosas como estas que aparecen en la calle, un perro, un gato o cualquier otro animal muerto por un carro que lo atropella es normal aquí en Cuba. Los choferes no tratan de evitar esto muchas veces lo hacen por placer. Lo de hoy sí que es extraño, un gato y una gata parece que anoche salieron a pasear y encontraron la muerte; el carro que los mató les dio duro, acabó con sus 7 vidas.
“¿Qué pasa con estos cadáveres? ¿Cuál es sus destinos? Ellos se descomponen en plena vía pública y se llenan de gusanos y hasta se secan. Muchas veces se los lleva la corriente del agua cuando llueve y toda esta infección va a parar en los pozos subterráneos; aquí cerca hay uno que abastece a todo el pueblo de Santiago de las Vegas. Yo me pregunto: ¿A quién le importa esto? A nadie, y menos al gobierno, porque la mayoría de ellos tienen para comprar sus pomos de agua. Y no les importa que estos animalitos indefensos estén tirados por donde todos pasan y lo que dan es lastima de verlos”.
La Habana, 22 de mayo de 2012.
Via Marta Beatriz Roque
comunitaria Lourdes Esquivel Vieyto
Me contaba Daimel Carrillo Cabrera C.I 82111506884, vecino de Calle 204 No. 86020 entre 399 y 401 Santiago de las Vegas, Boyeros, lo siguiente:
“Cosas como estas que aparecen en la calle, un perro, un gato o cualquier otro animal muerto por un carro que lo atropella es normal aquí en Cuba. Los choferes no tratan de evitar esto muchas veces lo hacen por placer. Lo de hoy sí que es extraño, un gato y una gata parece que anoche salieron a pasear y encontraron la muerte; el carro que los mató les dio duro, acabó con sus 7 vidas.
“¿Qué pasa con estos cadáveres? ¿Cuál es sus destinos? Ellos se descomponen en plena vía pública y se llenan de gusanos y hasta se secan. Muchas veces se los lleva la corriente del agua cuando llueve y toda esta infección va a parar en los pozos subterráneos; aquí cerca hay uno que abastece a todo el pueblo de Santiago de las Vegas. Yo me pregunto: ¿A quién le importa esto? A nadie, y menos al gobierno, porque la mayoría de ellos tienen para comprar sus pomos de agua. Y no les importa que estos animalitos indefensos estén tirados por donde todos pasan y lo que dan es lastima de verlos”.
La Habana, 22 de mayo de 2012.
Via Marta Beatriz Roque