JUAN O. TAMAYO
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La electricidad se terminó de restaurar el lunes a un estimado de cinco millones de personas en La Habana y la parte occidental de Cuba después de un enorme apagón que subrayó el precario estado de la red eléctrica en la isla y provocó rumores.
Las autoridades cubanas no dieron una explicación detallada sobre el apagón, al solo emitir un comunicado de 66 palabras que informó que había habido una “interrupción” en una línea de alto voltaje cerca de Ciego de Avila, 250 millas al oeste de La Habana.
El corte, que ocurrió poco después de las 8 p.m. del domingo, dejó en la oscuridad a unos cinco millones de personas en La Habana y desde las provincias de Villa Clara a Pinar del Río. La mayoría de la zona tuvo de nuevo electricidad después de unas cinco horas, aunque en algunas partes de La Habana no se restauró sino hasta las 9 a.m. del lunes.
Breves apagones se reportaron también en diferentes momentos en las provincias orientales de Santiago de Cuba y Camagüey, y no estuvo claro si estaban relacionados con los cortes en el occidente de Cuba.
Los residentes en la isla han estado informando de una creciente serie de apagones durante este verano mientras la generación de electricidad y la red de distribución continúan desgastándose por décadas de mala administración y falta de inversión.
La compañía Sherrit International Corp., con sede en Canadá y el mayor inversionista extranjero privado en Cuba, destacó en su informe anual del pasado febrero que su participación en la generación de electricidad en la isla se reduciría este año en un 11 por ciento.
Los medios de comunicación de Cuba, controlados por el gobierno, han informado repetidamente del creciente robo de cables y vigas de metal de las torres de transmisión. Y el monopolio estatal de electricidad, la Unión Eléctrica, informó en julio que el numero de “fraudes eléctrico” se triplicó de 8,359 en el 2005 a 27,470 el año pasado.
La bloguera Yoani Sánchez escribió el lunes en su página web Generación Y que el último apagón, claramente uno de los mayores que afecta a Cuba en años, y la falta de información oficial oportuna sobre su extensión o causas ha provocado una serie de miedos y rumores.
“Más de la mitad de las personas preocupadas que me telefonearon durante la oscuridad relacionaron lo sucedido a un problema en el gobierno”, escribió Sánchez. “Frases como ‘esto se cayó’, se repetían en todas partes. Esto muestra la fragilidad política y social de un país en que un apagón… puede llevar a sus ciudadanos a creer que todo el sistema colapsó. ¿Significativo, no?”
El periodista disidente Roberto de Jesús Guerra dijo que un agente de la Seguridad del Estado que supervisa sus actividades lo llamó por teléfono el domingo por la noche para alertarle que “se le podía considerar responsable de cualquier cosa que sucediera” como resultado de sus informes en Tweeter sobre el apagon.
Guerra, un miembro de la agencia de noticias Hablemos Press, dijo el lunes a El Nuevo Herald que también recibió una citación para ir el mismo día a una oficina de la Seguridad del Estado cerca de su casa en La Habana.
Los canales de televisión y las estaciones de radio dirigidas por el gobierno continuaron con su programación normal durante el apagón, y transmitieron su primera palabra oficial sobre el apagón alrededor de la medianoche del domingo.
Enormes apagones afectaron repetidamente a Cuba en la primera mitad de 1990, después que la desaparición de los subsidios soviéticos cortaron los suministros de combustible y piezas de repuesto a las plantas generadoras de la isla. El petróleo barato enviado por el presidente izquierdista de Venezuela, Hugo Chávez, ha cubierto en gran parte las escaseces desde entonces.
Cuba tiene 17 plantas generadoras con una capacidad máxima de 3,267 megavatios, aunque tanto las plantas como las redes de distribución se descomponen a menudo debido a la antigüedad de la maquinaria y los otros equipos.
http://www.elnuevoherald.com/2012/09/11/1297793/apagon-desata-ola-de-rumores.html
