El número de casos confirmados de cólera en el este de Cuba subió de 30 a 85 durante el fin de semana, mientras la cifra de muertes se mantiene en tres, dijo una funcionaria gubernamental, aunque informaciones independientes colocaron las víctimas fatales entre cinco y 15.
Hasta cinco otros casos de cólera se reportaron de forma no oficial en La Habana y disidentes en Guantánamo, en la parte más al este de la isla, informaron de un puñado de casos parecidos al cólera en Caimanera, un poblado junto a la base naval estadounidense.
El canal de televisión estatal en la provincia Granma, centro del mayor brote, sugirió a los residentes que evitaran viajar fuera del área, mientras camiones con altoparlantes les urgían a hervir el agua y lavarse a menudo las manos, dijeron dos residentes.
Funcionarios de Salud Pública en las británicas Islas Caimán, justo al sur de Granma, emitieron una advertencia respecto a los viajes a Cuba, y la representante republicana Ileana Ros-Lehtinen alertó a los potenciales viajeros que visitar la isla “pudiera arriesgarlos a enfermarse con la contagiosa enfermedad del cólera”.
El Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos, con sede en Atlanta, no había emitido hasta el lunes por la noche alertas sobre los viajes a Cuba. Su página de internet sólo recomienda vacunaciones generales, como las de la hepatitis A y B, la fiebre tifoidea y la rabia.
La epidemióloga gubernamental Ana María Batista González dijo el sábado al canal de televisión Telecentro, de Granma, que se habían confirmado 30 casos de cólera en la provincia, y elevó la cifra a 85 el domingo en otra comparecencia, dijo Santiago Márquez, un médico en la ciudad oriental de Manzanillo, en la citada provincia.
Un comunicado del gobierno cubano del 3 de julio – la otra versión oficial sobre el brote - dijo que se habían confirmado 53 casos de cólera y que el brote estaba “bajo control”. No hubo explicaciones para la diferencia de cifras, aunque es posible que los 53 se hayan referido a casos en la región sureste, no sólo en Granma.
Batista también destacó que el número de posibles casos en Granma se elevó de 332 a 346, que casos más generales de diarrea y vómitos se incrementaron de 3,422 a 3,998 y que 110 personas han sido hospitalizadas, agregó telefónicamente Márquez a El Nuevo Herald.
La mayoría de los casos se ha registrado en Manzanillo y la capital provincial, Bayamo, así como en las municipalidades cercanas de Niquero, Yara y Bartolomé Masó, agregó Batista. Todos son a lo largo de la costa sur de Cuba, unas 415 millas al este de La Habana.
Batista dijo que la cifra de muertes llegaba a tres, el mismo número que informó el gobierno el 3 de julio. Yoandris Montoya, un disidente de Bayamo, dijo que había oído informes de cinco muertes y Márquez colocó el número en unas 10. Calixto Martínez, un periodista independendiente de La Habana, informó de unas 15.
Las comparecencias de Batista en la televisión parecen marcar el inicio de un esfuerzo del gobierno para aumentar su información pública sobre el brote, y se esperaba que compareciera de nuevo el lunes tarde en Telecentro.
Pero la policía mantuvo una fuerte presencia de seguridad en los hospitales del área y no se permitía a los parientes visitar a los pacientes con cólera, dijo Márquez, quien perdió su trabajo en el ramo de la salud pública. Su esposa, Tania de la Torre, es una activista de derechos humanos.
El cólera había sido erradicado de Cuba a fines del siglo XIX, pero un brote actual ha causado más de 7,400 muertes en el vecino Haití, donde hay destacados muchos médicos cubanos. Una mujer de la Florida y otros en la República Dominicana que visitaron Haití regresaron con cólera en el 2010, pero sobrevivieron.
El cólera no es generalmente mortal, pero puede matar en cuestión de horas cuando la diarrea y los vómitos causan deshidratación, especialmente entre las personas de la tercera edad. Los tres muertos confirmados por el gobierno cubano eran de 60 años o mayores.
Cuba se jactó durante años de tener uno de los mejores sistemas de salud pública en el hemisferio occidental. Pero los servicios se han deteriorado desde que finalizaron, a comienzos de la década de 1990, los enormes subsidios de la Unión Soviética.
El anuncio gubernamental de la semana pasada indicó que el cólera se difundía a través de las aguas de pozo contaminadas, pero no explicó cómo las bacterias entran en los pozos o en las tuberías de agua.
Un informe de la televisión cubana del mes pasado destacó que hasta el 58 por ciento del agua bombeada nacionalmente se pierde debido a roturas en las tuberías.
Las Islas Caimán, un archipiélago británico que tiene varios vuelos semanales a Cuba, emitió el lunes una advertencia en que recomendaba que los viajes a la isla debían limitarse “sólo a los esenciales”.
Ros-Lehtinen acusó al gobierno de la isla de tratar de ocultar las noticias sobre el brote del cólera, “porque la moribunda economía castrista no puede darse el lujo de asustar a turistas y al dinero que gastan en la isla”. El turismo trae unos $2,000 millones anuales a la isla.
Las autoridades cubanas tampoco han comentado sobre informaciones no oficiales de que el dengue, que se transmite por mosquitos, se está diseminando rápidamente por una docena de ciudades cubanas y ha matado al menos cinco personas en La Habana.
La isla sufre frecuentes brotes veraniegos de dengue, que causa fiebre, dolores de cabeza y de las coyunturas. Pero este año las lluvias del verano han sido inusualmente intensas, lo que ha generado grandes enjambres de mosquitos, dijeron residentes habaneros.
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