Historias singulares, con nombre y apellido, son las que nos permiten comprender la verdadera historia de la dictadura castrista. La mentada Revolución no la han hecho los que hoy oprimen al pueblo sino justamente los que hoy (y ayer) sufren la represión. Los que se jugaron la vida por ella y saben que solo fue un engaño para esclavizar a un país entero y convertirlo en feudo privado de pseudo revolucionarios con instintos criminales: los hermanos Castro.
Una completísima lista con las víctimas de los Castro's pueden verla siguiendo este link .
Una de esas historias singulares es la de la familia de Manuel Martínez León.
Su padre Manuel Martínez Rodríguez fue combatiente del Ejército Rebelde. Capesino y humilde como era, llegó a creer que los Castro's comandaban una revolución por y para ellos. O al menos eso le hicieron creer con lo que pregonaban.
Pero en 1959 su vida cambió para siempre. Cuando descubrió el engaño y se sintió traicionado comenzó a disentir de esa burda mentira llamada Revolución. Y ese mismo año casi fue linchado cuando fueron atacados a balazos 14 hombres en la Masacre de Candelaria, en Gibara, provincia de Holguín a manos de la División 50 comandada por Raúl Castro Ruz. Muchas de las víctimas no superaban los 20 años.
Manuel Martínez León, su hijo, activista de Cuba Independiente y Democrática (CID), de la Alianza Democrática Oriental (ADO) y de la Union Patriótica de Cuba (UNPACU) en Velasco, narra cómo su madre, tras colaborar con el Ejército Rebelde, se sintió traicionada y cómo ambos fueron marginados luego por esa Revolución por la que lucharon.