Vergüenza ajena.
por Rebeca Monzo
Ayer, viendo en la televisión de mi planeta las imágenes del desfile del primero de mayo, no pude menos que sentir vergüenza ajena.
¿Cómo es posible que un pueblo, cuyos derechos civiles han sido y están siendo pisoteados, por un régimen que se mantiene en el poder a toda costa, por cincuenta y tres años, se preste para formar parte de semejante farsa. Hubo mucha más concurrencia...