Por, José M. Izquierdo
Francisco, un cubano americano que reside en EEUU, acostumbraba regularmente viajar a Cuba a visitar a su madre hasta que un día, la “mala suerte” tocó a su puerta y Francisco, estuvo un año, cinco meses y diecisiete días, encerrado en las mazmorras del Combinado del Este.
Las primeras generaciones de cubanos que huyeron de los abusos del Régimen castrista, sabían que no podían regresar a ver a sus familiares, enviarles remesas, hablar con ellos por teléfono o sostener una correspondencia regular, al menos mientras los...