Declaración Pública
Objetivo:
El objetivo de esta Declaración es solicitar disculpas a las Damas de Blanco y a la señora Berta Soler, en particular.
El pasado día 17 de septiembre, al salir de la Empresa Eléctrica a las 4:30 pm, fui interceptada por tres agentes de Seguridad del Estado que se hacen llamar Javier, Ángel y Yazmani. Me montaron en el carro patrullero número 370 de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) y me llevaron a la 14 Unidad de Guanabacoa.
El motivo del arresto estaba vinculado con mi hija Evelyn Pineda Concepción y yo, por ser ambas miembros de las Damas de Blanco. El objetivo que renunciáramos a este movimiento y de no hacerlo a Evelyn la iban a desaparecer. Utilizaron expresiones groseras, golpes en la mesa y palabras obscenas.
Mi hija -de 22 años de edad- tiene un delicado estado de salud, por ser paciente de VIH, no resistiría un prolongado encierro u otras situaciones extremas, me sentí muy angustiada.
Seguidamente me tiraron un papel y un bolígrafo y me dictaron un escrito solicitando mi baja de las Damas de Blanco, con el argumento de que Bertha era muy autoritaria.
En medio de la discusión me amenazaron con tomar represalias extremas si yo divulgaba que esa carta fue hecha bajo la presión de la Seguridad del Estado.
Con posterioridad fui trasladada -en el mismo auto patrulla- a los bajos de la casa de Julia Estrella Aramburo Taboas, también Dama de Blanco me dijeron que le entregara la carta, que ella la haría llegar. Agregaron que no le hiciera mención de la relación de ellos con el documento.
Le entregué la carta a Julia Estrella, diciéndole que esa era mi renuncia y no hizo ningún comentario.
Desde ese día hasta hoy he estado muy apesadumbrada y mi hija, a la cual tuve que contarle lo sucedido, me indicó que estaba dispuesta a enfrentar lo que ocurriera y que no tenía miedo; y me pidió encarecidamente, que debía divulgar lo acontecido.
Debido a ello decidí hacer público este documento y aunque tuve un instante de debilidad, abrumada por un cúmulo de situaciones personales, en ningún momento he querido renunciar, ni hacer dejadez de mis convicciones y mucho menos tengo un mal criterio de la dirigente de las Damas de Blanco, Bertha Soler.
Y para que así conste he querido hacer pública esta Declaración
Maritza Concepción Sarmientos.
Objetivo:
El objetivo de esta Declaración es solicitar disculpas a las Damas de Blanco y a la señora Berta Soler, en particular.
El pasado día 17 de septiembre, al salir de la Empresa Eléctrica a las 4:30 pm, fui interceptada por tres agentes de Seguridad del Estado que se hacen llamar Javier, Ángel y Yazmani. Me montaron en el carro patrullero número 370 de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) y me llevaron a la 14 Unidad de Guanabacoa.
El motivo del arresto estaba vinculado con mi hija Evelyn Pineda Concepción y yo, por ser ambas miembros de las Damas de Blanco. El objetivo que renunciáramos a este movimiento y de no hacerlo a Evelyn la iban a desaparecer. Utilizaron expresiones groseras, golpes en la mesa y palabras obscenas.
Mi hija -de 22 años de edad- tiene un delicado estado de salud, por ser paciente de VIH, no resistiría un prolongado encierro u otras situaciones extremas, me sentí muy angustiada.
Seguidamente me tiraron un papel y un bolígrafo y me dictaron un escrito solicitando mi baja de las Damas de Blanco, con el argumento de que Bertha era muy autoritaria.
En medio de la discusión me amenazaron con tomar represalias extremas si yo divulgaba que esa carta fue hecha bajo la presión de la Seguridad del Estado.
Con posterioridad fui trasladada -en el mismo auto patrulla- a los bajos de la casa de Julia Estrella Aramburo Taboas, también Dama de Blanco me dijeron que le entregara la carta, que ella la haría llegar. Agregaron que no le hiciera mención de la relación de ellos con el documento.
Le entregué la carta a Julia Estrella, diciéndole que esa era mi renuncia y no hizo ningún comentario.
Desde ese día hasta hoy he estado muy apesadumbrada y mi hija, a la cual tuve que contarle lo sucedido, me indicó que estaba dispuesta a enfrentar lo que ocurriera y que no tenía miedo; y me pidió encarecidamente, que debía divulgar lo acontecido.
Debido a ello decidí hacer público este documento y aunque tuve un instante de debilidad, abrumada por un cúmulo de situaciones personales, en ningún momento he querido renunciar, ni hacer dejadez de mis convicciones y mucho menos tengo un mal criterio de la dirigente de las Damas de Blanco, Bertha Soler.
Y para que así conste he querido hacer pública esta Declaración
Maritza Concepción Sarmientos.