Cuentos de la Yuma (Intro)
No hay escapatoria posible contra esas ideas que se le incrustan a uno en el cerebro y no dejan de hacer ruido hasta que se vuelven realidad. Así me pasó a mí con Cuba.
Hace aproximadamente cuatro años, se me metió en la cabeza esa extraña necesidad de tomar un avión a La Habana a conocer por mí misma cómo funcionaban las cosas. Yo quería forjarme mi propia opinión sobre “el mar de la felicidad”; quería...