twiteros cubanos libres

miércoles, 31 de diciembre de 2014

@orrio21 De como mas pronto se coge a un mentiroso QUE A UN COJO

¿Y si es las dos cosas? ni te cuento

El compañero Manuel David Orrio, cayo ayer en una vil trampa del imperio.. No, hombre, que va, así es como lo cuentan ellos.

 Orrio, el chivato castrista, infiltrado durante muchos años en la disidencia pacífica cubana, que mando a unos cuantos de estos a la cárcel, cuando la Primavera Negra, tuvo la mala suerte de toparse ayer conmigo, que andaba merodeando por Twitter, tarde, tardísimo en la madrugada española, a la búsqueda de un chiva que llevarme a la boca. Porque a esa hora algunos "compañeritos" chivas privilegiados con Internet en sus casas.. se relajan con dos tragos de ron y entran en Twitter desde Cuba, con la lengua un poco suelta...

Conversamos sobre este tw, que estaba recibiendo bastantes RTs, y sobre la algarabía en las redes por la detención de activistas en Cuba, con motivo de una performance anunciada por Tania Bruguera


Yo tenía la ventaja de conocerlo bien, sabia por donde lo tenia que pillar..y el la desgracia de tomarme por tonta, a pesar de que le advertí de que lo conocía..




.
El dato es que técnicamente, al contar estas cosas a la prensa extranjera, de izquierdas, pero extranjera al fin y al cabo, y permitir que se publicaran en la red, Orrio esta incurriendo en lo que en Cuba suele llamarse "propaganda enemiga", revelando datos de la estrategia de los infiltrados castristas, y dejando en muy mal lugar a sus jefes, que le negaron unas vitaminas, evidentemente para la neuritis toxica que hacia estragos cuando aquella, y no un medicamento búlgaro caro para la poliomielitis, como dijo en un intento desesperado de colarme su trola.

La entrevista el video original puede verse aqui http://cubainformacion.tv/index.php/otros-especiales/entrevistas-anteriores/17073-manuel-david-orrio-periodista-cubano-y-ex-miembro-de-la-seguridad-del-estado-y-parte-3 y el tipo se va de la lengua en los primeros 3 minutos. Obviamente ha sido un gran placer haberlo revolcado

#FreeTania !!!!!!!! #YoTambienExijo #Cuba via @eljoe80


martes, 30 de diciembre de 2014

#yotambienexijo SABER POR QUE..


… ¿Por qué, a fines de la década de los ‘50 el gobierno norteamericano propició la caída violenta de Batista (un prócer para yanquilandia hasta ese momento), retirándole todo apoyo diplomático y militar, rechazando categóricamente cualquier gestión nacional que contemplara soluciones pacíficas y políticas, a la crisis nacional? ¿Qué les había hecho Fulgencio que hasta ese momento era un modelo en la administración del virreinato?

¿Por qué el gobierno norteamericano desconoció las recomendaciones de su propio embajador en La Habana, tácitamente facilitando que Fidel Castro y sus secuaces se apoderaran expeditamente del poder en Cuba?

¿Por qué cuando Castro recrudeció su violencia inaudita, persecuciones, crímenes y despojos, no se ofreció ayuda masiva a los primeros grupos de resistencia ciudadana que surgieron en la isla a finales de 1959 y principios de 1960?

¿Por qué la absurda invasión a Bahía de Cochinos y la falta de apoyo de las fuerzas armadas norteamericanas? Fracaso atribuido a John Kennedy, ex discípulo de Harold Lasky en Londres cuando su padre fue embajador, y afiliado al Partido Comunista de John Reed en EE.UU. con Eleonora Roosevelt como madrina.

¿Por qué se permitió que Castro se saliera fácilmente con la suya en la crisis de los cohetes (octubre de 1962), cuando retó por igual a los gobiernos, norteamericano y soviético, poniendo en peligro la paz mundial?

¿Por qué involucrarse militarmente en Vietnam para enfrentar la amenaza roja y evitar la caída en dominó de los países asiáticos, cuando Cuba comunista, en el traspatio de los Estados Unidos, invadía los países latinoamericanos, arriesgando una caída continental en dominó?

¿Por qué se les permitió a esbirros idealistas torturar a soldados norteamericanos en Hanói, sin decir una sola palabra ni presentar una queja?

¿Por qué invadir Panamá, matar 20.000 personas y secuestrar a su Presidente, el General Noriega, juzgarlo en EE. UU., y colocar un gobierno títere que aún permanece como vergüenza nacional?

¿Por qué invadir la República Dominicana y no Cuba?

¿Por qué permitirle a Cuba refugiar terroristas de los Panteras Negras norteamericanos, la ETA vasca, el Ejército Republicano Irlandés, los Montoneros y el ERP de Argentina, los Tupamaros de Uruguay y los Senderistas de Perú? Para que estos asesinos entren y salgan de la isla, no había bloqueo. Para las aspirinas, sí.

¿Por qué permitirle asilar a mañosos como Robert Vesco? (Foto de la izquierda)

¿Por qué permitir que el ejército castrista invadiera Angola y en lugar de denunciarlo, calificarlo como tropa estabilizadora en palabras textuales de Andrew Jones, embajador ante las Naciones Unidas del gobierno de Jimmy Cárter (el que impuso en Argentina “los derechos humanos” con la ayuda del ácrata Alfonsín?

¿Por qué se le permitió a Castro vaciar las cárceles del peor elemento criminal cubano (tipo Cámpora y Righi), y enviarlo a Miami, a través del puente marítimo del Mariel? (Estados Unidos se hizo cargo de todos los gastos para llenarles el país de asesinos y malevos a los gringos: una bellecita).

¿Por qué expulsar a los comunistas cubanos de Granada y no de Cuba?

¿Por qué armar ampliamente a los contras de Nicaragua y no a los cubanos combatientes de Miami?

¿Por qué bombardear a Khadaffi y no a Fidel Castro?

¿Por qué en su momento fue Panamá, y no Cuba?

¿Por qué Afganistán y no Cuba?

¿Por que... Vea continuación en http://www.nuevoaccion.com/articulos/como-viene-va-26/

lunes, 29 de diciembre de 2014

En la basura cubana (via @marthabroque )

En la basura cubana
Por: Misael Aguilar Hernández
Teléfono: 58365937





Una y otra vez la televisión cubana en su noticiero estelar (NTV) de las ocho de la noche, muestra imágenes de personas que en las sociedades del mundo capitalista se dedican a buscar en los depósitos de basura de sus grandes avenidas y en los lugares donde se depositan todos los residuos de las comunidades. Hacen énfasis en que ninguno de ellos es cubano y en que la realidad de la isla es otra y que esos males de la sociedad de consumo no nos afectan.

Sin embargo lo que se puede constatar en las calles de nuestro país y especialmente en la capital desmiente ese acalorado discurso. Cada día son más las personas que sobreviven con lo que encuentran en los basureros y ya es común en muchos sitios ver como algunas de ellas venden artículos que encuentran botados, para ganar algún dinero que les permita cubrir las necesidades más elementales, en primer lugar comprar alimentos.

Estas personas venden lo que pueden de sus hallazgos en el basurero, pero también usan las prendas de vestir como pantalones, camisas, blusas e incluso los zapatos viejos.

Es común que le hagan innovaciones a algunas de estas ropas y a los zapatos, para poder venderlos a un mejor precio; así usted puede ver algunas zapatillas deportivas a las a que se les han puesto suelas de botas.

Buscar en los basureros es un oficio más, que aunque no está recogido en el listado de los trabajos por cuenta propia, es una forma de mejorar la vida  en una sociedad que cada vez ofrece menos posibilidades de subsistencia a sus ciudadanos.

Aquí se puede afirmar que también se busca en los basureros y con mucha más intensidad, pero con menos suerte que en esas llamadas sociedades de consumo, pues es lo que sobra de lo poco que tiene  la población.


La Habana, 29 de diciembre de 2014.

Ultraje a monumento en #Bejucal #Mayabeque (via @marthabroque )

Ultraje a monumento del patriota insigne de Mayabeque
Por: Misael Aguilar Hernández
Teléfono: 58365937






En Cuba el hábito de arrojar basura en los lugares más insospechados se ha convertido en una especie de epidemia de consecuencias trágicas, ya que es algo insano que coincide con una alarmante pérdida de valores humanos.

Estando en Bejucal, municipio de la provincia de Mayabeque, pude presenciar que el monumento al coronel Juan Delgado, insigne patriota del pueblo, amaneció ultrajado a causa de una jaba de basura que alguien osó colocar en la base del pedestal sobre el que reposa la estatua, lo que constituye una ofensa a su memoria.

El coronel Juan Delgado ocupa un lugar destacado en la historia de la lucha de la independencia de Cuba, pues fue quien rescató los cuerpos sin vida del lugar teniente general Antonio Maceo y de su ayudante el capitán Francisco Gómez Toro, que estaban en manos de las fuerzas españolas y además con posterioridad fue quien trasladó sus cadáveres para que se les rindiesen honores fúnebres.

Sin embargo, las autoridades del pueblo no parecen haberle dado la más mínima importancia a este bochornoso acontecimiento. 

No obstante, la basura permaneció visible en el mismo lugar durante toda la mañana y toda la tarde, lo que permite pensar que el gobierno municipal no considera este hecho un ultraje, ni algo relevante y mucho menos tiene el interés de poner fin a estas desagradables situaciones; pero peor aún es el hecho de que parezca sentir por este tipo de sucesos una total indiferencia.


Mayabeque, 29 de diciembre de 2014.

martes, 23 de diciembre de 2014

Tocante a Cuba un nuevo blog anticastrista


Que puede ver aqui http://tocanteacuba.blogspot.com.es/ . Va a contener sobre todo elementos audivisuales. Empezamos con la serie "Tertuliando con Aldo" pero se pondran tambien otras cosas. Les invitamos a visitarlo

domingo, 21 de diciembre de 2014

@Yusnaby en el Diario "El Mundo" de #espana

#Crónica1000 Así he vivido 54 años de embargo en Cuba


  • Cuando EEUU rompió con su país, su marido se fue a Miami y Julia creía en la Revolución

  • Hoy, nos cuenta por qué dejó de confiar en los Castro y qué espera con el fin del embargo





Julia cobra 6,17 euros de pensión, que completa con lo que saca trabajando en un puesto de tiro. YUSNABY PÉREZ
Contar todo lo ocurrido en Cuba en el último medio siglo parece fácil y rápido, pero no lo es. Muchas personas han dejado en esos años buena parte de su vida, su tiempo y sus esperanzas. Julia Echeverría, cubana de 74 años residente en el municipio de Marianao, en La Habana, es una de ellas, una de aquellas niñas que, en su época, creyó en el proceso revolucionario que sacudió a Cuba en plena dictadura de Fulgencio Batista. Lo que sigue es su historia.

Años 50

Julia fue la más pequeña y única chica de cuatro hermanos. En casa trabajaban su padre y sus tres hermanos, los chicos como botones o luncheros en clubes privados adonde iba la gente con dinero, y el progenitor de patrón de barco. Navegaba a cubanos ricos y a norteamericanos. "Viajaba a Miami, a Cayo Hueso y a otros destinos no muy lejos de La Habana", recuerda ella.
Según Julia, entonces una muchacha de 16 años, a finales de 1956, cuando Fidel Castro llegó desde México a bordo del Granma para iniciar la lucha armada contra la dictadura en la Sierra Maestra, no se hablaba en contra de los estadounidenses: "Era una relación normal.Los que podían iban y volaban a EEUU, incluso a pasar el día. Por negocios sobre todo. También venían muchos americanos a La Habana. Y barcos llenos de marines para vacilar. La Habana entonces tenía muchos prostíbulos. En esos años, mi papá trabajaba para un cliente americano, Mr. Bronson. Fue patrón de su yate mucho tiempo".
En su casa nunca faltó el dinero. El desayuno, la comida, la cena, los medicamentos estaban asegurados. "Con lo que sobraba se compraba ropa, zapatos y otras cosas. Nunca tuve tres pares de zapatos ni 10 vestidos, pero nunca me faltó una prenda que vestir", asegura.
A mediados de 1958, con 18 años, la joven Julia se hizo novia de Antonio Alonso, un médico responsable de material sanitario que apoyaba clandestinamente a los rebeldes de Sierra de los Órganos, en Pinar del Río, en la zona occidental de la isla. Ella empezó a colaborar también. "Llevábamos matas de coco sembradas en tanques en la parte trasera de los autos, y dentro de la tierra, envueltos en bolsas de plástico, iban las armas, medicamentos, bisturíes, mensajes...", relata. "Otras veces él me preparaba el material para transportar y lo ocultábamos dentro de una barriga de embarazada postiza. Cuando la policía nos detenía, yo bajaba del automóvil, y al verme encinta, nos dejaban ir, no nos registraban".
Casi se acababa el año cuando Julia y Antonio se casaron en La Habana.

1959-1960

Semanas después, en enero de 1959, la Revolución liderada por Castro, Guevara y Cienfuegos triunfó tras la huida de Batista. Al igual que muchos cubanos, Julia se puso muy contenta cuando los barbudos bajaron de la sierra. Esperaba que acabaran con las torturas y la persecución de los jóvenes y que el país comenzara a salir a flote.
Entonces, en 1960, Castro intervino las principales compañías norteamericanas en la isla sin indemnización. La Casa Blanca reaccionó estableciendo un embargo total sobre el comercio con Cuba.
"De 1960 a 1962 empezó una etapa de miseria", comenta Julia. "Fidel decía que Cuba estaba bloqueada y que había escasez. La gente protestaba en voz baja cuando no había una cosa o la otra, pero la justificación siempre era que EEUU no permitía pasar mercancía y que comprarla en otros países, más lejos, resultaba muy caro. Mucha gente creyó en eso. Yo también".

1960

El 3 de enero de 1961, EEUU rompió relaciones con Cuba. Entre el 17 y el 19 abril de ese año se produjo el intento de invasión de Bahía de Cochinos. Castro proclamó entonces el carácter socialista de la Revolución, y la política del país tomó un giro inesperado, cada vez más próximo a la URSS. Antonio, el esposo de Julia, recelaba. Y en noviembre de ese año decidió escapar de Cuba en una lancha. Dejó atrás a Julia, la Revolución por la que había luchado y algo más...
"En ese momento yo estaba embarazada. Él pensaba que el comunismo duraría solo un par de meses y se fue a EEUU a esperar a que todo pasara, su intención siempre fue volver. Pero el comunismo o lo que sea que tenemos en Cuba, jamás acabó", se lamenta Julia más de cinco décadas después.
Primer año de la revolución. Su esposo, huiría a Miami dejándola embarazada de una niña.










Tuvo a su hija sola. En ese tiempo no existían comunicaciones entre la isla y EEUU. Los que tenían contacto con la familia emigrada eranvetados y marginados socialmente. La hija de Julia creció sin papá; ella misma nunca más volvió a hablar con Antonio.
El año de 1962 fue caótico en las relaciones entre ambos países. Cuba fue expulsada de la Organización de Estados Americanos, Kennedy endureció el embargo y, en octubre, estalló la crisis de los misiles. Las cosas no estaban mucho mejor un par de años después, en 1964, cuando Julia empezó a trabajar como taquillera en un cine del oeste de La Habana. En poco tiempo fue ascendida a administradora por su capacidad y habilidades. "Los salarios eran muy bajos, pero no pasaba necesidad porque éramos muchos en casa, todos trabajábamos. Aunque se tuviese dinero no se podía comprar nada porque no había. Por todo culpaban al bloqueo", rememora de aquellos años.
Lo que más la marcó desde los primeros años de la Revolución, fue "la desigualdad. Estaban los que podían ir a todas partes, los hijos de Fidel, Raúl y otros, que entraban a todas partes y no pagaban, y los demás. Y uno no podía hacer nada frente a ello; si te quejabas, te apartaban. Te podían sacar del trabajo y no tenías dónde reclamar. Había que decir sí a todo para tener tranquila tu casa y tu vida. Eso se ha mantenido hasta ahora. O hablas bien de Fidel o te callas".
En 1965 comenzaron el llamado éxodo de Camarioca y los posteriores Vuelos de la Libertad: más de 100.000 personas emigraron de la isla hacia EEUU en un corto periodo. En 1966, además, Washington aprobó la Ley de Ajuste Cubano, que facilitaba el asilo. "El Gobierno empezó a entrar a las casas y se apropiaba de cuanto encontraban. Lo justificaban diciendo que la gente se había ido del país y dejado las pertenencias abandonadas. Fue un gran robo. Ahí comencé a asustarme", confiesa.
No fue la única ocasión. En 1968 el régimen lanzó la llamadaOfensiva Revolucionaria. Castro expropió absolutamente todos los negocios privados en Cuba, desde hoteles, empresas y restaurantes hasta la máquina de cortar el césped de un vecino jardinero de Julia. "Se hicieron muchas cosas feas con la Ofensiva Revolucionaria. Que te quiten todo después de una vida trabajando duro y te veas obligado a empezar de cero sin siquiera tener el derecho de quejarte... Fue muy duro para mucha gente".

1970

Siguió la década de los 70, la más traumática para Julia y su hija adolescente. Una época oscura. Desaparecieron todas las libertades y se impuso un férreo control informativo e ideológico. "Prohibieron la música en inglés. Todo lo que olía a EEUU lo censuraban; incluso prohibieron a Julio Iglesias, un cantante español que me gustaba mucho; decían que sus canciones hablaban contra lo que se estaba viviendo en Cuba", subraya la protagonista.
Algunas formas de vestir, llevar el cabello largo, la homosexualidad o la religión se consideraban "diversionismo ideológico". Julia cuenta que tener un crucifijo en casa era un problema. Se vio obligada a enterrar su fe para conservar su trabajo. Muchas iglesias fueron destruidas en esa época.
En 1974 funcionarios de EEUU comenzaron a viajar a la isla y en 1977 el Gobierno de Jimmy Carter aprobó la apertura de las Secciones de Intereses en La Habana y Washington para resolver asuntos bilaterales. Julia, entretanto, seguía trabajando en cines. Ya no era responsable de uno, sino de varios, en diferentes municipios.
En baja voz, como hacen los cubanos cuando cuentan historias o anécdotas con contenido subversivo, narra un encuentro con una hija de Raúl Castro: "Un día llegó Débora, la mayor, con 40 camilitos [así le dicen a los alumnos de la escuela militar Camilo Cienfuegos]. Querían ver la película que proyectábamos ese día: El llamado de la selva. Llegaron dos autobuses con los camilitos y los escoltas. Querían entrar sin pagar y pasar por delante de la fila de niñosque esperaban. Les dije que no, que debían hacer la cola y pagar como todos. Minutos después recibí una llamada de mi jefe y me dijo que debía dejarles pasar sin cobrarles, y eso tuve que hacer. Pero, junto con ellos, también entré a todos los niños del pueblo, no les cobré y les repartí caramelos".
Fue un tiempo de fuerte penetración soviética. Casi toda la programación televisiva estaba ocupada con espacios soviéticos, las bibliotecas se llenaron de libros soviéticos traducidos al español y comenzaba a ser importante aprender ruso. "Los soviéticos venían a lo mismo que los marines americanos, como turistas a buscar mujeres. Las tiendas comenzaban a tener un poco más de cosas, especialmente comida. Recuerdo las latas de conservas soviéticas. A la gente les encantaba. Se podía ver cierta mejoría en la alimentación, y pensaba que eso iba a ir incrementando. Se nos hacía creer siempre que estábamos a punto de una guerra con EEUU".

1980

Con bastantes limitaciones, la hija de Julia pudo estudiar. Casi no tenía ropa ni zapatos para ir a la universidad. Había muy poco dinero y los artículos en la tienda eran excesivamente caros. "Yo tenía 10 pantalones para trabajar, cogí cinco y los arreglé a la talla de mi hija para que pudiera ir a estudiar", explica la orgullosa madre. "Con una tela le confeccionaba camisetas. Mi hija soñaba con tener un pitusa [unos pantalones vaqueros], como joven que era. Le prometí que el día que se graduara y me trajera a casa su diploma tendría su pitusa".
En 1980, unos 130.000 cubanos salieron por el puerto del Marielhacia EEUU. Un año después, en 1981, Ronald Reagan endureció su política contra Cuba. Fue el mismo año en que la hija de Julia se graduó en la Universidad de La Habana, y la promesa fue cumplida. Los ahorros de varios años fueron destinados a un pantalón vaquero, una blusa y unos zapatos nuevos.
Una vez graduada, entró a trabajar en la marina de guerra. Julia, por su parte, siguió en los cines hasta 1988. Las cosas no cambiaban. "Por la televisión siempre se hablaba mal de Reagan. Decían que exhortaba a los cubanos a irse a EEUU. Cuba se quedó sin maestros y médicos porque todos emigraban. La política con él no mejoró".

1990

Meses después de la caída del Muro de Berlín, en 1990, el régimen declaró que Cuba entraba en un periodo especial. Suponía introducir medidas extraordinarias que imponían restricciones al consumo. "Comenzó una fuerte preocupación porque ellos [los soviéticos] nos habían ayudado a sobrevivir, que nosotros no vivíamos, sobrevivíamos. Al caer el bloque socialista, Cuba completa se puso mal. Se empezó a pensar que podía volver la época de los años 20 o 30, con comidas colectivas por cuadras. Fue malo, malo, malo, la gente tuvo que inventar para vivir. En mi casa hubo un tiempo terrible donde nada más había frijoles colorados para comer. Hubo que hacer trabajos clandestinos, si no nos moríamos. A escondidas alquilábamos la mitad de la casa a extranjeros y cobrábamos 25 dólares por noche".
Con la llegada de Hugo Chávez al poder en Venezuela, en 1999, mejoró la situación energética. "El poco transporte que había no se podía mover porque no había petróleo", recuerda Julia. Pero aun así ella y los suyos siguieron en la escasez, "tratando de salir del hueco".
De sus ojos salen lágrimas cuando cuenta que todos los años se la pasaba esperando "que todo mejorara y que todo cambiara". Así, sucesivamente, cada año en esta larga historia sería el final de todo sufrimiento y necesidad.

2014

Y entonces, el pasado miércoles, Barack Obama y Raúl Castro anunciaron que EEUU y Cuba van a restablecer relaciones diplomáticas. "Las medidas que ha dicho Obama [entre otras que se van a suavizar las restricciones para viajar y transferir dinero] me parecen bien", tercia Julia, "pero no sé qué va a pasar. Ahora que no se puede culpar a EEUU, habrá que ver qué justificación buscan si las cosas no mejoran. Mi opinión es que todo seguirá igual. Al que está arriba no le hacen falta estas medidas y el que está abajo va a seguir abajo. Puede que alguien tenga oportunidad de subir un poquito, pero no creo que vaya a haber un cambio tan brusco como para que todos los cubanos puedan desayunar, almorzar y comer, como antes de la Revolución".
Preguntada por qué no se fue de Cuba, contesta: "Eso no estaba en los planes de mi familia. Yo sabía que a mi padre, a mi madre no los iba a ver más, y estábamos muy unidos". Cuando se le inquiere si volvería a luchar por la Revolución es tajante: "Después de la experiencia vivida, ni pensarlo. La Revolución no fue como pensé. Ni yo ni nadie. El que diga que sí es un mentiroso. Pensábamos que eran los mejores, que iban a salvarnos".