La disidencia cubana, y en concreto el Movimiento Cristiano de Liberación (MCL) que lideraba Osvaldo Payá, uno de los dos opositores muertos en el accidente que llevó a la cárcel al político del PP Ángel Carromero, denuncia cómo ha llevado el Gobierno español el caso que, en las próximas semanas, permitirá al joven ‘popular’ cumplir su condena en España. Según asegura a El Confidencial, hace meses que no han mantenido ningún contacto con el PP y, la última vez, fue para ordenarles silencio.
“Desde hace meses no hemos vuelto a tener contacto. Concretamente, desde la última reunión de la Internacional Demo Cristiana en Roma. Y entonces nos dijeron que no podíamos hablar nada que molestara a la tiranía cubana”, asegura un portavoz del MCL a El Confidencial tras conocerse el acuerdo entre el Gobierno español y la dictadura castrista que permitirá a Carromero cumplir los cinco años de condena en España.
También la Embajada española en La Habana, y siguiendo las indicaciones de Madrid, ha preferido mantenerse distanciada de la oposición cubana, dando un giro así de 180 grados a la tradicional postura del PP instaurada durante el mandato del ex presidente José María Aznar. El pasado 12 de octubre, por ejemplo, se redujeron al mínimo los actos para celebrar la Hispanidad, una cita en la que durante los Gobiernos de Aznar se agasajaba a la disidencia y que, en la época de Rodríguez Zapatero, se eliminó. “Han reducido los contactos al mínimo -insiste el MCL- prácticamente se han limitado a decir que cuando Ángel salga (de Cuba) se sabrá la verdad”. La familia de Payá y otros grupos disidentes mantienen que el accidente no fue tal y que un vehículo de la Seguridad cubana les persiguió y les echó de la carretera.
El régimen cubano condenó a Carromero a cuatro años de prisión como responsable de la muerte en accidente de tráfico de Osvaldo Payá y Harold Cepeda, al considerar que condujo de manera temeraria. El Gobierno español, desde el primer momento, optó por el silencio y por no incomodar al régimen para conseguir lo que, en principio, parece haber logrado: que Carromero cumpla la condena en España y deje los calabozos de la isla. Cuando esté aquí, apuntan fuentes de Exteriores, el discurso cambiará, “pero hasta entonces hay que ser muy prudentes”, insisten, sabedores de que están en manos de los Castro.
No ingresar en prisión
Aunque el objetivo de la diplomacia española era que el régimen cubano expulsara a Carromero a España y no tuviera así que cumplir condena en nuestro país –por eso, y asesorado por la Embajada, no recurrió la sentencia, algo que habría alargado el proceso-, el acuerdo entre los dos países acepta la condena de Carromero.
Carromero fue condenado por un delito de homicidio imprudente a 4 años de cárcel por lo que la Dirección General de Instituciones Penitenciarias española podría conceder directamente a Carromero el tercer grado penitenciario sin necesidad de que tuviera que cumplir antes un periodo de seguridad y someterse a una vigilancia telemática.
Según el artículo 36 del Código Penal sólo "cuando la duración de la pena de prisión impuesta sea superior a cinco años, el Juez o Tribunal podrá ordenar que la clasificación del condenado en el tercer grado de tratamiento penitenciario no se efectúe hasta el cumplimiento de la mitad de la pena impuesta". A su llegada a España, informa Ep, la Junta de Tratamiento de la cárcel que le corresponda tendrá que estudiar el expediente penitenciario resultante de su estancia en Cuba, y establecer su clasificación entre primer grado (aislamiento), segundo grado o tercer grado (régimen abierto).
A la hora de conceder un tercer grado, se tienen en cuenta aspectos como el arraigo, el hecho de tener un trabajo o que no represente riesgo para la sociedad o que no sea reincidente, elementos que serían de aplicación en el caso de Carromero. Fuentes penitenciarias consultadas por Europa Press advierten que este tipo de gestiones no suelen hacerse de un día para otro por lo que es posible que Carromero tuviese que permanecer un tiempo en prisión mientras se realizan estos trámites.
Cuando un ciudadano español preso en Cuba pide su traslado a España, este país tiene que ofrecer a las autoridades de la isla una "indicación aproximada de cómo se cumplirá la condena en el Estado de cumplimiento y la fecha de extinción de la pena o medida", según establece el convenio bilateral de traslado de condenados entre España y Cuba.
http://www.elconfidencial.com/espana/2012/12/15/ldquoespana-nos-prohibio-hablar-nada-sobre-carromero-que-molestara-a-la-tirania-cubanardquo-111216/