Oswaldo Payá, otro crimen de los
hermanos Castro.
Se cumplen dos años de la muerte
de Oswaldo Payá y Harold Cepero, ocurrida mientras recorrían la zona oriental de Cuba con un
solo fin: seguir organizando la lucha contra el régimen de los Castro. Fue una
muerte anunciada, no sólo con amenazas previas y persecuciones a la luz del
día, sino además con atentados directos contra su persona o familia mientras
transitaba las calles de La Habana.
A horas de los hechos, las aguas ya
estaban claramente divididas entres quienes acusamos directamente al régimen
por el crimen y los que con total inocencia o complicidad “enviaron a sus
voceros a verificar la información y pidieron pruebas a las victimas”.
Cómo no acusar al régimen si:
- Es el principal beneficiado con esa
muerte.
- Profirió amenazas de muerte previas
y documentadas.
- El crimen ocurrió bajo su dominio y
jurisdicción.
- La escena del crimen fue
adulterada.
- Los investigadores fueron puestos
por el mismo régimen.
- Las únicas “pruebas” que se tienen,
han sido brindadas por el régimen.
- Los testigos han sido puestos por
el régimen.
- El juicio a los sobrevivientes se
realizó a puertas cerradas.
- Todas las pruebas -celulares,
cámaras de las victimas, etc.- fueron confiscadas.
No siendo todo esto suficiente, hoy
no voy a hacer de este texto un artículo mas de opinión, voy a acusar al
régimen de los hermanos Castro del crimen y como pruebas adicionaré los
elementos que ellos mismos han filtrado a la prensa.
¿Cual ha sido la hipótesis del
régimen desde el inicio?: “Una imprudencia del conductor que, conduciendo a
alta velocidad, pierde el control ante irregularidades en la ruta e impacta
contra un árbol, perdiendo la vida Oswaldo Payá y Harold Cepero”
¿Qué pruebas ha presentado el régimen
a la opinión publica para sustentar esto?
Solamente algunas fotos posteriores
al accidente y la grabación de un testigo de los hechos. De estos mínimos
elementos surge la absoluta manipulación, no sólo de la escena del crimen, sino
de la cronología de los hechos.
El Testigo
Voy a referirme al único testigo que
aparece en un video editado por los “investigadores del crimen”. Se trata del
señor José Antonio Duque de Estrada, quien transitaba por la misma ruta en
bicicleta y manifiesta que
“comienza un terraplén que está parejo, pero es polvo lo que hay
…”
José Antonio indica expresamente que
el lugar está “parejo” y contradice la hipótesis del régimen sobre lo irregular
de la ruta.
“adelante iba un tractor de un compañero de trabajo que lo
adelantó también … que a unos metros mas ‘alante (sic) comienza un terraplén”
Con esta declaración, él se sitúa
como testigo directo del accidente pues a sólo unos “metros” comienza el
terraplén donde ocurre el accidente. Como transitaba en bicicleta, según
menciona en otra parte del relato, se sitúa a menos de 1 minuto del lugar de
los hechos, no obstante declara que “no vio bien qué pasó”
“veo una polvareda cuando llego al arroz mío… y el tractor
parado”
Él declara que el tractor de su
compañero estaba en el lugar parado, no obstante esta persona no aparece en los
testimonios. Evidentemente no era alguien confiable.
“y entonces venían ya con un compañero de la mano, uno blanco
él”
Entonces “venían” implica que
llegaron otras personas antes que él. No había pasado un minuto y ya “otros”
estaban en la escena colaborando. Estos “otros” tampoco figuran como testigos.
¿Quiénes eran?
El paragolpes trasero
Esta primera imagen nos muestra el
vehículo en el que viajaba Payá en dos lugares distintos. Primero en una zona
rural (arriba) y luego en un poblado (abajo). Esto indica que la foto superior
es anterior y de esto surgen las preguntas ¿Por qué el auto primero está
“limpio” y luego aparece completamente lleno de polvo? ¿Por qué la foto
superior muestra un hundimiento en el paragolpes y la inferior no? ¿Esto
validaría el SMS que alcanzó a enviar un sobreviviente indicando que “nos chocaron
desde atrás”?
Paragolpes delantero
En esta imagen son evidentes dos
cosas. El lugar es completamente distinto y en la foto superior falta el
“paragolpes delantero”. De esto podemos inferir que el auto fue “movido” de
lugar y que la foto superior donde aparece el “investigador” fue posterior. ¿No
es suficiente evidencia para demostrar la manipulación de la escena del crimen?
La burla
No bastando con lo anterior, tenemos
esta otra imagen, la primera en ser suministrada por el régimen. Cualquiera puede
notar que el auto se encuentra en un lugar por completo distinto a los
anteriores; y con éste ya son cuatro los lugares. Pero esta foto tiene varios
detalles más que no pasan inadvertidos.
Hay una rama debajo del auto,
simulando o intentando validar la hipótesis del “accidente y choque contra un
árbol”. El auto aparece limpio, luego de transitar mas de 800 km en 12 horas
por las rutas de Cuba. ¿Milagro o manipulación?
Además aparece una persona, acostada
sobre una camilla, haciéndonos inferir que esta foto sí es de la escena real
del crimen. De lo contrario habría que asumir que han movido el auto
hasta un lugar limpio, arrastrando la rama con el cuerpo de esta persona
adentro, o simplemente que todos son actores.
Pero hay un detalle: el uniforme de
quien aparenta estar cerca del cuerpo pertenece a los órganos
represivos, no a la policía nacional. Si existe una camilla y el lugar de
los hechos está a por lo menos 40 minutos del hospital mas cercano, ¿por qué
han llegado primero los órganos represivos del G2, incluso antes que la
policía? ¿Quién pudo avisar al G2 antes que a la policía nacional? No señores,
no avisaron porque el G2 era quien perseguía a Payá y quien ejecutó el crimen.
Ante la evidencia, confiamos en que más temprano que
tarde, aflore la verdad y se haga justicia pues “sólo la verdad nos hará
libres”.