Más de 72 horas después que el Tribunal de Apelaciones de Londres desestimara el recurso de La Habana contra el fondo de inversión CRF I Limited, que le reclama el pago de una deuda que se remonta a tiempos de Fidel Castro, el Banco Nacional de Cuba (BNC) reaccionó públicamente diciendo que tiene "voluntad de diálogo".
Ante la perspectiva de que el juicio prosiga y el régimen de la Isla sea obligado a pagar los 72 millones de euros que le reclama CRF I, una fracción de la deuda que tiene a su cargo, la entidad bancaria estatal informó el viernes 22 de noviembre en una escueta nota que el tribunal londinense "desestimó el recurso interpuesto por el BNC contra la sentencia de la jueza Sarah Cockerill, notificada el 4 de abril de 2023, que estableció que el Banco Nacional de Cuba se mantendría en el proceso".
"Hasta el momento se ha ventilado, únicamente, si los tribunales ingleses pueden conocer o no acerca de la reclamación del fondo buitre; por lo tanto, esta decisión del Tribunal de Apelación se limita a considerar que el proceso continúa ante las cortes de ese país", precisa.
El BNC dice que "analiza su posición de defensa para próximos pasos a seguir, de lo cual se informará oportunamente; al tiempo que ratifica, una vez más, su firme voluntad de diálogo e invariable respeto hacia las deudas que han sido contraídas de forma legítima", finaliza.
El BNC insiste en calificar a CRF I como "fondo buitre", una denominación central en la narrativa de La Habana desde el inicio del pleito, con la que busca descalificar la validez del reclamo, pese a que la jueza Cockerill consideró al grupo como un deudor legítimo.
La defensa del régimen esgrimió y defendió durante la vista oral del juicio, celebrada a inicios de 2023, que la cesión de la deuda cubana a CRF I fue conseguida a través del soborno de funcionarios bancarios, argumento que fue demolido por los abogados de la parte demandante. Asimismo, el veredicto de la jueza mostró que el BNC y, por tanto, el Gobierno cubano, esgrimieron argumentos falsos para defender su posición en el proceso.
Pese a ello, la nota del BNC asegura que desde el inicio mismo del proceso "hemos sostenido que dicho fondo no mantiene ninguna relación con los instrumentos financieros de la institución y, por ende, no ha sido ni es acreedor del Banco Nacional de Cuba".
Esta semana, CRF I Limited, que demanda al régimen de Cuba ante la sala comercial del Tribunal Superior de Londres, anunció que pasará a la siguiente fase del proceso penal. En una declaración enviada a DIARIO DE CUBA, el grupo calificó el fallo en la apelación como "decisivo", e indicó que "si bien se esperaba, marca un importante paso adelante en la estrategia jurídica de CRF".
"El fallo afirma la validez de los reclamos de CRF y subraya su aplicabilidad en la ley inglesa. Con este resultado favorable, CRF pasará ahora a la fase de Fondo del juicio, donde seguimos confiando en conseguir una victoria", anticipó la declaración.
Según enfatiza el texto, "los hechos son claros: Cuba tomó prestadas estas sumas y no ha cumplido con sus obligaciones de pago, un patrón que ha sido consistente en todas sus transacciones. CRF ha hecho esfuerzos persistentes para colaborar con las autoridades cubanas para negociar la deuda en buenos términos desde 2013. A pesar de nuestra continua voluntad de negociar una solución justa, la parte cubana ha mostrado poco interés en un diálogo constructivo", recordó.
CRF añadió que "continuará con este caso con determinación, buscando justicia y haciendo cumplir nuestros derechos legales".
El pasado lunes, David Charters, presidente de CRF, dijo tras conocer el veredicto del Tribunal de Apelaciones que "el fallo de hoy refuerza nuestra confianza a medida que avanzamos a la siguiente fase. Si bien CRF ha buscado sistemáticamente una solución justa y equitativa, nos mantenemos firmes en la búsqueda de justicia para nuestros grupos de interés si las negociaciones no se llevan a cabo".
En abril de 2023, y luego de que La Habana anunciara que apelaría la sentencia de la jueza Cockerill, el fondo llamó al Ministerio de Justicia de la Isla a negociar un acuerdo serio.
"El presidente Díaz-Canel dijo que la corte inglesa es 'un tribunal profesional y prestigioso'. CRF está de acuerdo", señaló el fondo en declaraciones exclusivas para DIARIO DE CUBA, citando un tuit del gobernante cubano, quien celebró que el tribunal de Londres reconociera no tener jurisdicción sobre el Estado cubano.
"Raúl Castro dijo querer convertir a Cuba en una economía de 'tipo vietnamita'. CRF está dispuesto a hacer su parte para ayudar a Cuba a hacer precisamente eso, ya que sería un escenario en el que todos saldrían ganando", concluyó la declaración.
Ante la continuación del litigio, que debería enfrentar ahora el BNC, el ministro de Justicia cubano, Oscar Silvera, aseguró en 2023 que el régimen de la Isla "continuará defendiendo la verdad: CRF no es acreedor legítimo de ninguna de sus instituciones".
CRF I, integrado por inversores privados y creado a raíz de que Raúl Castro comenzó a renegociar la deuda externa cubana que Fidel Castro había considerado impagable e incobrable en 1986, tiene una cartera de bonos de deuda cubana vencida que en 2017 ascendía a 1.200 millones de euros (1.300 millones de dólares al cambio actual), de los que ha empezado a reclamar una parte por la vía judicial. Está considerado el mayor tenedor de deuda cubana.
Charters declaró en 2023 que "CRF mantiene su compromiso de encontrar una solución con Cuba que tenga un impacto cero en su presupuesto durante al menos cinco años, reconociendo la difícil situación económica que atraviesa el país. Creemos que se puede llegar a una solución mutuamente beneficiosa a través del diálogo constructivo y la cooperación".
La continuación del proceso podría derivar en que el régimen de la Isla sea condenado a pagar la deuda. El pleito, además, pone en evidencia a La Habana, que busca créditos y préstamos pese a su largo historial de incumplir los compromisos que adquiere.