Lograron adueñarse de Venezuela gracias al teniente coronel golpista y traidor Hugo Chávez
Receta para tiranía castrochavista
Después que la han saqueado, dominado, convertido en provincia número 15
Eleonora Bruzual
Para nadie honesto esta Peste Roja empoderada en Venezuela es otra cosa más que una tiranía.
Una tiranía hambreadora, asesina, delincuencial. Una tiranía impuesta por la que en Cuba lleva 56 largos años de represión, hambre, terror y muerte y que suministra recetas para que sus marionetas en el continente -de acuerdo con el país y sus circunstancias- se enquisten y consigan la eternización que muchas están exhibiendo.
Así después que lograron adueñarse de Venezuela gracias al teniente coronel golpista y traidor Hugo Chávez, después que la han saqueado, dominado, convertido en provincia número 15, después que muerto el benefactor, consiguieron poner su monigote en el poder, continuaron aplicando recetas más que probadas para sin mucho sobresalto lograr objetivos.
Una de esas recetas es sin duda hacer del componente militar una elite de cuatreros impunes que controlen todos los posibles negocios lícitos e ilícitos, amasen inconmensurables fortunas y terminen no defendiendo las ideologías revolucionarias sino defendiendo sus ganancias, sus cuotas de poder y sus pescuezos aunque se les escuche berrear ¡patria, socialismo o muerte!
Cuba y Venezuela muestran los resultados de la "prescripción facultativa" de los Castro, curtidos en muertes, terrorismo, narcotráfico y ambición... Maestros en siembra de miedo, en hacedores de esclavos y suertudos tiranos aclamados por resentidos, tramposos y cómplices.
¿Y para qué inventarse maestros si Chávez se arrimó a los mejores? Esos que importantes investigadores como el Dr. Pedro Roig, del Instituto de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos de la Universidad de Miami, les han precisado métodos, fortunas y delitos...
No es de ahora mi interés por esa banda de generalotes cubanos todos nacidos de esa estafa sangrienta que Fidel Castro alguna vez llamó "verde como las palmas", estafa sangrienta y superlativa donde los antiguos barbudos de la Sierra Maestra pasaron a ser expertos empresarios desde sus madrigueras del Ministerio de las Fuerzas Armadas (MINFAR) y el Ministerio del Interior (MININT), bases del poder de los Castro que bien supieron comprarles.
Esos "empresarios" de pistola y charretera son los que controlan la economía de esa isla donde una minoría come hasta hartarse y la mayoría aúlla de hambre y desesperanza.
Siempre han sido mayoría los militares dentro de los miembros activos del buró Político del Partido Comunista, y ellos controlan más del 70% de la economía de esa isla cuyos tiranos se dan el lujo de poseer colonias, procónsules y lacayos.
De una fulana Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, combo de militares activos y jubilados, salen los más grandes guisadores de negocios lícitos e ilícitos.
De allí salieron los maestros, entrenadores y preparadores de los que en Venezuela les tocaría también igual rol e iguales beneficios.Y de esa banda verde oliva tan bien entrenada en la mazmorra cubana este lunes supimos de un sexteto al que el Gobierno norteamericano le aplicó sanciones que junto con las impuestas también a Katherine Haringhton, fiscal 20 del Ministerio Público, producen descomposturas estomacales a la jerarquía colorada en pleno que bien sabe que apenas comienza la redada y la rodada...
Los tiranos Castro organizaron al mundo militar cubano para que robara a su antojo. Tienen 56 años en eso. Chávez y su banda hicieron lo mismo, es la receta. Por eso hoy en la Venezuela de la Peste Roja tenemos también "empresarios" de pistola y charretera controlando la economía, el suministro de alimentos, medicinas, repuestos, insumos para la construcción, electrodomésticos, drogas y cualquier cosa que dé "billullo"; igual que Cuba somos una tierra saqueada, ruinosa y también aquí una minoría come hasta hartarse y la mayoría aúlla de hambre y desesperanza. De esa minoría han salido ricachos militares, boliburgueses y funcionarios enriquecidos a punta de servirle al déspota.
Sanciones y una declaración del propio presidente Barack Obama calificando la situación venezolana como una "amenaza a la seguridad nacional" de Estados Unidos, ha desencadenado una hemorragia de imbéciles acusaciones y risibles amenazas por parte de Nicolás Maduro, que denuncia deseos de invasión gringa en un pobre país donde cubanos, iraníes, chinos, árabes, rusos, bielorrusos, argentinos, nicaragüenses, bolivianos, brasileros y españoles de las bandas ETA y Podemos no han dejado para más nadie.
A los chillidos de Maduro comienzan a unirse algunos de opositores corazoncito ñángara ¿o con negocitos en común...?
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