JUAN O. TAMAYO
La policía cubana confiscó cientos de juguetes a disidentes en una serie de redadas en la mañana del viernes que fueron descritas por un bloguero progubernamental como una medida tomada contra una “provocación” planeada: entregar los juguetes, pagados por exiliados de Miami, a niños.
Miembros de UNPACU dijeron que agentes de la Seguridad del Estado y de la policía revisaron la casa de Ferrer en el poblado oriental de Palmarito de Cauto a las 5 de la mañana del viernes, así como los hogares de otros dos miembros del grupo en las ciudades cercanas de Santiago de Cuba y Holguín.
Las órdenes de registro de la policía mencionaban específicamente “juguetes, dinero y otros bienes de procedencia ilícita”, dijo la miembro de UNPACU Yusmila Ferrera. Los disidentes planeaban distribuir 700 juguetes por toda la isla para celebrar el Día de los Reyes Magos, el día tradicional de hacer regalos en Cuba.
Los policías que requisaron la casa de Ferrer se llevaron todos los juguetes almacenados, y además cinco computadoras, varios teléfonos celulares y alrededor de $600 en efectivo, dijo Ferrera. Más juguetes, otras computadoras, teléfonos y $180 en efectivo fueron confiscados en las otras dos redadas.
Belkis Cantillo, jefa de las Damas de Blanco en la zona oriental de Cuba, dijo a El Nuevo Herald que ella y 11 miembros del grupo estaban llevando a cabo una sentada el viernes en una casa en Palmarito “para exigir la devolución de lo que ellos (la policía) nos robaron hoy”.
Ferrer y otros nueve miembros de UNPACU fueron detenidos por la policía durante las redadas. Todos excepto Ferrer fueron puestos en libertad una hora después, y todavía no había noticia alguna de su paradero el viernes en la noche, dijo el miembro de UNPACU Andris Verdecia.
La líder de las Damas de Blanco Berta Soler dijo que la policía también hizo una redada en la sede de su grupo en La Habana a las 5 a.m. y confiscó los juguetes, alimentos, 70 sillas, una computadoralaptop y tres impresoras, papel sanitario y 100 toallas y sábanas que iban a ser donadas a los padres de los niños.
“Esto fue un saqueo”, dijo Soler a El Nuevo Herald desde la sede del grupo, la casa de la difunta fundadora del mismo, Laura Pollán.
Soler dijo que ella y su esposo Angel Moya, quien lo mismo que Ferrer estuvo en la cárcel del 2003 al 2011, fueron detenidos por la policía el viernes por la mañana cuando salían de su casa en el suburbio de Alamar, al este de La Habana, pero fueron puestos en libertad después de que se terminó la redada.
Las Damas de Blanco de La Habana continuarán, dijo ella, con sus planes de entregar juguetes a entre 150 y 200 niños el sábado en su campaña anual de regalos, que comenzó en el 2004 para celebrar el Día de los Reyes Magos el 6 de enero.
Además, la policía advirtió el viernes a varias de las miembros de las Damas de Blanco que no fueran al evento el sábado o serían arrestadas, reportó el periodista independiente Roberto J. Guerra.
El portavoz de UNPACU Guillermo Fariñas dijo que el dinero para comprar los juguetes en tiendas cubanas fue donado por empresarios cubanos en el sur de la Florida “personalmente de sus bolsillos” en un esfuerzo coordinado por la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA).
“No es ninguna vergüenza decir que exiliados cubanos son capaces sin condiciones de enviar dinero para regalar juguetes a los niños”, dijo desde su casa en Santa Clara, en la zona central de Cuba. Los juguetes que él planea repartir están guardados en varias casas diferentes y no han sido confiscados.
En un momento en que la isla enfrenta una crisis económica, agregó Fariñas, el gobierno “en su impotencia por no poder regalarle juguetes a los niños pobres ocuparon nuestros juguetes”.
Los disidentes cubanos que han podido viajar al exterior este año por primera vez en décadas, han recogido donaciones de dinero y otro tipo de ayuda durante sus presentaciones públicas.
Los encuentros planeados para la entrega de regalos no iban a hacer mención alguna de la política, sino solo se darían charlas sobre religión y Dios, dijo Fariñas.
Los funcionarios cubanos no hicieron mención alguna de las redadas, pero una cuenta progubernamental de Twitter que usa el nombre de Yohandry Fontana describió los juguetes como parte de una campaña para socavar el gobierno comunista por parte de FNCA, radicada en Miami, y de la Agencia de EEUU por el Desarrollo Internacional (USAID).
“Ya no respetan ni a los niños. Intentaban show mediático y provocación. Todo desmantelado”, dijo un tuit de Fontana, que se cree es un pseudónimo usado por uno o más agentes de la Seguridad del Estado.
Otro tuit de Fontana dijo que la policía había confiscado “dinero y medios” a “mercenarios”, y un tercero afirmó que USAID y FNCA estaban involucrados. Fontana describió asimismo a UNPACU como “tentáculo de la CIA”, y a FNCA como una “organización terrorista”.
La ola represiva tuvo lugar dos días después de que el gobernante cubano Raúl Castro, en un discurso conmemorativo del 55 aniversario del triunfo de la revolución en el país, advirtió en contra de una campaña de “fuerzas poderosas” para socavar al sistema comunista, especialmente entre la juventud.
La congresista Ileana Ros-Lehtinen, republicana de Miami, dijo el viernes que los arrestos mostraban que “55 años después, la dictadura sigue determinada a mantener su apretón sangriento sobre la isla, negando derechos humanos básicos y libertades democráticas a 11 millones de cubanos”.
“La campaña a la cual se refiere el tirano es una de libertad y justicia con el fin de crear una sociedad abierta para el pueblo cubano viviendo bajo este régimen represivo”, declaró ella en un comunicado.
La Fundación para los Derechos Humanos en Cuba, radicada en Miami, publicó el viernes un comunicado urgiendo a las organizaciones internacionales de derechos humanos que exigieran que se pusiera fin de inmediato a los arrestos de disidentes y otras formas de represión.