Sin importar la vida de las personas
Por: Maritza Concepción Sarmientos
Teléfono: 53972614.
El edificio que se encuentra ubicado en la calle Máximo Gómez esquina a Pepe Antonio, en el capitalino municipio de Guanabacoa, está en visible peligro de derrumbe; aunque en los altos hay varios apartamentos en los que viven familias completas.
No obstante, en la planta baja, hay una tienda en cup (moneda nacional): “Los Precios Fijos”, que vende artículos como colchones para las camas y ropa reciclada. Este establecimiento es visitado por numerosos clientes.
De igual forma en los bajos, hay un área de ventas, para trabajadores por cuenta propia con la característica de ser impedidos físicos.
Aunque hay carteles advirtiendo la posibilidad de derrumbe, no están en una zona visible para los que visiten las tiendas. Pero, lo que no tiene lugar a dudas es que en un edificio en el cual peligra la vida de sus moradores, no se debería permitir la ubicación de centros comerciales que también ponen en riesgo a seres humanos que por desconocimiento van como clientes a estos sitios.
Los cubanos están acostumbrados a toda esta desidia, pero la irresponsabilidad debe tener un límite.
La Habana, 26 de agosto de 2014.
Por: Maritza Concepción Sarmientos
Teléfono: 53972614.
El edificio que se encuentra ubicado en la calle Máximo Gómez esquina a Pepe Antonio, en el capitalino municipio de Guanabacoa, está en visible peligro de derrumbe; aunque en los altos hay varios apartamentos en los que viven familias completas.
No obstante, en la planta baja, hay una tienda en cup (moneda nacional): “Los Precios Fijos”, que vende artículos como colchones para las camas y ropa reciclada. Este establecimiento es visitado por numerosos clientes.
De igual forma en los bajos, hay un área de ventas, para trabajadores por cuenta propia con la característica de ser impedidos físicos.
Aunque hay carteles advirtiendo la posibilidad de derrumbe, no están en una zona visible para los que visiten las tiendas. Pero, lo que no tiene lugar a dudas es que en un edificio en el cual peligra la vida de sus moradores, no se debería permitir la ubicación de centros comerciales que también ponen en riesgo a seres humanos que por desconocimiento van como clientes a estos sitios.
Los cubanos están acostumbrados a toda esta desidia, pero la irresponsabilidad debe tener un límite.
La Habana, 26 de agosto de 2014.