Por Luis Tornés Aguililla. 14 de abril de 2012.
El empresario Carlos Saladrigas acaba de ir a Cuba para hablar de los grandes amores aún por ver, esos amores que quizá un día hagan que la madre negra, vieja y pobre, a la que Fidel le fusiló el hijo en 2003, se diga que ya ella odió lo suficiente.
El empresario Saladrigas en La Habana ha sido casi una aparición convocada por las circunstancias y su empeño tiene como marco objetivo, un país totalmente destrozado en todas las esferas de la vida de una nación donde la miseria, administrada científicamente, ha parido masivamente un perfil generalizado de alevosía, doblez y desenfreno como si el famoso « tronado » cubano hubiese tenido cita con la historia, a través de un vector predestinado : Fidel Castro. ¿ Querrá el empresario Saladrigas tapar el sol con un dedo ?, no quiero juzgar su intención pero lo cierto es que en Cuba estamos lidiando con un grupo de individuos en el poder que han comprendido que los cubanos están en huelga general permanente lo cual no cuadra con la realidad geopolítica que ya se les anuncia.
Hugo Chávez enfermo, las FARC apremiadas, Gadafi muerto y Bachar el-Assad a dos pasos de la Roca Tarpeya son realidades que ilustran la relevancia real y muy relativa de un país exclusivamente simbólico como lo es Cuba en la actualidad, una islita de grandes miedos donde el hombre nunca más en su historia podrá ser providencial porque el que tuvimos nos salió cruel y traidor para terminar, cual bufón, preso de la National Security Agency vigilado desde el cielo hasta en sus más privados suspiros.
En esas selectas reuniones ante restringidísimos círculos habaneros nunca tendrá el empresario Saladrigas acceso al corazón ( ahogado en hiel ) de la gente del pueblo cuyo deseo callado es quitarse el yugo impuesto por una banda armada desde hace más de medio siglo.
Cuando el empresario Saladrigas en La Habana escuche la palabra « compañero » ha de saber que es falsa y que su significado en Cuba es sui géneris – como diría Fidel - y si lee la publicación oficial del déficit de la balanza comercial, sabrá que está leyendo una mentira porque en ese país no se produce nada, allí se « bisnea », se engaña, se especula pero lo que se dice producir para aportar riqueza per capita, no way Jose.
Fidel llevó su tropa a un nivel de criminalidad tan grande contra la nación cubana que, todos los que no tenemos intenciones venales en torno a Cuba, entendemos la imposibilidad de resolver el problema cubano en cónclaves de gente entendida por adelantado, así que las veinte próximas reuniones del empresario Saladrigas en La Habana serán « cagá de totí » mientras no haya un cambio político fundamental en el país. ¡ Empresario Saladriga, ojo, que no somos chinos !.
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