La historia se repite con la muerte del tricampeón olímpico y mundial de los super pesados. Fue derrotado por el propio régimen que lo utilizó para su gloria en una época y lo convirtió en bandera.
Uno de los golpes bajos de Castro.
Uno de los golpes bajos de Castro.
Era su atleta mimado, con todo aquello que le puso un artefacto explosivo al carro del novio de su ex pareja, por lo que fue rápidamente enviado para Las Tunas, para desaparecerlo un tiempo. Después, todo normal.
Hace poco cayó Douglas Rodríguez, aquél fajador santiaguero. Hoy pierde su combate por la vida el tunero de pegada demoledora.
Son el olvido, y la falta de perspectiva sus principales rivales. A ello se suma el alcohol, único refugio para los atletas cubanos quienes durante un tiempo fueron los íconos que el socialismo cubano usó para vender ese antihumano sistema.Stevenson con sus 60 años de edad estaba totalmente fulminado antes de sufrir el infarto. La propia Revolución Cubana lo llevó por ese camino.
Es el único final que hay en ese país para aquellos que el sistema usa y lanza al vacío después que pierden interés en ellos.
Teófilo Stevenson fue duramente criticado por su cercanía con el régimen, pero quienes hablaron con él, y me cuento entre ellos, uno se daba cuenta que su mente era fácil de conquistar, de moldear.
Fue convertido en una marioneta de Castro, quien se relamía de gusto al contar con un campeón de talla mundial, que lo complacía por sus victorias ante norteamericanos y europeos.
Lo usaron todo lo que pudieron en actividades nacionales e internacionales. Inclusive en el reciente desfile del Primero de Mayo en Habana se vio desfilar a este hombre que no podía con su salud.
Era una mascota de circo. Desde que lo hallaron en Las Tunas sabían que sería un campeón. Después lo entrenaron para que aprendiera la técnica del golpeo y la defensa.
También fue entrenado a defender el socialismo como una “bendición” para los hombres. Su cerebro fue lavado y ajustado a los intereses personales de Castro y a sus ambiciones.
Desde hace un tiempo para acá, el lavado de cerebro no está funcionando en Cuba pues los boxeadores jóvenes que ven este futuro para ellos han decidido escapar como Yuriorkis Gamboa, Rigondeaux y Erislandy Lara, por mencionar algunos.
La falta de futuro es la muerte directa de los deportistas cubanos, quienes prefieren dejar el país que los vio nacer como campeones, a morir como animales olvidados en el potrero.
Stevenson fue derrotado por Nocaut por sus propios creadores.
Dos detalles antes del cierre: La anécdota de Savón en su casa de Fontanar, que muestra cómo viven los campeones. La fuente es bien cercana, que pidió no revelar su identidad:
“Un día cuando un equipo de la Televisión japonesa lo entrevistó en su casa, al final de la conversación, el famoso boxeador le pidió al intérprete cubano que le dijera a los japoneses que por favor, si le podía comprar alguna comida para los jimaguas. Así fue. También aprovechó para poder comprar ron, cerveza, y la comida de los jimaguas en la shopping de Fontanar”
Así viven las legendarias figuras del deporte cubano desde 1959 hasta el presente.
Y cómo último detalle les invito a que vean este capítulo del documental del cubano Darsi Ferrer y del español Manuel Benito sobre el estado de Douglas Rodríguez, cuando fue abandonado por el gobierno cubano.
Son imágenes reveladoras de cómo viven y mueren esos sencillos seres humanos que fueron fieles a una idea que los engañó.
Fuente: http://universoincreible.com/
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