Un opositor gritó “abajo el comunismo” antes de la misa del Papa en Cuba
El disidente fue agredido por algunas personas al ser sacado a la fuerza del lugar por dos uniformados. El Vaticano minimizó el incidente
El fuerte calor, de más de 30 grados durante la tarde, provocó que decenas de personas sufrieran mareos y desmayos y fueran socorridas por brigadas sanitarias antes de que el Papa iniciara la eucaristía al anochecer. La Plaza de la Revolución, que se llenó en las dos horas previas a la misa, lucía un ambiente festivo en la tarde.
Sin embargo, el colar no impidió la irrupción de un presunto activista opositor, que intentó llegar al altar del Papa gritando consignas antes de ser reducido por efectivos de seguridad. "Hubo unos gritos de un joven, exactamente al inicio, en el momento anterior a que el Papa entrara para la misa", comentó el vocero del Vaticano, Federico Lombardi, durante una conferencia de prensa posterior. "Si entendí bien, había un joven que se acercaba en dirección al altar y que gritó algunas palabras contra el comunismo y por la libertad", agregó.
Concretamente, el hombre de mediana edad y piel mulata intentó avanzar de forma inesperada hasta el altar antes de ser detenido por efectivos de seguridad. "Abajo el comunismo, abajo la dictadura", gritó al ser reducido, según mostraron las cámaras de la prensa extranjera.
"Duró unos dos minutos y terminó rápidamente", señaló Lombardi, quien minimizó el altercado, y lo criticó al priorizar el "derecho de estar con el Papa sin complicaciones" y el "derecho de manifestar sus opiniones".
No obstante, no se trató de un caso aislado. La oposición en la isla exige, justamente, el derecho a poder manifestarse. Y para poder hacerlo sin la obstaculización del Gobierno, hace semanas que exigen "un minuto" con Benedicto XVI para denunciar los tratos a los que son sometidos por el sólo hecho de ser disidentes.
De hecho, en la previa al arribo del Papa a Cuba, movimientos de disidentes denunciaron que decenas de activistas opositores fueron arrestados para que no participen de manifestaciones públicas, como la que justamente ocurrió este lunes. Incluso las Damas de Blanco, un colectivo que agrupa a mujeres de activistas que están o estuvieron presos, habían anticipado que intentarían participar de la misa, pese a que el Gobierno había tomado una gran cantidad de medidas para asegurarse que el evento se mantenga lo más alejado posible de la política.
No obstante, cabe aclarar, no todos los disidentes tomaron la misma posición y así, por ejemplo, varios grupos se distanciaron de los 13 activistas que durante más de un día ocuparon una Iglesia para exigir una reunión con el Sumo Pontífice.
Tras el altercado de este lunes, el acto continuó con normalidad. Benedicto XVI celebró la misa desde un púlpito con forma de mitra papal, armado de estructuras metálicas y flanqueado por gigantescos machetes, símbolo de la lucha por la independencia cubana, y el monumento ecuestre del mulato Antonio Maceo, una de las figuras más importantes de las Guerras de Independencia en el siglo XIX. A la celebración asistieron el presidente Raúl Castro, vestido de guayabera, y numerosos dirigentes nacionales y locales, además de todos los obispos cubanos.
Fuente: AFP - DPA
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