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martes, 20 de marzo de 2012

Benedictus el Kastrus pusilánimes XVI no verá victimas….





El polémico viaje del Papa Benedicto XVI a México y Cuba dejará mal sabor en ambos paises. En este reporte se puede ver como coincidiendo con su llegada a México del Jefe del Vaticano, se publicaran nuevos documentos que reafirman como el Vaticano y el actual Papa encubrieron a Maciel, el fundador de los Legionarios de Cristo acusado por sus innumerables abusos sexuales.
En Cuba la cosa es de orden político, donde los opositores al régimen serán callados y omitidos una vez más. El Papa se esconde en que se trata de un viaje pastoral, pero los opositores le han escrito cartas y elegatos para que el Santo Papa sepa que Cuba es una dura dictadura y que no tiene nada que ver con el “Mar de la Felicidad” que pretenden enseñarnos. La visita del Papa en estas condiciones no tiene sentido, el Papa Benedicto XVI no es bienvenido en Cuba, salvo que los “compromisos” del Vaticano con el régimen de La Habana no permita a éste tomar una decisión libre como corresponde al Papa de Roma.
En los últimos tiempos, entre casos de pedastria y favores de la iglesia catolica a las dictaduras, la imagen de la administración de la iglesia católica cae cada vez mas bajo en el fango. Los cristianos y católicos deberíamos plantearnos si realmente nos merecemos a estos emisarios y si no es hora de una nueva reforma, el mundo la pide a gritos, aunque Raizinger, el hombre de Castro en el Vaticano no se quiera enterar.
Siento una profunda pena por la vergüenza que me trae esta visita del Papa a Cuba y ver como el régimen se puede ensañar contra el pueblo sencillo con total impunidad y con el mirar para otro lado unánime de los medios de prensa “democráticos” de este mundo y los gobiernos que como en Siria permiten que se masacre a las personas por intereses ajenas a los pueblos.
Ramiro Peres para cubaout.

Revelarán documentos sobre posible encubrimiento a Maciel. Archivos demuestran que el Vaticano tuvo conocimiento de los abusos sexuales cometidos contra ex seminaristas por parte del fundador de Los Legionarios de Cristo.
AP | elfinanciero.com.mx
La primera visita del Papa Benedicto XVI a México coincidirá con la publicación de un nuevo libro que revelará documentos que presuntamente demuestran que el Vaticano tuvo conocimiento de los abusos sexuales cometidos contra varios seminaristas por parte del fundador de Los Legionarios de Cristo, el mexicano Marcial Maciel, y sobre su aparente adicción a la morfina.
El libro, “La voluntad de no saber”, tiene previsto salir a la luz pública el 24 de marzo, un día después de la llegada a México de Benedicto XVI, un Papa que en viajes fuera del Vaticano y anteriores a éste, se ha reunido con víctimas de abusos sexuales cometidos por sacerdotes pero quien no tiene planeado hacer lo mismo en territorio mexicano.
Editado por Random House Mondadori, el libro tiene un tiraje de más de 6,000 copias y sólo circulará en México.
José Barba, uno de sus autores y quien fuera uno de los ex legionarios que denunciaron a Maciel por haber abusado de ellos, dijo que el libro se basa en información recogida en 212 documentos procedentes del Vaticano y que les fueron entregados por miembros de la misma iglesia Católica cuyas identidades no revelará.
Con los documentos, dijo Barba, se demuestra que “había información desde el año 1944 y sobre todo en los importantes de la primera investigación grande, 1956 hasta finales del 58, sobre Marcial Maciel y ahí aparece con toda claridad que el Vaticano sabía de sobra sobre la verdadera naturaleza de este hombre, las acusaciones, la opinión de expertos, la revisión de otros expertos sobre los expertos anteriores, las opiniones que habían dado los visitadores apostólicos”.
Dijo que los documentos son de distinta extensión (hay uno de 109 páginas) y que están escritos en distintos idiomas, incluido latín, italiano, español, inglés, francés e inglés.
Un extracto del libro fue publicado el domingo por el semanario mexicano Proceso, que señaló que entre los documentos se encuentra uno fechado en agosto de 1954 donde se consigna una adicción de Maciel a la “dolantina”, referida como morfina, escrito por un legionario a petición del entonces vicario de la Arquidiócesis de México, monseñor Francisco Orozco Lomelí.
“A Federico Domínguez le fue pedido dicho informe por el vicario de la Arquidiócesis de México, monseñor Francisco Orozco Lomelí, en agosto de 1954 (Documento 113)”, dice un fragmento del capítulo II del libro reproducido por Proceso. “En éste se abren por primera vez las cartas acerca de la adicción de Maciel a la dolantina (morfina) y de la rara ‘enfermedad’ con la que justifica su consumo. Esta carta se encuentra en el archivo de la Sagrada Congregación de Religiosos como el Documento 113 que citamos”.
El texto aparecido en esa publicación también dice que los documentos incluyen una carta de renuncia a la Legión del sacerdote Juan José Vaca, de 1976, en la que denuncia abusos sexuales cometidos contra él y otros miembros de la orden. Este documento ya se había hecho público anteriormente.
“(En el libro) no se dice nada nuevo, todo se ha dicho en libros anteriores”, dijo a Bernardo Barranco, un experto del Centro de Estudios Religiosos de México y autor del prólogo del nuevo texto. “Lo importante de este libro es que lo documenta, lo prueba de manera irrefutable y prueba que el Vaticano ha venido mintiendo sobre Maciel”.
Una vez que el libro salga a la luz pública, sus autores tienen previsto habilitar en internet el sitio www.lavoluntaddenosaber.com que contendrá copias escaneadas de los documentos obtenidos.
Hacia 1956, cuatro obispos mexicanos alertaron a la oficina del Vaticano encargada de las órdenes religiosas sobre señalamientos de seminaristas y otros legionarios acerca del comportamiento de Maciel, que incluía el uso de drogas y supuestos abusos sexuales.
El Vaticano inició una investigación y ordenó que Maciel fuera suspendido como cabeza de los Legionarios mientras se realizaba la indagatoria. Maciel, sin embargo, fue reinstalado como superior de la orden en 1958.
En 1998, algunas víctimas de Maciel, incluido Barba, iniciaron un proceso canónico contra el fundador de la Legión ante la Congregación para la doctrina de la Fe del Vaticano, entonces encabezada por el entonces cardenal Joseph Ratzinger, quien se convertiría en Papa bajo el nombre de Benedicto XVI.
El caso no prosperó sino hasta 2004, al final de la vida de Juan Pablo II, quien solía poner como ejemplo a Maciel.
Ya bajo el pontificado de Benedicto XVI, el Vaticano ordenó en 2006 a Maciel retirarse de la vida sacerdotal.
Para 2010, el Vaticano denunció que Maciel llevó una doble vida inmoral tras las revelaciones de que abusó sexualmente de seminaristas, aunque no hizo mención sobre posibles complicidades e incluso señaló que los crímenes fueron “desconocidos para la gran mayoría de los Legionarios”.
Maciel, quien murió en 2008, ha sido señalado de haber procreado al menos 3 hijos con dos mujeres diferentes.
Por lo pronto, el Papa no planea encontrarse con las víctimas de abuso sexual de Maciel, algo que ellas tampoco esperaban.
El vocero del Vaticano, Federico Lombardi, dijo que no se realizará ningún encuentro con las víctimas de Maciel porque la Conferencia del Episcopado Mexicano no lo solicitó.
Para que se concretara una reunión, era necesaria una petición formal de los obispos.
“La verdad de las cosas es que tampoco a nosotros nos importa que se reúna o no, porque nosotros no somos tan absurdos (para) que ilógicamente vayamos a pedir que nos pidan perdón; eso está fuera de la lógica de la moralidad”, dijo Barba, actual profesor universitario y miembro de la Legión entre 1948 y 1962.
Sin embargo, consideró “absurdo que el Episcopado Mexicano tenga que intervenir entre las víctimas y la persona que sido encubridora del victimario”, en referencia a Benedicto XVI.
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